Morelia, Mich.- Es responsabilidad del Estado brindar seguridad a la población, por lo que los grupos de autodefensa en Michoacán y Guerrero no deberían crearse, indicó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“El Estado está obligado a garantizar la seguridad de la gente, eso que hicieron fue un acto muy irresponsable, desde Michoacán y Guerrero; en Guerrero ya existían por ley, empezaron a proliferar grupos y se descontroló porque había bandas de la delincuencia que se infiltraban en las policías y estos grupos de autodefensa”, expresó AMLO.
Fue durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional en la Ciudad de México, que el mandatario federal externó que desde el comienzo en que el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto trató de formar a los autodefensas para capacitarlos en uso de armas, así como organizarlos, se sabía que era una estrategia incorrecta.
López Obrador expuso que además de que había integrantes del crimen organizado entre las filas de los autodefensas, quienes se habían infiltrado también en los cuerpos de seguridad en los municipios, dichos grupos no respondían a las causas del fenómeno del narcotráfico, por lo que sugirió al público ver un video en el que Servando Gómez, alias “La Tuta”, se refería a la conformación los autodefensas.
Dijo que la seguridad no era un tema de particulares sino que concernía al Estado salvaguardar la integridad física de las personas, por lo que el hecho de que la gente se arme era un incumplimiento en las obligaciones del Estado.
Lo anterior lo dijo el presidente por el asesinato de Bruno Plácido Valero, dirigente y fundador del grupo de autodefensas de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), algo similar a lo ocurrido en Michoacán el 29 de junio con el exlíder de autodefensas Hipólito Mora Chávez, cuyo asesinato en Buenavista Tomatlán, pese a tener una Base de Operaciones Interinstitucional (BOI) con participación de integrantes de la Guardia Nacional, la Guardia Civil y el Ejército Mexicano, no pudo ser evitado, toda vez que nadie acudió a detener a los sicarios que empleaban rifles de grueso calibre para abatir al también empresario limonero.
