eSports: Presente y futuro

Su éxito actual no les exime de seguir evolucionando para llegar a un público aún más grande.

Es difícil poner en duda que, en la actualidad, los eSports ya son un auténtico fenómeno. | Fotografía: Unsplash

Es difícil poner en duda que, en la actualidad, los eSports ya son un auténtico fenómeno. Sus cotas de audiencia, con más de 500 millones de espectadores anuales, nos dan una buena pista sobre ello. Pero lo más impactante es su acelerado ritmo de crecimiento, puesto que ha doblado la cifra en, apenas, 6 años. Y las previsiones para el futuro también son muy optimistas. Junto con el seguimiento, otro de los varemos interesantes es el de los ingresos: ya están por encima de los 1.100 millones de dólares al año, gracias en gran medida a la publicidad.      

Por tanto, podemos hablar de unas disciplinas deportivas que ya se han consolidado en el presente y representan uno de los espectáculos más seguidos del planeta. Ahora mismo, además de intentar ganar público de otras generaciones, el objetivo se centra en una expansión estratégica a nivel geográfico. Es por ello que Latinoamérica está cobrando gran presencia en este ecosistema. La región tiene una masa demográfica muy interesante, una importante cultura de los videojuegos y los deportes y varios equipos de alta competitividad del panorama actual. 

Otro de los focos de los eSports está puesto en la capacidad para capitalizar todo el fenómeno relativo a videojuegos y celulares. Este dispositivo ya es el más utilizado por los “gamers” para entretenerse. Y esto tiene su reflejo en los deportes electrónicos, que incorporan títulos que están creados para este formato, como Free Fire o Mobile Legends: Bang Bang, dos de juegos que han conseguido grandes audiencias con sus eventos; u otros mixtos, como Fortnite. Esto representa un gran ejemplo de cómo las tendencias tecnológicas tienen gran impacto en estos eventos. Por ello, es importante pensar en los próximos avances técnicos para imaginar cómo será el futuro de los eSports.

Uno de los elementos futuribles que, a buen seguro, va a aportar mucho a los deportes electrónicos es el Metaverso. Este nuevo mundo virtual puede convertirse en un entorno digital excepcionalmente realista e inmersivo. Las competencias pasarían a un nivel diferente. El ámbito ya no es la pantalla, con sus limitaciones. Llegados a este punto, representa sumergirse, por completo, en un universo nuevo donde el juego cobra vida, así como otros los elementos y la capacidad de interactuar con ellos. Para los espectadores (y, evidentemente, los jugadores) el cambio en la forma de vivir el evento tiene connotaciones completamente diferentes. También, por lógica, en la retransmisión.

Imaginemos, por ejemplo, un juego como Counter-Strike, uno de los títulos de disparos en primera persona con mayor seguimiento en los eSports, ya sea por audiencia o por la expectación que reflejan las visitas a los portales de pronósticos, para comprobar las posibilidades de los diferentes equipos cuando se celebran eventos de primera línea de CS:GO. Pensemos en una competición de este título en un entorno de Realidad Virtual, con un gran realismo y una mayor libertad de movimientos de los jugadores. Puede que, incluso, los propios espectadores puedan sumergirse en este universo digital para acompañar a los participantes.

La evolución de la red también puede marcar el futuro de los deportes electrónicos. Recordemos que estas disciplinas están bastante alejadas el mundo de la televisión convencional y utilizan el poder de las redes sociales para promocionarse y llegar a su público. La futura red, la Web 3.0, mucho más descentralizada y basada en las nuevas tecnologías, como el Blockchain o la Inteligencia Artificial, también ofrecerá nuevas alternativas a la participación de los internautas. Esto puede significar un mayor poder de los aficionados a los eSports en la construcción de los eventos o la creación y mantenimiento de las reglas.

Y no podemos dejar de lado el potencial de crecimiento que, gracias a la publicidad, puede llevar, como decíamos al principio, a los deportes electrónicos a increíbles cotas de seguimiento, pudiendo superar a un gran número de deportes tradicionales. Este crecimiento deberá gestionarse adecuadamente para no saturar a los espectadores y adaptarse a sus preferencias que, como es lógico, también evolucionan. Los eSports deberán ser más inclusivos y, como parte de la tecnología, tener una especial atención a su impacto en el medioambiente. Por otra parte, el cuidado de los atletas que participan en estas competencias también deberá ser un elemento central, así como la formación de nuevas estrellas y de profesionales del sector.