Morelia, Mich.- Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Quiroga, Erongarícuaro y otras localidades de la zona lacustre de Michoacán mantienen viva una de las tradiciones más importantes de México, la Noche de Muertos, celebrada los días 1 y 2 de noviembre.
Ofrendas, rituales, altares y oraciones llenan los panteones y los hogares de los municipios, muestra de la tradición ancestral en la evocación de quienes partieron ya de esta vida pero que, a través de su invocación anual, permanecen en la comunidad y visitan a sus integrantes durante una noche.
De acuerdo con un comunicado del gobierno estatal, entre los principales camposantos que se pueden visitar se encuentra el Panteón Comunitario Tzurumútaro, ubicado en la entrada del municipio de Pátzcuaro por la carretera a Morelia; en ese lugar, desde la noche del 1 de noviembre, arriban los habitantes del lugar para adornar las tumbas con flores de cempasúchil, copal, veladoras y comida que su familiar disfrutaba en vida, así que se preparan para velar toda la noche en espera de sus almas.
Partiendo del muelle de Pátzcuaro se puede llegar a la isla de Janitzio, donde miles de visitantes se reúnen en el cementerio ubicado en una terraza natural frente al gran cuerpo de agua, aunque si lo que se busca es vivir la tradición de manera discreta y disfrutar la ceremonia en armonía con la comunidad, la isla de Pacanda es el mejor sitio.
Para llegar, hay pequeñas embarcaciones que salen desde todos los muelles del Lago de Pátzcuaro; sin embargo, el trayecto más corto y cómodo se realiza desde el muelle de la población de Ucasanastacua, en el municipio de Tzintzuntzan.
También en Tzintzuntzan, se realizan algunas de las ofrendas más espectaculares de la región, con diseños elaborados, algunas de ellas de tamaño monumental en su panteón municipal, así como en la explanada del convento de Santa Ana, y en las mundialmente conocidas Yácatas, lugar donde los purépechas formaron su centro ceremonial.
La comunidad de Santa Fe de la Laguna, en el municipio de Quiroga, es considerada una de las poblaciones más importantes de la cultura purépecha, donde se conserva con gran esplendor la lengua indígena, el vestido y la gastronomía.
Dicha comunidad se ubica en la ribera del Lago de Pátzcuaro, a 27 kilómetros de la ciudad y a tres de Quiroga, cuya ceremonia se celebra durante el día 2 de noviembre a temprana hora de la tarde en su pintoresco panteón.
Todos estos lugares sostienen en común una celebración ancestral que une el mundo de los muertos con la tierra de los vivos, donde por una noche al año pueden percibir el espíritu de aquellos seres amados que se adelantaron en el camino.
Por ello, para poder ser parte de la experiencia es necesario que los visitantes sean respetuosos por la tradición y eviten pisar tumbas, ofrendas y altares, además de solicitar permiso para tomar fotografías, mientras que en caso de querer ingresar a un hogar pedir ser invitado y llevar una ofrenda para venerar a los muertos que ahí esperan, como fruta o flores.
También es recomendable llevar ropa cómoda y abrigadora, debido a las bajas temperaturas y a que pueden presentarse lluvias ligeras.
Todas las actividades en el marco de estas fechas pueden ser consultadas en la página visitmichoacan.com.mx, o en las redes sociales de Michoacán el Alma de México.
