Morelia, Mich.- La afluencia que este sábado llega al Mercado Revolución por la puerta principal es recibida con una nube de polvo, levantada por los escombros que todavía se están llevando en camionetas, pues aún se encuentran inacabadas las labores de restauración tras el incendio del pasado 19 de diciembre de 2023.
Las cortinas cerradas de las Hamburguesas “Don Piter” están igualmente cubiertas de las partículas, entre los trabajos que siguen realizándose también al interior de la parte más afectada por el siniestro, el anexo exterior poniente del inmueble, donde diez locales tuvieron pérdidas.
Entre los pasillos se ve un joven colocando rectángulos de mosaico en el piso; a su alrededor, tres locales aún cerrados, cuyos dueños despachan en la zona asignada temporalmente para ello, bajo lonas blancas.
Aquel martes en la mañana, el alcalde Alfonso Jesús Martínez Alcázar hizo presencia en el sitio y declaró que no existían daños estructurales, por lo que fijó un plazo de sólo una semana, a cumplirse el 26 de diciembre, para entregar una infraestructura “modernizada”, argumentando la prisa en que no deseaba que los oferentes perdieran su temporada más alta del año.
Han pasado 19 días desde entonces, ya está concluyendo la época de mayores utilidades, y todavía no se cumple la promesa. La primera extensión del plazo se fijó, según versiones de los damnificados, para el sábado 30, hace una semana. Hoy es 6 de enero y aún no ven visos de cumplimiento cabal.
Una clienta de don Nicolás se acerca a escoger la verdura que se va a llevar; mientras va palpando las más maduras, la señora tira sin querer el cartel del precio de los jitomates, movimiento que le permite reparar en la película de polvo que los cubre, hace mueca, pero no dice nada.
El comerciante abrió su local apenas el domingo pasado. “Las ventas no están muy buenas”, dijo, en comparación con el año pasado, fenómeno que atribuyó al hecho de que “mucha gente se va a comprar a otros lados, porque piensa que aquí está cerrado”.
A las labores de quienes, afuera, están todavía cortando lámina para poner en el techo, Nicolás añadió las que todavía no se concluyen en lo correspondiente a la instalación eléctrica, una de las principales promesas de modernización, pues, a decir del alcalde, sus malas condiciones podrían haber sido el origen del fuego la madrugada de aquel martes.
Fernando, quien vende jugos y licuados, dijo percatarse de la cantidad de polvo que hay alrededor, y manifestó no tener certeza tampoco sobre cuándo se vaya a oficializar la entrega del inmueble: “Primero nos dijeron que en cuatro días, ya van casi veinte y todavía no, quién sabe”.
Habrían sido diez los de mayor desplome de ventas, periodo en el que ya no pudieron aprovechar las ventas de Noche Buena, Navidad y fin de año. Hoy, Día de Reyes, dijo con cierto optimismo, “hay un poco más de movimiento”, aunque reconoció que es menor al del año anterior en estas mismas fechas.
Con todo, unos cuantos metros más adelante, en la misma zona afectada, pero en el extremo opuesto (sur), hay ya una mayor actividad, pues hay gente sentada en los comedores pidiendo milanesas empanizadas, escogiendo frutas, verduras y otros productos no exentos de polvo.
