“La paz es fruto de la justicia”

Ante un Zócalo lleno, López Obrador enumeró lo que llamó logros y avances de su gobierno. | Fotografía: Gobierno de México

La frase con que se titula el presente texto fue mencionada por el presidente de la República en su autodenominado Informe del Tercer Año del Triunfo Histórico Democrático del Pueblo que atañe, no a la normativa jurídica del Estado en razón de un informe de gobierno, sino a la victoria obtenida en las urnas el primero de julio del 2018, en donde se abordaban los resultados obtenidos hasta ese momento de una política de seguridad que está definida en otra frase “abrazos no balazos”, y que según el mandatario se enfoca más en la raiz de un problema de seguridad que en las consecuencias superficiales del mismo.

Viene a colación este tema hoy, porque hay dos puntos cruciales de los cuales no podrá escapar este gobierno: el primero es la cifra de asesinatos que hasta el pasado diciembre es de 171 mil personas en un sexenio que aún no termina y que este 2024 a primera vista no cesa de incrementarse ese número, dejando en cifras menores a Calderón y a Peña Nieto y sin lograr en ningún momento el decremento que obtuviese en su sexenio Vicente Fox.

El segundo punto consiste en entender las cifras dadas por el INEGI respecto a conocer de qué murieron los mexicanos en el 2023, en este sentido pone de forma alarmante que la primera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años y adultos de los 30 a 45 es el homicidio.

Resultado de esta crisis que se manifiesta en la realidad social de nuestra nación se han desplegado en diversas entidades de nuestro país la llegada de más efectivos de las instituciones armadas de México, a Michoacán han llegado más de 1000 efectivos en lo que va del año, a Zacatecas lo mismo, a Tijuana 600 de los 2000 que se contemplan, a Sonora 800 a Guadalajara 400 que aumentan la presencia de una politica en materia de seguridad que ya estaba implementada desde que se institucionalizo que el ejericito abordara las tareas de seguridad publica que le competen a las policias.

Cuando comenzaremos a darnos cuenta de que la justicia bien implementada genera orden, no paz, traducirla en lo mismo es y ha sido siempre la base sobre la cual se asientan los Estados Autocráticos, ahí está Irán con Mahsa Amini, ahí están las carceles de Bukele y aquí están los muertos de México. 

La paz es fruto de un incremento en la satisfacción de vida de la población, y el orden puede ser resultado del sometimiento de las libertades.

El México que queremos ser debe ser el resultado de un gobierno gerente y no garante. Gerencial en la toma de decisiones que vinculan a todos los sectores, pues la seguridad no es fruto y nunca lo ha sido de una visión unilateral, pues ésta termina por polarizar y genera lo contrario de su intencionalidad. La seguridad finalmente es un constructo público, y hagamosla todos. El daño que han provocado las armas en nuestro país, esas que se denuncian que provienen de la frontera porosa del norte, no se limita y disminuye con más armas aunque estas sean institucionales, se logra con políticas públicas, donde el ciudadano es la primera referencia para el diagnóstico y para la evaluación, donde el ciudadano y el bienestar del mismo es el imperioso objetivo del Estado.

La paz no es fruto de la justicia; el orden lo es. Y depende mucho de la visión del poderoso definir el costo aceptable de los daños colaterales que ese orden persiga.

Eppur si muove