Desánimo electoral

Con el ánimo muy abajo, iniciaron en Morelia las campañas de Movimiento Ciudadano a diputaciones federales y al Senado. | Fotografía: Omar Ángel Chávez

El Proceso Político-Electoral 2023-2024 inició con mayor intensidad desde mediados del año próximo pasado, cuando los partidos políticos nacionales PAN, PRI, PVEM, PT, PRD, MC y Morena decidieron dejar a un lado principios, doctrinas ideológicas, estatutos y programas, para en coalición iniciar los procesos internos para la selección de candidatos a los diferentes cargos de elección popular, principalmente a la presidencia de la república.

 Los dirigentes de los partidos políticos de oposición saben bien que en forma individual es imposible ganar la presidencia de la república y el partido en el poder de mantenerla sin hacer coalición alguna. Razón por la que decidieron unir fuerzas y participar en coalición, por un lado  “Fuerza y Corazón por México” (PAN,PRI,PRD y un grupo de los dueños del dinero) y por el otro la denominada “Juntos Hacemos Historia” (Morena, PVEM, PT), es decir, se amontonaron sin escrúpulo alguno con el fin de arrebatar y defender el poder respectivamente.

Ambas coaliciones implementaron sus respectivos procesos internos de selección de candidatos y por supuesto sin pensar en promover la participación del pueblo en la vida democrática, más bien para barnizar de democracia y legalidad las decisiones tomadas con anticipación. El presidente López Obrador designó a su candidata, por su parte los dueños del dinero avalados por los dirigentes del PAN, PRI, PRD, hicieron lo propio, dejando al margen de dichas designaciones la participación del pueblo, por lo que, estará en su conciencia si son las mejores opciones para ocupar la presidencia.

Mañana, tarde y noche, en la casa, calles, avenidas, alamedas, bulevares, o en cualquier otro espacio publico, vemos propaganda electoral, escrita, verbal o visual, promocionando la participación de los partidos políticos y la imagen de sus candidatos que han postulado a los diferentes cargos de elección popular. La verdad es que los ciudadanos comunes y corrientes que conocemos un poco la historia de nuestro país, sabemos que todo seguirá igual y ya estamos enfadados, aturdidos y desilusionados con tanta información vana que a diario tenemos que digerir y todavía faltan 69 días de campaña, tres debates presidenciales y una multiplicidad de mesas de análisis.

A veces existe poca seriedad en algunas promesas de campaña, en ocasiones  hasta se utiliza un lenguaje inapropiado, lo que resulta un mal ejemplo para las niñas, niños y adolescente en pleno proceso de formación. Se llega al extremo de invitar a los electores a no tenerle miedo al éxito, menos al presidente de México, a Donald Trump, a Joseph Robinette Biden Jr. Posiblemente todo esto ocurra, debido a que las designaciones se hicieron en forma unilateral por los dirigentes de los partidos políticos y no mediante un procedimiento democrático como lo marcan las leyes electorales.

Al parecer conforme avanzan las campañas se van encontrando soluciones mágicas para restablecer el ciclo del agua; proporcionarle a la población educación y salud de calidad; combatir la corrupción; impunidad y delincuencia; encontrar a los desaparecidos; la creación de nuevas escuelas de tiempo completo, es decir, internados de enseñanza, primaría, secundaria, de educación media superior y superior, ya que esas son las verdaderas escuelas de tiempo completo, y no  las escuelas que en algún tiempo fueron adaptadas como instancias temporales, para cuidar a los alumnos de las madres trabajadoras unas cuantas horas más allá del horario escolar.

Se dice que ahora sí van a cambiar las cosas, a veces hasta dando muestras de una desmedida ambición por el poder, como cuando la candidata de la oposición le solicitó  un grupo de empresarios que le ayuden a conseguir votos, que hagan una pausa en sus actividades empresariales y que estos dos meses y medio que falta para que concluya la campaña, se dediquen a convencer a sus empleados a que el domingo 02 de junio emitan su voto a favor de ella, que de lo contrario, les dijo “nos llevará el carajo”; como si inconscientemente estuviera aceptando ser la candidata de un grupo de los dueños del dinero y representar sus intereses.

Por otra parte, no se escucha ninguna propuesta seria para atender las necesidades de los jóvenes, quienes, en esa etapa de la vida, aspiran, desean, anhelan que la familia se mantenga unidas, que los padres no tengan la necesidad de ausentarse del hogar en busca de mejores condiciones de vida. Asimismo, tienen la ilusión de terminar una carrera universitaria, que les permita conseguir un trabajo productivo y bien remunerado, poder adquirir una casa propia, formar una familia y participar políticamente para contribuir al mejoramiento de su comunidad. La mayoría de los jóvenes aspiran poder pertenecer algún día a la clase media mexicana, esa que se caracteriza principalmente por tener un ingreso familiar seguro y suficiente para cubrir sus necesidades de alimentación, salud, educación, recreación, hipoteca o renta, letra de un vehículo y todavía les quede algo para el ahorro o para solventar algún gasto catastrófico, sin que tengan la necesidad de hacer el uso del plástico crediticio.

