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Por no haber impedido el ataque del 7 de octubre, jefe de inteligencia militar israelí renuncia

Israel se declaró el 7 de octubre de 2023 en estado de guerra tras el lanzamiento de misiles de cohetes y la infiltración del movimiento islamista Hamás a territorio israelí con un ataque sorpresa sin precedentes. | Fotografía: EFE

Tel Aviv, Israel.- El jefe de inteligencia militar israelí renunció a su puesto por el ataque sin precedentes de Hamás del 7 de octubre, dijo el lunes el ejército; se convirtió en el primer alto cargo israelí que renunciaba por los fallos en torno al ataque más mortal en la historia de Israel.

Según The Associated Press, la renuncia del mayor general Aharon Haliva podría abrir camino a más renuncias previstas de miembros de la cúpula de seguridad israelí por el ataque de Hamás.

“La dirección de inteligencia bajo mi mando no estuvo a la altura de la tarea que se nos había confiado. Desde entonces llevo conmigo ese día negro, día tras día, noche tras noche. Llevaré conmigo para siempre el espantoso dolor de la guerra”, escribió Haliva en su carta de renuncia, que fue dada a conocer por el ejército.

Poco después del ataque en octubre, Haliva dijo públicamente que asumía la responsabilidad de no haber impedido el ataque como jefe del departamento militar encargado de enviar al gobierno y el ejército avisos de inteligencia diarios.

El jefe del ejército aceptó la renuncia de Haliva y le dio las gracias por sus 38 años de servicio, informó el ejército.

Había expectativas generalizadas de que Haliva y otros líderes militares y de seguridad renunciaran por los grandes errores que llevaron al ataque del 7 de octubre de 2023 y a la escala del asalto.

Sin embargo, no estaba claro cuándo se producirían esas dimisiones porque Israel sigue combatiendo a Hamás en Gaza y cruzando fuego con el grupo armado libanés Hezbollah en el norte.

Las tensiones con Irán también son altas tras ataques entre los dos países rivales. Algunos expertos militares han dicho que sería irresponsable que renunciaran en un momento en el que Israel combate en varios frentes, y podría interpretarse como un indicio de debilidad.

Mientras que Haliva y otras personas han aceptado la culpa por no haber impedido el ataque, otros han evitado hacerlo, en especial el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que ha dicho que responderá a preguntas difíciles sobre su labor pero no ha reconocido una responsabilidad directa por permitir que se produjera el ataque. Tampoco ha indicado que vaya a dejar el puesto, aunque hay un creciente movimiento de protestas que reclama que se celebren elecciones pronto.

El líder opositor israelí Yair Lapid celebró la renuncia, que calificó de “justificada y digna”.

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