Morelia, Mich.- El profesor emérito de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Egberto Bedolla Becerril, presentó en el Aula Mater del Colegio de San Nicolás un libro de memorias intitulado Vivencias y anécdotas de un poturense.
Ante un auditorio conformado principalmente por familiares y amigos, quien participara en la fundación del Instituto de Investigaciones Metalúrgicas de la UMSH, además de haber ocupado varios cargos públicos como secretario académico y coordinador de la Investigación Científica en la misma institución y la titularidad de Educación del Estado, señaló que escribió el texto “para que no me estuvieran molestando con que ya no repitiera las anécdotas”, en alusión a la petición de amigos a que dejara la oralidad de sus vivencias y las plasmara en un libro.
Acompañado en el presídium por la regente del Colegio de San Nicolás, Jeanette Morales Cortés, el originario de Poturo, en el municipio de Churumuco, señaló durante su intervención que luego de haber estudiado en la Universidad de Newcastle, en Inglaterra, no fue fácil su inserción en la UMSNH, no obstante que su formación fue parte de un convenio entre la Casa de Hidalgo y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), que planteaba la incorporación de los posgraduados a la planta académica universitaria.
En aquello años, narró, las autoridades universitarias poco valoraban los estudios de posgrado, así que tuvo que buscar una entrevista con Fernando Solana, entonces secretario de Educación Pública, de quien celebró que los recibiera junto con el investigador y su maestro Santiago Cendejas Huerta, para plantearla la negativa de la UMSNH y fue así que a lo s pocos días del encuentro fue instalado como docente, incluido el pago que le había sido regateado por varios meses, situación que también agradeció “a las plegarias de mi mamá”.
Bedolla destacó que entre las mayores emociones de su vida, está el haber visto su nombre en la lista de aceptados del Colegio de San Nicolás de Hidalgo, situación que dijo lo hizo gritar: “¡por fin soy nicolaita!”.
Los comentaristas del texto, funcionarios y amigos del autor, elogiaron la sencillez con que Bedolla Becerril narra sus vivencias. Javier Gómez Orozco, no dudó en equipararlo con Ghandi y hasta Sócrates, al señalar que era “el hombre a seguir”, modelo en el que ponderó que aún y cuando al autor del texto se le había ofrecido trabajo en una universidad europea al culminar sus estudios en ciencias de los materiales en Newcastle, éste decidió regresar a la UMSNH, “a construir”.
Mario Chávez Campos, director de Educación Superior para el Magisterio de la SEP, señaló en su intervención que Bedolla se ha ubicado del lado de “causas justas” y lo definió como “un comunista”, no tanto como el fiel intérprete del aparato ideológico de esta doctrina política, “sino haciéndolo”, de sencillez como persona y quien gestionó obras de salud, de introducción de agua y electricidad a su pueblo natal, donde además propuso introducir nuevos cultivos para beneficiar a los productores locales.
