ECOS LATINOAMERICANOS: Cada país conforme a sus propios intereses

Tik Tok es una compañía que está otorgándole una enorme cantidad de divisas al régimen chino. | Fotografía: France 24

En días pasados la cámara de representantes de Estados Unidos aprobó una serie de medidas, entre las que destacan paquetes de apoyo económico a Ucrania, Israel y Taiwán, todo ello ante los conflictos armados en los cuales los dos primeros países están involucrados y a causa de las tensiones con la China continental que en este momento tiene el tercer país señalado.

Sin embargo, lo que más destacó dentro de la aprobación de este paquete legislativo no fue el apoyo económico a estos países, sino directamente fue el ultimátum fáctico que hicieron los congresistas estadounidenses a la red social Tik Tok. Básicamente lo que han hecho con este acto legislativo es obligar a que dicha empresa en Estados Unidos venda todos sus activos a otra compañía que sea estadounidense, toda vez que Tik Tok es china.

Lo anterior significaría que Tik Tok ya no estaría directamente administrado por la filial estadounidense, sino en la práctica tendría que ser una compañía oriunda de dicho país la que haría eso. Estados Unidos señala que China está utilizando Tik Tok para promoción de propaganda y otras acciones de ese estilo en el público estadounidense, China lo niega rotundamente.

La realidad es que de cierta forma ambos países tienen razón. Por un lado, es cierto que Tik Tok no hace una promoción directa del gobierno chino o de su propaganda, aunque eso no exime que efectivamente los datos de los usuarios de dicha red si quedan bajo resguardo de servidores chinos, y dado que el régimen chino tiene en términos político “subyugadas” a todas las compañías, ya sean públicas o privadas, en dicho país, el obtener los datos de los usuarios no es un problema para el régimen.

Claro, tampoco quiere decir que países como Estados Unidos no presionen a las compañías de redes sociales de su propio territorio para obtener información de sus usuarios. Incluso acorde a las políticas de algunas de estas redes sociales, como Facebook, por ejemplo, permiten a la compañía disponer de la información que tengan como mejor lo convengan sin que el usuario pueda reclamar por ello. No obstante, la presión que podría tener el gobierno estadounidense en las redes sociales de dicho país es mucho menor en comparación con la que hace el gobierno chino, en parte también por la contención institucional hacia las autoridades que existe en Estados Unidos, la cual es inexistente en la República Popular China.

Pero realmente lo que ocurre es que Tik Tok es una compañía que está otorgándole una enorme cantidad de divisas al régimen chino, y las autoridades estadounidenses temen que en algún momento la señalada red social desbanque del lugar a aquellas redes sociales de origen estadounidense, es decir, estamos presenciando un refinado caso de política proteccionista en Estados Unidos.

Debido a esta maniobra probablemente muchos consideren que la actitud estadounidense es contradictoria e hipócrita con sus principios de libertad de comercio. En teoría es cierto, hay una contradicción entre el discurso ideológico y la práctica política. Pero se entiende que Estados Unidos vea antes por su interés nacional que por su interés ideológico. Y debe decirse que no es la única nación, Francia, Rusia, Inglaterra, y hasta la propia China hacen eso.

Son justamente las grandes potencias las que comprenden bien la necesidad de preservar sus intereses nacionales sobre cualquier otra cosa, incluyendo las ideologías. Referenciando a Deng Xiaoping, el reformista de la China moderna, “da igual de que color sea el gato mientras cace ratones”, entendiendo con ello que la ideología es meramente una herramienta para llegar a determinado fin. Es la lógica del pragmatismo con un fin de interés nacional lo que les ha permitido a países desarrollados ser justamente eso.

Ahora bien, en Latinoamérica las circunstancias no han ido por ese rumbo, la falta de gobiernos patrióticos precisamente ha ocasionado en diversos momentos que las élites gobernantes se hayan decantado por determinadas ideologías o proyectos políticos que poco o nada ayudan a desarrollar el crecimiento nacional, el desarrollo social de la población ni tampoco el posicionamiento de poderío geopolítico del país.

Esta falta de pragmatismo para encontrar el desarrollo nacional aun no termina por desaparecer de la región. El ejemplo más reciente son las políticas tomadas por el gobierno de Javier Milei en Argentina, quien parece mucho más obsesionado en seguir a rajatabla las viejas recetas geoeconómicas del manual del liberalismo económico, que realmente velar por el interés nacional argentino; ello se ha traducido en fuertes roces diplomáticos con países vecinos, falta de crecimiento, reducción de poder adquisitivo, tensión política al interior, y graves afectaciones en los sectores académicos y personal jubilado.

Pero como este hay otros ejemplos. No debe perderse de vista que para lograr un desarrollo exitoso siempre tiene que prevalecer el ideal nacional por sobre todo lo demás. Estados Unidos ha recurrido no solo por esta ocasión, sino en otros momentos de su historia a la restricción de comercio y proteccionismo económico, como también China o Rusia han recurrido a privatizaciones y liberalizaciones económicas en determinados sectores de su industria para favorecer el crecimiento en pro del desarrollo económico nacional.

Y eso justo eso, el desarrollo económico nacional, es lo que debe ser guía para cualquier élite política. Privatizar o estatizar por mera doctrina política o económica no hace ningún sentido, debe siempre obedecerse a un punto y propósito para realizar estas acciones, en este caso específico buscar el bien mayor a través del interés nacional. Esperemos que las autoridades latinoamericanas lo entiendan en algún momento cercano.