La IA y el mercado laboral, ¿cómo afrontar el cambio en la desigualdad?

"A partir (...) del uso de ChatGPT, surgieron en el mundo académico una serie de cuestionamientos relativos a la ética..."

Ilustración: Arseny Togulev | Unsplash

A finales de 2022 la compañía OpenAI lanzó el chatbot de Inteligencia Artificial (IA) generativa  ChatGPT, nombre que se le dio por las siglas de Chat Generative Pre-Trained Transformer que trabaja con los denominados modelos de lenguaje grande (LLM) GPT-4, GPT-3.5, los cuales básicamente usan algoritmos llamados transformadores que formando ecuaciones matemáticas y siguiendo las relaciones entre los datos establecen un “sentido” para responder o producir un resultado.

A partir de las pruebas y el asombro ante las experiencias del uso de ChatGPT, surgieron en el mundo académico una serie de cuestionamientos relativos a la ética, a su aplicación o no en el mundo académico, sobre el plausible desplazamiento de la fuerza laboral magisterial, la aplicación de la IA en la educación en general, su uso como apoyo a la investigación, cómo sería la nueva división del trabajo, la desaparición de ciertos tipos de empleos y las oportunidades en otros, lo anterior en un contexto económico de consolidación de los capitalismos informacional, de plataforma, de vigilancia y/o algorítmico, términos que aún se encuentran en construcción y que hacen referencia al influjo de la información y los algoritmos en “los ideales democráticos, como la deliberación, el desacuerdo y el consenso” (Abraham González Montaño, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM,2023).

Entre los trabajos que se encuentran con mayor riesgo de ser automatizados a través de la IA generativa como ChatGPT, según el estudio “Generative AI and Jobs: A global analysis of potential effects on job quantity and quality”, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en agosto de 2023, están: el trabajo administrativo, con un cuarto de sus tareas consideradas como altamente reemplazables y la mitad de estas medianamente reemplazables; el trabajo de comunicaciones; atención al cliente; el trabajo de gestión de datos y mantenimiento de registros; los de servicios de procesamiento de información y lingüísticos y los trabajos que tiene que ver con proporcionar información y responder a consultas, todos estos con un alto potencial de automatización a través de la IA generativa.

La empresa creadora de ChatGPT, OpenAI, estima que el 80% de los trabajadores de la Unión Americana verán modificadas al menos 10% de las tareas que realizan, mientras la organización financiera “Goldman Sachs” estima que las tecnologías de la IA (incluyendo las IA generativa) automatizarán una cuarta parte de los trabajos de Europa y Estados Unidos (AiLAB School, 2023). Además, entre las carreras que se encuentran en riesgo, debido a la posibilidad actual de estas herramientas de la IA de generar textos, investigar, analizar datos, monitorear medios, se encuentran el periodismo y en general aquellas relacionadas con los autores, redactores y escritores literarios; asimismo los diseñadores, pues cada vez se encuentran más disponibles las herramientas para generar imágenes y diseños de acuerdo con descripciones, por ejemplo en su guía de “Recomendaciones para el uso de la inteligencia artificial en la docencia” de la UNAM, publicada apenas el mes pasado, se incluyen imágenes generadas por el servicio “bing” de Microsoft, el cual puede utilizarse si se tiene una cuenta de correo electrónico de esa compañía, por lo que el Diseño es otra de las carreras que se encuentran amenazados por la IA.

De acuerdo con Guardian News, citado por la UNESCO en su documento “Inteligencia Artificial y Educación, guía para las personas a cargo de formular políticas”, los trabajos que serán fácilmente reemplazables son aquellos que requieren habilidades de lógica, álgebra, cálculo, análisis de datos, por los que se obtienen ingresos medios y los que no pueden ser reemplazados fácilmente son aquellos relacionados con la percepción y la movilidad.

