Agua…

El “Día Cero del Agua” es una expresión metafórica que se utiliza para describir un escenario hipotético en el que la disponibilidad de agua alcanza un punto crítico, es decir, un nivel extremadamente bajo o incluso agotado.

 Al parecer el Día Cero, el momento de quedarnos sin agua está cada vez más cerca. Todos pensamos que nunca pasaría, que nosotros no lo veríamos sin embargo esta ya sucediendo en varios puntos del planeta.

El cambio climático está acelerando tanto la escasez de agua como los peligros relacionados con este recurso (como inundaciones y sequías), ya que el aumento de las temperaturas altera los patrones de precipitación y todo el ciclo del agua.

La calidad del agua también se ve afectada por el cambio climático, ya que se prevé que las temperaturas más altas del agua y las inundaciones y sequías más frecuentes agraven muchas formas de contaminación del agua, desde sedimentos hasta patógenos y pesticidas.

Algunos factores que han contribuido a la escasez de agua:

  • La deforestación: la tala descontrolada de bosques hace que ríos y lagos se sequen, además sin las raíces de los árboles en las orillas de los ríos, aparecen bacterias y sedimentos que perjudican la calidad del agua.
  • Construcción inmobiliaria sin respeto a la naturaleza.
  • Contaminación de los ríos, lagos y mares.
  • Contaminación de los suelos con la subsecuente contaminación de mantos acuíferos y manantiales.

La contaminación de los recursos hídricos es alarmante: explotaciones mineras, fugas de petróleo, productos químicos, materia fecal, plásticos, deshechos médicos, pruebas nucleares, deshechos de laboratorios de todo tipo, todo va directo a las reservas hídricas del planeta.

Beber agua contaminada causa la muerte de casi cinco millones de personas en el mundo, y por supuesto, este hecho es especialmente flagrante en poblaciones en riesgo de exclusión social, pobreza y marginalidad.

Sin agua no hay vida, sin embargo, se siguen talando los bosques, se continúa encementando todo, llevando balastro a lo que antes era selva.

Quintana Roo y la península de Yucatán poseían uno de los acuíferos más ricos del planeta, lo cual significaba una enorme riqueza para nuestra nación. Tener agua limpia es más valioso que tener petróleo, uranio, fierro, litio. Sin embargo, se derribaron millones de árboles, según datos de ambientalistas que han estado dando seguimiento a lo que está sucediendo en ese sito que antes era un verdadero paraíso.

 Se están perforando los cenotes y contaminado el agua antes cristalina a causa de los pilotes de concreto y acero para sostener un tren, que ha costado más de mil millones de pesos.

No se respetó, ni se quiso escuchar la opinión de científicos, ni de la población. Se construyó sin respetar las leyes, sin respetar la vida de un valiosísimo ecosistema.  El daño que se ha causado es irreparable.

El costo del Tren Maya será de 29.736 millones de dólares al cierre de 2024, unas 3,3 veces lo presupuestado en un inicio, según un análisis del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), publicado el 11 sep. 2023.

 La educación es prioritaria, es la mejor inversión para el desarrollo de un país, con esa cantidad de dinero se habrían podido construir miles de escuelas, dotar de mayor presupuesto a todas las universidades del país, hacer y/o equipar hospitales, crear y dar presupuesto adecuado a centros de investigación, puesto a trabajar el campo, limpiar ríos y lagos, invertir en energías limpias.

El acuífero de la península de Yucatán es uno de los más grandes y complejos del mundo; es un medio conector de ecosistemas delicados, una fuente vital para la gente de la zona y un preservador y contenedor de material arqueológico y palenteológico, además de poseer una belleza natural única en el mundo.

 La devastación y contaminación causada por la construcción del tren maya es de enorme gravedad; la tala de millones de árboles sin duda afectara disminuyendo el acuífero. Los materiales, perforaciones, y basura dejada durante las obras de construcción contaminan gravemente el acuífero más grande del mundo.

Más que nunca es necesario el proteger este que es de los acuíferos subterráneos más grandes del mundo. Aunque la extensión total del acuífero de la península de Yucatán es aún desconocida, puede afirmarse que entre Tulum y Cancún hay, como mínimo, más de 2,000 kilómetros de una extensa red de cuevas inundadas, cenotes y pasajes cavernarios. Asimismo, se debe conservar y proteger la enorme riqueza cultural que yace dentro de estas formaciones geológicas, indudablemente es de seguridad nacional proteger este valiosísimo recurso natural.

El segundo lago más grande del país, el lago de Cuitzeo se está secando, los cerros pelones son mudos testigos de la muerte del otrora rico ecosistema.

Morelia no tiene agua. Cada día se agrava más la escasez del vital líquido.  La zona sur de Morelia tenía ríos cristalinos, había manantiales y estos precisamente alimentaban a la Mintzita y esta a su vez al lago de Cuitzeo.  Se permitió que esa zona se llenara de fraccionamientos, se talaron cientos de árboles para su construcción, se encemento todo y muchos de ellos conectaron sus desagües a los ríos. El resultado de esto es que ya no hay recarga de los mantos acuíferos, los ríos están totalmente contaminados; la Mintzita y el Lago de Cuitzeo se desecan.

Michoacán tenía lagos y ríos maravillosos, era conocido como “lugar de pescadores”. Actualmente los ríos están contaminados, los lagos están en franca desaparición. Muchos de sus bosques han sufrido de tala irracional.  El vital líquido escasea y la gravedad aumentara de no tomarse medidas radicales al respecto.

En la Ciudad de México no hay agua en varias alcaldías, entre ellas en la Miguel Hidalgo, estamos hablando de Polanco y Las Lomas, sucede lo mismo en Coyoacán y desde hace años en Iztapalapa.

Recordemos que la Ciudad de México se construyó sobre el Lago de Texcoco, lo cual requirió de un proceso de desecamiento del mismo. Cuando los españoles llegaron en el siglo XVI, Tenochtitlan estaba asentada sobre seis lagos y era una urbe de pequeñas dimensiones construida sobre seis lagos, los cuales se unificaban durante la temporada de lluvias y constituían el Lago de Texcoco. Dicho cuerpo de agua fue el más importante del sistema hidrológico del Valle de México y llegó a medir 2 mil kilómetros cuadrados.

Fueron secados sus lagos, para construir una ciudad española, que acabara con lo salvaje. La historia de la humanidad está llena de acciones en contra de la naturaleza. Que son sobre todo las que han acabado con el agua, totalmente reprobables. Se ha dado y aún se da, prioridad a los intereses económicos y políticos sobre la vida.

Teníamos agua, hoy carecemos de ella.

 El agua es un bien de seguridad nacional, de su existencia depende la vida.

 Las próximas guerras no serán por el petróleo, serán por el agua.

El agua es la mayor riqueza existente y seguimos derrochándola, enfermándola, dándole estocadas mortales.