La mentira política

Los indicadores de participación ciudadana en los asuntos públicos dan cuenta del grado de evolución democrática de una sociedad. | Fotografía: Archivo

Señala el Diccionario de la Lengua Española que mentir significa decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Inducir al error. Fingir. Desdecir una cosa de otra o no conformar con ella. Faltar a lo prometido. Asimismo, mentira se define como la expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, cree o piensa. La que se dice para no molestar o desmoralizar a alguien. Según algunos estudiosos del tema, en política la mentira juega un papel importante en la obtención y en el ejercicio del poder. Nicolás Maquiavelo, la consideraba una estrategia para conservar el poder y mantener privilegios y formar parte de la astucia del gobernante, al dejar de ser fiel a un ideal o promesa, porque de lo contrario comprometería su poder político.

“Alejandro VI nunca hizo ni pensó en otra cosa que en engañar a los hombres, y siempre halló oportunidad para hacerlo. Jamás hubo hombre que prometiese con más desparpajo ni que hiciera tantos juramentos sin cumplir ninguno; y, sin embargo, los engaños siempre le salieron a pedir de boca, porque conocía bien esta parte del mundo”. (El príncipe –Nicolás Maquiavelo). Platón justificaba la utilización de lo que él llamaba la “noble mentira” como herramienta de gobierno para alcanzar el bien común, afirmando  que es el único modo en que la mentira se convertirá en un remedio que ayude a aproximarse lo más posible a la virtud y a la verdad.

Es difícil entender el beneficio que pueda proporcionarle al pueblo tantas mentiras que se difunden cada tres años, durante los diferentes procesos político-electorales, por parte de los partidos políticos nacionales (PRI, PAN, PVEM, PT, PRD, MC, Morena), los partidos locales y asociaciones políticas, legalmente reconocidos por las legislaciones electorales y que forman el Sistema Político Electoral, así como por los candidatos a los cargos de elección popular, quienes mediante un proceso electoral democrático de “partidos”, prácticamente deciden unilateralmente quienes serán los ejecutivos en los tres niveles de gobierno, quienes formarán parte de los 32 congresos locales; del Congreso de la  Unión y quienes serán los titulares de las principales dependencia en las  diferentes administraciones públicas.

Una de esas mentiras que con mayor frecuencia se difunde en los diferentes medios de comunicación es el afirmar que en cada partido político se lleva a cabo un proceso interno democrático y transparente para seleccionar a sus candidatos de representación popular, sobre todo por el principio de mayoría relativa. Lo cierto, es que las designaciones son hechas por el grupo partidista de poder en turno y algunos dueños del dinero que se inmiscuyen en la política. Decisiones que se barnizan de democracia mediante encuestas, sondeos, cuestionarios y algún otro instrumento utilizados supuestamente para medir la popularidad de cada aspirante y justificar el procedimiento.

Al parecer, a los partidos políticos poco les interesa el trabajo de base, porque implica una intensa labor de campo y de escritorio, y porque requiere gastar la mayor parte de las prerrogativas económicas que por derecho les corresponde recibir mensualmente, para fortalecer sus comités municipales y seccionales. Para no evidenciar estas limitaciones, no perder privilegios, mucho menos el registro, no les ha quedado de otra, que aceptar participar en coalición, aun cuando sus doctrinas ideológicas son totalmente opuestas, argumentando que el fin justifica los medios. A los partidos no les interesan las máximas estipulares que se le deben de exigir a sus candidatos como son:

  1. Militancia y lealtad partidista comprobadas
  2. Solvencia moral y ética profesional
  3. Conocimientos académicos certificados
  4. Experiencia política
  5. Manifestación pública del patrimonio familiar
  6. Disponibilidad para someterse a un examen toxicológico
  7. No designar como candidatos a políticos reciclados

Claro ejemplos de algunas de las mentiras que dicen hoy en día, los candidatos (as) (precandidatos al día de hoy según la legislación electoral), durante su proselitismo político, para la presidencia de la república 2024-2030. Es lo que en ocasiones  manifiesta la Ing. Bertha Xóchitl Ruiz Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI, PRD) y un grupo de los dueños del dinero), cuando afirma que no pertenece a ningún partido político, siendo que la realidad nos dice otra cosa.

Se desempeñó como Directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas ((21-05-2003/14-12-2006), durante la administración del gobierno panista de Vicente Fox Quezada (2000-2006). En 2010, fue candidata al gobierno por la coalición “Hidalgo nos une” integrada por el PAN, el PRD, el PT y Convergencia (hoy MC). Elección que perdió. En 2012 fue candidata al Senado de la República por el estado de Hidalgo postulada por el PAN, contienda electoral que no ganó.

Luego, fue titular de la Delegación “Miguel Hidalgo” (hoy alcaldía) del 1 de octubre de 2015 al 15 de marzo de 2018, representando los interese del PAN. Cargo al que pidió licencia, para ser candidata plurinominal del PAN, como Senadora al Congreso de la Unión, función que  desempeñó del 01 de septiembre de 2018 al pasado 20 de noviembre y cuando pidió licencia para ser candidata a la presidencia de la república por el “Frente Amplio por México” hoy “Fuerza y Corazón por México” (PAN, PRI, PRD).