Lo único que está provocando estas desordenadas campañas es el desánimo de los electores para acudir a las urnas a depositar el voto, cuando bien sabemos que nada cambiará que  todo seguirá igual que antes. Por un lado regresaríamos al pasado y por el otro, seguirá la impunidad para los funcionarios bribones y corruptos que han hecho grandes fortunas al amparo del poder político y además no se tenga voluntad de esclarecer crímenes  como la desaparición de los alumnos de la Normal de Ayotzinapa.

Todo esto puede desanimar a los electores a ejercer su derecho constitucional de elegir a sus representantes populares, mediante el voto libre y secreto, al igual como ha sucedido en otros procesos electorales. Según información del Instituto Nacional Electoral (INE), en 1994, el 77.16% de la lista nominal asistieron a votar; en el año 2000, lo hizo el 63.97%; en 2006 el 58.55%, la más baja votación en lo que va del presente siglo; en 2012 se incrementó un poco la participación al hacerlo el 62.08% y para 2018 prácticamente se mantuvieron los niveles de participación al registrarse una votación del 63.40 % de la lista nominal. Lo que significa, que en promedio el 65.40% de los electores acudieron a las urnas en estos cinco procesos mencionados.

El 14 de marzo del año en curso, fue el último día para que el INE entregara las Credenciales para Votar con Fotografía a las 98,598,990 (padrón electoral) personas mayores de 18 años con residencia en territorio nacional que la habían solicitado, de las cuales 51,222,578 mujeres, 47,374,307 hombres y 105 no binarios. Del total de esa cifra, 3,760,566 michoacanos.

A la fecha mencionada sólo 98,451,124, personas 51,152,698 mujeres, 47,298,321 hombres y 105 no binarios, que estaban incluidas en dicho  padrón electoral, agrupadas por distrito y sección ya se les expidió y se le entregó dicha  Credencial para Votar, pasando a  formar parte de  lo que se llama  lista nominal de electores. De ese total 3,751,972, michoacanos cuentas con sus credenciales, lo que significa que 8,594, paisanos, no las recogieron, por lo que no podrán votar el próximo 02 de junio.Por otra parte 1,479,902, mexicanas y mexicanos 823,202 hombres y 656,700 mujeres, cifra que incluye a  146,375 michoacanos,  que viven más allá de las fronteras, principalmente en los Estados Unidos de Norte América, solicitaron Credencial para Votar. Pero sólo 666,168, tiene en su poder las multicitada Credencial, lo que les permitió  o les permitirá elegir algunos representantes populares desde el extranjero.

De acuerdo con esta últimas cifras proporcionadas por el INE, que permanecerán sin cambio alguno hasta después de las votaciones del domingo 02 de junio del año en curso, podemos darnos cuenta que 38,672,769, personas que cuentan con su Credencial para Votar con Fotografía, lo que significa el 39.3% del listado nominal nacional viven en el área geográfica que ocupan: la Ciudad de México 7,934,971 electores, el Estado de México 13,039,753, Jalisco con 6,628,971, Puebla con 4,984,528 y Veracruz, con 6,084,546; por lo que sin duda alguna serán los espacios más competidos por los candidatos a los diferentes cargos de elección popular. Por otra parte, 1,895.268 jóvenes emitirán su voto por primera vez y seguramente lo harán a favor del candidato de su preferencia, el mismo que los logró convencerlos con la credibilidad de sus propuestas. Si consideramos el rango electoral de los 18 a los 29 años; podemos observar  con gran satisfacción que 26,501,502 de jóvenes, representan el  27.0 %, del listado nominal.

Asimismo, el otro grupo que al igual que el de los jóvenes me merece toda mi consideración y respeto, es el formado por quienes vamos cruzando la última etapa de la vida, ubicados entre los 60 años y más, y que según el INE, somos 18,492,362, personas, con credencial en mano, que con nuestro voto razonado, producto de nuestros conocimientos y experiencias vividas votaremos o bien reservaremos nuestro derecho de elegir a nuestros representantes populares para mejor ocasión.

 Sin darle más vuelta al asunto, suponiendo que el próximo domingo 02 de junio, de las 98,451,124 personas que conforman la lista nominal de electores sólo el 60.0 % acuda a votar, estaríamos hablando de un total 59,070,674 votos, por lo que hasta podríamos afirmar que los jóvenes de 18 a 29 años y las personas de 60 años y más con su voto o sin su voto, pueden decir la elección y cambiar para bien o para mal, el rumbo de la historia del país. Una mayoría de dichas personas que pertenecen a esos dos grupos de la población, viven en Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Veracruz.