Detener saqueo de agua, piden habitantes de San Miguel del Monte

Se manifestaron a las afueras de una empresa que comercializa el agua que debería estar llegando a la comunidad.

La protesta vecinal, justo frente al depósito donde se comercializa el agua. | Fotografía: Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Michoacán a 10 de abril de 2024.- Con consignas como “¡El agua no se vende, se cuida y se defiende!” y “¡San Miguel unido, jamás será vencido!”, cientos de pobladores de esta Tenencia se movilizaron para exigir a Miguel Ángel Prado, dueño de Comercializadora Bicentenario, que deje de lucrar con el recurso hídrico de esta comunidad, ubicada al sur de Morelia.

El agua que se comercializa proviene del manantial de La Mina, pero pasa por el predio Puerta Colorada, que posee el presunto concesionario.

Los testimonios recabados durante la manifestación señalan que hace seis meses que el suministro en las casas disminuyó considerablemente, fecha con la que coincide el inicio de las operaciones de esta empresa que se dedica a la explotación del recurso hídrico.

Sobre todo mujeres, las manifestantes expusieron que solamente les llega en la noche –y a veces–, de modo que no pueden llevar a cabo las labores relativas al hogar y a los cuidados de la familia, como lavar ropa, bañar a los niños, hacer aseo y de comer.

“La mayoría de amas de casa trabajan todo el día en el hogar, en la noche yo siento que para todos, de una forma u otra, se hizo para descansar, ¿cómo se pone a echarnos el agua a las 8:00 de la noche? Un ejemplo, porque a veces no hay en la noche, es muy raro que haya”, dijo uno de los testimonios.

Entre otras consecuencias de esta escasez está la falta de agua potable, ya que es del mismo manantial de donde la población bebe, por lo que ahora tendrían que procurarse agua embotellada, lo cual representa mayores gastos diarios.

Si bien una de las soluciones sería almacenarla mientras es suministrada en las noches, no todos tienen los recursos materiales para hacerlo, pues carecen de pilas, depósitos o aljibes, incluso tinacos.

Una de las razones por las cuales no se había hecho pública esta problemática, tras seis meses de haberse comenzado a presentar, es el miedo que tienen los pobladores a las represalias, por lo que a partir de esta acción solicitaron seguridad.

“De aquí en adelante, lo que les pase a los integrantes del Comité y a los demás miembros de la comunidad, ya sabemos quién y contra quién, porque yo no estoy de acuerdo con que amenacen a la gente, yo quiero respeto, nada más venimos a pedir el agua, y que nos respeten, queremos seguridad”, dijo una de las ciudadanas.

Confrontado por el contingente a las afueras del domicilio de la empresa, Miguel Ángel Prado anunció que detendría el abastecimiento de pipas y, a pesar de que no se rompió un solo vidrio ni se dañó una sola unidad, amenazó también con denunciar por perjuicio a su negocio.

Él sostiene que cuenta con una concesión que le permitiría comercializar el agua. Mientras muchos de los consultados dicen nunca haber visto este documento, él, sin mostrarlo, evitó dar detalles sobre su contenido, argumentando un temor a ponerse en riesgo.

Lo único que comentó es que extraería diariamente entre 10 y 15 pipas de 10 mil litros al día, cada una de las cuales ofrece un servicio que costaría mil 800 pesos; sin embargo, el dato difiere con la percepción de los quejosos, algunos de los cuales dicen que son hasta 40 unidades diarias y otros, que 50.

Cuestionados por su falta de diligencia previa, e incluso bajo sospecha por presunta colusión con el presunto concesionario, estuvieron presentes en la manifestación autoridades del Comité del Agua de San Miguel del Monte y el jefe de la Tenencia, Leopoldo Campusano Tinoco.

Éste último dijo no tener facultades para atender el asunto y se negó a tomar parte en el conflicto, bajo la premisa de que no puede “incitar” a la comunidad “a hacer desmanes”, pero sí reconoció que Miguel Prado es amigo suyo y que ése sería su único “delito” (sic).

Apenas enterado de la problemática, Oscar Sereno, representante de la dueña del predio aledaño, Peña de San Pedro, ubicado precisamente donde nace el agua que pasa por Puerta Colorada, ofreció a los comuneros levantar un estudio con un ingeniero de su confianza para buscar la manera de resolver la necesidad de la población.

El día de ayer el presidente municipal de Morelia fue consultado al respecto, pero dijo desconocer la situación.

La comunidad decidirá en Asamblea las medidas que emprenderá para garantizarse el derecho al agua, al cual una concesión, presuntamente legal, les estaría impidiendo acceder.