Morelia, Mich.- No se trataba de ninguna película ni de una novela de Fernando Vallejo en que los sicarios, apenas unos niños menores de 18 años de edad, pasaban en motonetas para disparar contra civiles a quienes se les había puesto encima la mancha negra; por el contrario, se trataba de Michoacán; Tacámbaro para más precisión.
Fue el 30 de julio de este año cuando al menos tres jóvenes esbirros, al más puro estilo de la Medellín del escritor colombiano Fernando Vallejo, atravesaron la plaza principal en una motocicleta para abrir fuego contra Yoshio Moriya Villaseñor, de 34 años, sobrino del alcalde morenista Artemio Moriya Sánchez, del que en medios nacionales se publicó entonces que fungía como “el verdadero mando de la policía municipal y controlador de todos los eventos masivos. Él cobraba derechos a los organizadores de bailes y todo tipo de eventos”.
Menos de un mes más tarde de lo ocurrido en el Pueblo Mágico, donde habían quedado casquillos de calibres .45 y 9 milímetros, la prima de Yoshio Moriya, hija de Moriya Sánchez, Yeishi Moriya Villaseñor, de 28 años de edad, era detenida en una frontera entre Tamaulipas y Texas con 248 mil dólares y dos pistolas calibres .45 y 9 milímetros, a quien la policía estadounidense acusó de lavado de dinero y posesión ilegal de armas de fuego.
La mañana de este lunes 23 de octubre, Ricardo Moriya Sánchez, hermano del edil del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), habría sido rodeado por sujetos armados que descendieron de una camioneta blanca y accionaron armas de fuego en repetidas ocasiones en su contra.
Dos policías y el hermano del alcalde resultaron heridos, pero hubo cinco asesinados: un policía municipal de nombre Usvaldo Guadalupe de escasos 35 años de edad, Felipe O. de 57 años, Roberto O. de 46 años y, lo más incomprensible, una pareja de esposos de 30 y 40 años de edad, respectivamente, Griselda A. y Marco Antonio V., quienes el 1 de septiembre habían reportado la desaparición de su hijo de 16 años, Diego Yahir V. A., al que buscaban desde entonces.
Griselda A. era una madre buscadora, que había recibido amenazas de muerte por tratar de hallar con vida a su hijo Diego Yahir: “se encontraba en el lugar equivocado durante el ataque y se convirtió en una víctima directa, a pesar de que ella no era el objetivo”, se señala en una nota de prensa. La mancha negra, la que los piratas entregaban a quien había sido destinado a morir, era para Ricardo Moriya, hermano del edil de Tacámbaro, no para la madre de 30 años.
Tras los acontecimientos, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se movilizó con rapidez y ahora patrulla la zona junto a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN).
De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, que elabora anualmente el Ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo, durante 2022 Zamora con una tasa de 177.73 homicidios por cada 100 mil habitantes fue considerada la segunda ciudad más violenta del país; en tanto que Uruapan, con 78.26 fue situada en el séptimo puesto. Morelia, en el lugar 33, resultó con 42.05 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Y, aunque Melina Barbosa de la página Verificado, indica que “la violencia no sólo se mide con el número de homicidios registrados, pues se deben considerar varios tipos de violencia como los feminicidios y la violencia de género, la violencia sexual, la violencia ejercida por el Estado, la desaparición forzada, la trata de personas, los crímenes de odio entre otras problemáticas de inseguridad que de no ser consideradas, la violencia que enfrenta una región se ve minimizada”, sí se trataría de los tres municipios que más asesinatos registraron durante 2022 en Michoacán.
Acaso por ello, y por los nueve heridos de un grupo de danza este martes 24 de octubre en Zamora, dos niños incluidos, el nuevo secretario de Gobierno estatal, Elías Ibarra Torres, estaría comenzando a plantearse, sólo como posibilidad, si la estrategia de seguridad seguida por la actual administración debería ajustarse.
La periodista Dalia Villegas Moreno dio cuenta de la molestia de algunos michoacanos en redes sociales: “‘¿Y Tacámbaro, apá, también vas a dar conciertos allá?’, expresó Demetrio67 en X (antes Twitter). ‘Ponte a trabajar por la seguridad de Michoacán y deja de hacerte pendejo’, manifestó el usuario Carlos Morelos38 (en relación al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla). ‘El puerto de LC está bajo control del crimen organizado, no hay garantía de nada’, completó Lobo Estepario”, se lee en la nota de la también investigadora.
