LOGOS: Ignorancia jactanciosa; miasmas de la antidiplomacia

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. (Foto: especial)

Los ciudadanos en registro electoral en nuestro país son, actualmente, 99 millones, ochenta y seis mil veinte.

20 mil 708 cargos públicos (federales, estales y municipales) son objeto de la elección mexicana del 2 de junio próximo.

Dentro de los políticos que ocupan esos cargos, y los prospectos candidatos. a elegir, encontramos de todo.

Sin embargo, la supina ignorancia ha tenido un avance vertiginoso en el pensar, el decir y el hacer, de nuestros políticos actuales; y, con la reelección, han logrado estacionar en el gobierno su incompetencia, aumentando su voracidad, en el océano de las corruptelas.

Desde luego existen excepciones, pero son eso, raras avis.

El presidente argentino, Javier Gerardo Miley, señaló en una reciente entrevista: “Es un halago. Y aunque un ignorante como López Obrador hable mal de mí, me enaltece”.

Esa respuesta fue motivada por la imprudencia del presidente mexicano al aseverar: “La victoria del ultraderechista Milei se trata de un autogol argentino. Ignoro cómo ganó”.

Y claro, Milei observó la confesión de López: “Ignoro”; y quién revela que ignora, se convierte en un ignorante, al menos respecto al caso.

Empero, durante más de cinco años en el autocrático ejercicio del poder, la ignorancia de Amlo ha conducido a México al desastre.

Y su ignorancia, la ha llevado a grado de jactancia, convirtiéndola en contagiosa.

Al presidente López la diplomacia. Su ignorancia en las relaciones exteriores ha llevado a México al desastre.

El jefe nato de nuestra política exterior es camorrista y de barriada.

Durante muchos años el cuerpo diplomático mexicano fue nuestro orgullo: Gozaban nuestras doctrinas y aportaciones, en este campo, del reconocimiento internacional.

Empero, el actual presidente ha destruido todo lo que concierne a la Secretaría de Relaciones Exteriores; sus funcionarios son improvisados, sacados al azar en el revoltijo del obradorato.

Los ardides internacionales e incoherentes de López han dirigido a nuestro país a confrontar o reñir con una gran cantidad naciones: EU, España, China, Perú, Bolivia, Panamá, Rusia, Argentina, Ecuador, Ucrania, Israel, UE, Canadá, El Salvador, Colombia, entre otros.

El presidente Trump humilló al presidente López al aseverar: “Nunca había visto a un mandatario doblegarse tan servilmente”.

Ante tamaña afrenta, López Obrador ni pío dijo.

Ahora, el candidato republicano a la presidencia de EU vuelve a sus balandronadas: “El presidente mexicano pide para el problema de la migración más de 20 mil millones de dólares, yo no daré ni 10 centavos a ese abusivo”.

Y otra vez, doblegado por las bravatas de Trump, el presidente López Obrador guarda vergonzoso silencio.

Recién se metió con Ecuador, y provocó una infortunio.

Qué torpeza la del presidente mexicano de meterse en el proceso electoral de Ecuador. Incluso, con estúpido desaseo describió el asesinato de Fernando Villavicencio, un candidato presidencial de minorías. La viuda de éste se vio obligada a exigirle al presidente mexicano respeto para el fallecido.

El actual presidente del Ecuador, Daniel Novoa, declaró non grata a la embajadora mexicana en ese país, Raquel Serur: y México declaró rotas las relaciones entre los dos países, al ser allanado el recinto de la embajada mexicana en Ecuador, por parte de sus fuerzas armadas, para aprender a Jorge Glas, ex vicepresidente del Ecuador refugiado en ese espacio que, jurídicamente, forma parte del territorio mexicano.

El presidente del Ecuador violó principios del derecho internacional público. ¡No hay duda en ello!

Pero, su grave falta, no exime de responsabilidad al presidente López, puesto que éste, es generador de muchas miasmas, por su conducta antidiplomática.

Por cierto, el mismo presidente López es responsable de la debacle nacional; ante esta verdad a la vista de todos, los debates entre los candidatos presidenciales son formalidades secundarias.

Por otra parte, el eclipse del 8 de abril en Morelia fue parcial, el sol ocultará el 84.4 por ciento de su masa. Y durará este evento de las 10 horas 52 minutos a las 13 horas con 34 minutos.

Todos debemos gozar el evento, y cuidarnos la vista. Aprendamos, además, que no hay ningún poder que no se eclipse.