Con respecto a la docencia, la UNESCO refiere que el sector privado está desarrollando cada vez más sistemas adaptativos, inteligentes y que personalizan el aprendizaje, al tiempo que la desigualdad se va a incrementar, pues los más desfavorecidos, también son los menos representados en las entidades donde se toman las decisiones. Por lo anterior, alcanzar el 4° Objetivo de Desarrollo Sostenible de la propia UNESCO, que es “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” será todo un desafío, a menos que la IA sea considerada como un bien público por el Estado y se diseñe e instrumente una política adecuada para que la brecha en la educación de los países en vías de desarrollo y los desarrollados no se incremente con la adopción de la IA aún más.

También, de acuerdo con ese documento, las aplicaciones de la IA en la educación son en la impartición de clases y su gestión, para apoyar al aprendizaje y su evaluación, para la capacitación de los docentes y una de sus herramientas es la analítica del aprendizaje, que evalúa aspectos como el análisis de las trayectorias, preferencias de los estudiantes y puede predecir cuáles estudiantes están riesgo en riesgo de reprobar. 

Una publicación hecha en un blog de la Universidad de Valle de México en julio de este año, menciona que Bill Gates prevé que en los próximos dos años podría haber clases asistidas con IA, pues mientras se sigan empleando los chatbots para apoyar la investigación de los estudiantes y “alimentándolos” de datos, después estos podrían ser quienes “impartan” las clases. En el mismo espacio se menciona que debido a lo anterior, algunos de los docentes que podrían ver sus actividades afectadas serían los de lenguas y literatura, historia y sociología.

Para lidiar con los entornos potenciados con la IA, iniciativas como “Plan Ceibal” de Uruguay, “Aprender Conectados” de Argentina y otras incluyen la programación y la robótica como materias obligatorias que se implementan desde el nivel preescolar, así como la inclusión de repertorios de competencias para el Siglo XXI en los planes de estudio, los cuales parecen converger en el conjunto clave de capacidades como la colaboración, la comunicación, la alfabetización en las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), las competencias sociales y/o culturales (incluyendo la ciudadanía), así como el pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas, la metacognición y la motivación, asimismo recomiendan el enfoque del Pensamiento Computacional, que se basa en los procesos que se ejecutan durante la programación y que tiene componentes la descomposición, la búsqueda de patrones, la abstracción, el pensamiento algorítmico y la evaluación.

Entre las prácticas recomendadas para evaluar el desarrollo de estas capacidades se recomienda realizar distintas mediciones y cruzarlas para hacer inferencias; diseñar tareas complejas y/o desafiantes; utilizar tareas que empleen contextos de problemas del mundo real significativos o auténticos y primordialmente hacer visible el pensamiento y el razonamiento de los estudiantes utilizando las taxonomías del dominio cognitivo del aprendizaje (Bloom, Bloom modificada, Marzano y Kendall) por ejemplo, al instrumentar los componentes del Pensamiento Computacional si se emplea ese enfoque.

El Trabajo multidisciplinario, la complementación del trabajo o nueva división del trabajo entre los seres humanos y la IA, la apropiación de las aplicaciones de la IA, la orientación de su uso como un bien público, el uso de estas tecnologías como “gimnasios de alto rendimiento” para entrenar los procesos del pensamiento de nivel superior e “identificar las formas de razonamiento consciente de las que no lo son” (Alejandro Artopoulos, Universidad de San Andrés, Argentina, 2023) son algunas de las recomendaciones que hacen los académicos para aprovechar la IA y preparar a los futuros profesionistas para las transformaciones que habrá en los trabajos debido a su introducción, pues como bien lo señala la doctora Marcela Quiroz Castellanos del Instituto de Investigaciones en Inteligencia Artificial de la Universidad Veracruzana, “antes no había competencia más allá de entre los mismos humanos… ahora ya no va a ser un humano el que te va a vencer, ahora va a ser un algoritmo o un sistema”, por lo que considera urgente la capacitación de los docentes.