Todavía estamos a tiempo

No resulta entonces extraño entender el porqué de la lucha por la defensa del agua, de muchos pueblos del país y del mundo. | Imagen: Archivo

A mediados del siglo pasado cuando la educación que impartía el Estado Mexicano era de calidad, posiblemente porque las autoridades educativas sabían organizar, desarrollar y evaluar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Cuando los docentes trabajaban en forma ininterrumpida, porque no tenían la necesidad de abandonar las aulas para manifestarse públicamente solicitando el pago de salarios y prestaciones devengados.

Tiempos aquellos, en que  los planes y programas de estudios estaban más vinculados al sector productivo de bienes y servicios; la educación era gratuita, las instalaciones educativas a pesar de no haberse construido con ese propósito resultaban ser saludables durante su uso, existían las verdaderas escuelas de tiempo completo, (internados de educación primaria, normales rurales, colegios militares y navales),  además las administraciones de gobierno en turno no utilizaban la educación con fines políticos.

En algunas clases de geografía y ciencias naturales se nos explicaba que el Universo es todo lo que existe a nuestro alrededor, sin límites, principio ni fin y que el tiempo, espacio y la materia se originaron producto de una explosión llamada “Big Bang” la cual posiblemente sucedió hace 10 000 o 15 000 millones de años, cuando la masa y la energía se encontraban concentradas en algún punto en el espacio, dando origen a un sin número de cuerpos celestes, como estrellas, nubes de gases, planetas, polvo cósmico y otro tipo de materias y energías.

Que dichos cuerpos celestes al agruparse en torno a una fuerza de gravedad formaron galaxias. Que La Vía Láctea  es una galaxia donde se encuentra el sistema solar y a su vez, el Planeta Tierra. Que nuestro Sistema Solar esta formado por el Sol, ocho planetas (mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno-Plutón fue descontinuado-), una multitud de cuerpos más pequeños llamados asteroides, nubes de gases y polvo diseminado, los cuales giran alrededor del sol en la misma dirección a excepción de Mercurio que lo hace en torno a círculos perfectos

Que La Tierra es el planeta más denso de los que forman el sistema solar, que su formación se remonta a los 4500 millones de años, sin que al principio hubiera señales de vida debido a la alta temperatura existente y a la falta de agua. Que en la medida que se iba enfriando, se fueron dando las condiciones para que al colisionar con la superficie terrestre diversos cuerpos celestes, se produjera el fenómeno químico de  mezclarse dos átomos de hidrógeno con uno de oxigeno, formando moléculas de agua, dando origen a la la hidrosfera, que junto con la atmosfera compuesta por gases y la geosfera por hierro y níquel, son las tres capas que cubren a la Tierra.

La hidrosfera cubre el 71% de la superficie terrestre; de este porcentaje el 97% es agua salada  distribuida en los océanos Pacifico, Atlántico, Indico, Ártico y Sur Ártico, así como los diferente mares y corrientes marinas. Sólo el 3% de el agua existente en el planeta se encuentra en la plataforma continental (agua dulce), pero el 60% se encuentra congelada en los glaciales y el 30% en el subsuelo, ya sea en depósitos naturales o formando corrientes subterráneos, y únicamente el 10%, son aguas que corren por arroyos, ríos o alimentan embalses, estanques, pantanos, lagos, ojos de agua y sistemas de agua potable para el abastecimiento de los asentamientos humanos.

Dicen los que saben sobre el tema, que aún cuando el agua ha estado en constante movimiento circulando entre los océanos, mares, lagos, embalses, estanques, ríos, arroyos, riachuelos, manantiales, corrientes subterráneas y la atmosfera desde hace más de 4000 millones de años, cuando cubrió el 71% de la superficie terrestre formando la hidrosfera, su volumen sigue siendo el mismo, no ha cambiado. Movimiento que ha sido posible, gracias a que la distancia de la tierra al sol es la idónea para que la energía solar que llega a la superficie en forma de luz y calor en la cantidad adecuada permita que se genere la evaporación, la condensación, la precipitación pluvial e influya en la definición de las estaciones del año, en el clima y en la distribución de la vida vegetal y animal y se generen las condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida en el planeta.

Sólo que, de la noche a la mañana nos estamos dando cuenta que el agua “dulce” no sólo se está agotando, sino que está dejando de ser un recurso renovable al no reproducirse de manera natural a una velocidad mayor a la del consumo. Que una cantidad importante de la que existe y corre sobre la superficie terrestre, esta contaminada, por lo que no es apta para el consumo humano y en ocasiones ni para el desarrollo de la vida animal ni vegetal.

También nos estamos dando cuenta que las corrientes subterráneas están siendo sobreexplotadas y cada día los mantos friáticos se alejan más de superficie terrestre al no ser retroalimentado con las filtraciones del agua de las precipitaciones pluviales. Lo más grave de la situación es que también esas corrientes subterráneas, aparte de que no se recargan debidamente, se están contaminando por el uso de fertilizantes y plaguicidas que se utilizan para el cultivo de algunos productos agrícolas, así como por el inadecuado manejo de las aguas residuales de las industrias y de los asentamientos humanos.

Mientras que cada año disminuye la precipitación pluvial, la población humana y la industria están en constante crecimiento, requiriéndose  mayores cantidades de agua para satisfacer las necesidades de consumo. La escases del agua no es por la deficiente infraestructura hidráulica existente en algunos asentamientos humanos o la falta de acueductos para transportar el agua, como manifestaran en algunas entrevistas los candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y la candidata a la presidencia de la republica por la coalición “Fuerza y Corazón por México”, respectivamente.

Lo que está ocasionando la escasez de agua “dulce” es la falta de lluvias debido principalmente a la destrucción de los bosques que circundan las cuencas hidrológicas del país y al irracional aprovechamiento de los recursos naturales, ocasionando que se altere el ciclo natural del agua, ante la indiferencia de las autoridades en turno. Llevo 55 años observando la agonía de uno de los paisajes naturales más hermosos del mundo, como alguna vez lo fue el Lago de Pátzcuaro, a consecuencia de las mencionadas causas.

Al parecer, todavía estamos a tiempo de evitar lo impredecible. Es cuestión de voluntad y responsabilidad de la comunidad y las autoridades, todos seremos responsables de lo que suceda.