En su campaña político-electoral como candidata del PAN a la Delegación Política “Miguel Hidalgo” prometió a los electores terminar su período administrativo y no “saltar” a otra posición política y que si incumplía dicha promesa, vendería un departamento de su propiedad ubicado en Lomas de Chapultepec y que los recursos obtenidos, calculados en 7 millones de pesos los donaría, para algún beneficio social; pero tan luego supo que había sido postulada por el PAN como candidata plurinominal al senado de la república, pidió licencia y asumió el cargo de senadora plurinominal del PAN hasta el 20 de noviembre de 2023. Por supuesto sin acordarse de promesa alguna.

En alguna ocasión manifestó que “el problema de suministro de agua potable en distintas partes del país tiene solución con la creación de acueductos”, lo cual es una mentira, ya que el problema del abasto del agua potable en rancherías, tenencias, pueblos y ciudades se debe principalmente a tres causas: a) contaminación de las aguas superficiales, b) disminución de la precipitación pluvial por la destrucción de los bosques y manantiales c) y por el irracional uso del agua. Unos cuentan con agua hasta llenar albercas y otros no tienen ni para el sanitario.

El Sistema Cutzamala, que abastece de agua principalmente a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en los últimos diez años, ha venido captando una menor cantidad del líquido, por haberse roto el equilibrio natural de los ecosistemas de las presas que lo integran a consecuencia del uso irracional de los recursos naturales: Tuxpan y El Bosque del Michoacán; Colorines, Ixtapan del Oro, Valle de Bravo, Villa Victoria y Chislesdo en el Estado de México. Aun cuando se hicieran acueductos artesanales, faltarían las fuentes para su alimentación. Por lo que al parecer no es la solución viable para resolver el problema.

Otra mentira política ampliamente comentada, fue emitida por el Dr. Samuel Alejandro García Sepúlveda, ya siendo gobernador del Estado de Nuevo León, por Movimiento Ciudadano. Posiblemente al calor de las emociones del momento mencionó: “pero no se confundan van a tener gobernador de seis años, no van a ganar las ambiciones ni las tentaciones, voy a dedicar lo mejor de mi vida, lo mejor de mi tiempo, 24 horas, los siete días de la semana a Nuevo León”.

Al final parece ser que siempre sí lo invadió la ambición de poder y pidió licencia, para poder participar como candidato de Movimiento Ciudadano, a la presidencia de la república, pero los según lo que se dice, no salieron las cosas las había pensado, por lo que decidió regresar al cargo de Gobernador Constitucional, envuelto en un torbellino de conflictos políticos de pronóstico reservado. Pero por lo pronto le mintió a quienes lo apoyaron para que a sus 33 años, llegara a gobernar el estado más industrializado del país.

El último ejemplo de mentira política que menciono por esta ocasión, es la que recientemente acaba de expresar públicamente, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la presidencia de la república, por la coalición “Sigamos Haciendo Historia” (Morena, PVEM, PT), en su visita a Pátzcuaro, el día 30 de noviembre del año en curso, en un mitin con militantes y simpatizantes de los partidos políticos que la postulan para el cargo, al comprometerse con los allí presentes a rescatar el Lago de Pátzcuaro, lo cual no es posible y la candidata no hay dudas que sabe su propia mentira.

El Lago de Pátzcuaro no tiene remedio, está en pleno proceso de agonía, tarde o temprano sucederá lo inevitable, por haberse roto el equilibrio natural del bioma que incluye el ecosistema del Lago. No tiene ningún caso destinar recursos con el cuento del “recate”, formando fideicomisos o elaborando costosos estudios e  investigaciones, que por cierto ya han hecho reconocidos ambientalistas y posiblemente forman parte de los archivos muertos de la dependencia encargada de establecer las políticas ambientales de orden federal.

La utopía de recuperación del lago, sería que a partir de este preciso momento no se permitiera talar árbol o arbustos alguno, desde el cerro del Águila, hasta el Zirate y el maguey, desde la Ranchería del Correo hasta la comunidad de Opongûio; la suspensión inmediata de la extracción de agua del lago que se utiliza para regar huertas de aguacate que han estado sustituyendo los bosques; regular el cambio de uso del suelo y prohibir la construcción en los espacios donde va desapareciendo el espejo de agua y esperar 200 o 300 años, para que empiece la recuperación del bioma mencionado y por supuesto el lago.

Lo viable, es alargar la agonía del Lago de Pátzcuaro, construyendo plantas tratadoras de aguas residuales, regular el uso del suelo, para que no se sigan construyendo lujosos fraccionamientos sobre áreas boscosas. Además de realizar un intenso programa de reforestación en la región lacustre, aprovechando el programa federal “Sembrado Vida” y estableciendo programas de educación ambiental en las escuelas que se ubican en el área de influencia, para hacer conciencia en niñas, niños, adolescente y jóvenes de la responsabilidad histórica que tenemos los seres humanos que habitamos el Planeta Tierra, de vivir en armonía con la naturaleza.

Lo decepcionante de todo esto, es que estas alturas del Siglo XXI, los partidos y los políticos tengan que seguir utilizando la mentira para ganarse la simpatía de los electores, en su afán por conseguir el poder y no perder privilegios alcanzados, sin importarle las necesidades más sentidas de la población, ni que sigamos viviendo en una sociedad sumida en la corrupción, la impunidad y la delincuencia. Pero sobre todo que se subestime la capacidad de pensamiento de los mexicanos en general y de los michoacanos en particular.

“Decid ante mentiras que parezcan verdades, que verdades, que parezcan mentiras. Como norma de prudencia” (libro “El Conde Lucanor”-escrito por Don Juan Manuel, nieto de Fernando III-traducido por Enrique Moreno Báez), lástima  que la mayoría de los políticos, entiendan a su manera lo que significa actuar con respeto y prudencia.