Hutíes piden a la ONU retirar al personal británico y estadounidense en Yemen

Los hutíes de Yemen forman parte de un “eje de resistencia” respaldado por Irán. | Fotografía: AP

Los rebeldes hutíes dieron un mes de plazo a la ONU para que retire a su personal de nacionalnacionalidad británica y estadounidense de las zonas bajo su control en Yemen, tras los últimos bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido en represalia por los ataques a barcos estadounidenses, anunció el miércoles un portavoz de la ONU.

“Hemos recibido una comunicación en la que nos dan un mes para que todos los estadounidenses y británicos abandonen la zona bajo control de las autoridades de facto”, declaró Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, sin poder precisar a cuántos empleados podría afectar.

“El ministerio (…) desea subrayar que debe informar a los funcionarios y trabajadores con ciudadanía estadounidense y británica que se preparen para abandonar el país en un plazo de 30 días”, indicó una carta enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores hutí al coordinador humanitario en funciones de la ONU en Yemen, Peter Hawkins.

Según Expansión, la semana pasada el Gobierno estadounidense volvió a incluir a los hutíes en su lista de grupos terroristas, en un intento de Washington de frenar los ataques contra la navegación internacional en el mar Rojo.

Los hutíes han dicho que sus ataques son en solidaridad con los palestinos mientras Israel bombardea Gaza.

La embajada de Estados Unidos dijo en un comunicado que está al tanto de los informes sobre la carta, pero “no puede hablar en nombre de la ONU o de las organizaciones humanitarias en Yemen sobre lo que puedan haber recibido de las ‘autoridades’ hutíes”.

La embajada británica dijo que aún no se había ordenado al personal que abandone el país y que la misión está en estrecho contacto con la ONU sobre la cuestión.

Ante el creciente número de ataques, los estadounidenses, a veces con su aliado británico, bombardean desde principios de enero posiciones hutíes para “proteger” el tráfico marítimo de los ataques de los rebeldes, cercanos a Irán.