Expresa Icomos preocupación por la mercantilización de Ciudades Patrimonio Mundial

Sobrecarga, masificación y los excesos del turismo son un peligro real para la conservación y para la vida urbana, reconoce funcionario.

Morelia, ejemplo de deterioro patrimonial en aras de intereses comerciales. | Fotografía: Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Preocupa la mercantilización de las Ciudades Patrimonio Mundial al Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (Icomos), según expresó Carlos Alberto Hiriart Pardo desde el Centro Histórico de Morelia, ciudad que en 1991 recibió esta distinción por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).

El discurso fue con motivo del Día Mundial de Monumentos, donde enlistó una serie de amenazas de las que, aunque todavía se encontrará lejana, ya deben preocupar a la capital de Michoacán.

“Uno pensaría que cuando Unesco declara un sitio patrimonio mundial todo va a ser fiestas y platillo. No, los primeros que son afectados son la población local, se encarece la ciudad, se impulsa el turismo de manera desmedida, y las autoridades no son capaces de hacer una gestión integral o transversal, en muchos casos, para evitar que los habitantes tradicionales salgan expulsadas de manera consciente o inconsciente”, expuso.

Para atenderlo, dijo, convocó a gobiernos, en conjunto con la sociedad civil, a atender los principios de la Carta de Venecia, firmada en 1964, en donde se contienen algunos principios que se retoman para la conservación y restauración de sitios y monumentos patrimonio de la humanidad.

“Parece ser que poco hemos entendido estos documentos, o no queremos entenderlos, desde la perspectiva institucional y también académica. Nos acomodamos a lo que nos conviene en muchos casos, para hacer como que no veo muchos de los problemas globales”.

Entre lo que hay que reforzar o reformular, precisó el orador, están las políticas de planeación urbana para frenar el proceso acelerado de despoblamiento y expulsión de la población tradicional en estas ciudades, generados por la “preponderante función turística” que le dan los gobiernos locales “a partir de su marketing como patrimonio mundial”.

“La sobrecarga, masificación y los excesos del turismo son un peligro real para la conservación y para la vida urbana, que puede contribuir a que la marca Unesco, hoy con un indiscutible prestigio, se pueda convertir en un enemigo de todo el patrimonio”, citó.

Aplaudió que el gobierno de Morelia reconozca estas amenazas al patrimonio mundial, pero agregó que lo que toca, en consecuencia, es proponer soluciones y comprometerse con ellas.

En el evento estuvo presentes Gaspar Hernández Rizo, gerente del Centro Histórico de Morelia, quien, entrevistado al respecto, evitó pronunciarse sobre lo dicho.