Inicio Opinión ECOS LATINOAMERICANOS: El futuro de los partidos políticos en México

ECOS LATINOAMERICANOS: El futuro de los partidos políticos en México

Por primera vez 11 partidos políticos participarán en el actual proceso electoral. | Agencia Comunicación Gráfica

Cada vez falta menos para las elecciones presidenciales, las cuales se realizarán en poco más de tres semanas. Por lo pronto parece que Claudia Sheinbaum está a la cabeza, con una ventaja relativamente amplia sobre la segunda en las preferencias, Xóchitl Gálvez, y en un tercer y lejano lugar se encuentra Jorge Álvarez Máynez.

Aunque aún hay un trecho de tiempo importante de aquí al 2 de junio, si no hay algún factor exógeno importante que modifique radicalmente el panorama político-electoral actual, todo apunta a que Sheinbaum se quedará con la victoria, en tanto Gálvez como Máynez tendrían que conformarse en estar en la oposición por otros seis años más.

Sin embargo, independientemente de lo que ocurra con estas elecciones y sobre todo con las candidaturas a la presidencia de la república, algo que no debe perderse de vista es la situación poselectoral que estarán afrontando cada uno de los partidos políticos actuales, tanto del oficialismo como de la oposición.

La situación de los institutos políticos es de suma relevancia para entender la forma en la que se estará llevando a cabo el proceso de gobernabilidad, así como de modificaciones legales e institucionales que cada uno de los liderazgos políticos pretenda realizar. Sin embargo, como es de esperarse, los partidos llegan en distintos tipos de condición política dependiendo de cual se trate.

Por un lado, dentro de la coalición oficialista Seguimos Haciendo Historia que tiene de candidata a Sheinbaum, la integran tres partidos: MORENA, PT y el Partido Verde. El más grande y con mayor grado de competitividad y recursos es MORENA, dicho partido es el más joven de la coalición ya que contendió oficialmente por primera vez en 2015.

Este partido es el que más ha hecho crecer su marca como instituto político, generando con ello que muchos políticos pertenecientes a partidos de oposición, especialmente el PRI y el PAN, estén buscando mudarse a las filas del partido guinda con el afán de incrementar sus posibilidades de obtener algún cargo público o puesto político de relevancia. No cabe duda de que electoralmente le irá bien al partido fundado por López Obrador ya que está colocado en primer lugar en las preferencias, sin embargo, a pesar de ello, el futuro de este partido todavía no está claro.

Lo anterior por dos circunstancias políticas interrelacionadas: la primera es la probable llegada a la presidencia de Sheinbaum, quien en teoría estaría ahora ejerciendo el máximo puesto de poder político en la república, y la segunda es justamente la salida de López Obrador del cargo de la presidencia. MORENA se conformó aglutinando diversos liderazgos políticos en torno a la figura de AMLO, permitiéndole a este último ser el líder indiscutible de dicho partido, lo cual hasta cierto punto le ha facilitado la gobernabilidad dentro de su propio instituto político, sin embargo, queda la duda sobre lo que sucederá con este cúmulo de liderazgos cuando Obrador ya no esté más en el cargo. ¿El partido guinda se mantendrá completamente leal a Sheinbaum o habrá fisura significativas al interior al ya no ser Obrador quién ejerza la presidencia? Esta duda solo podrá resolverse con el paso del tiempo.

En caso del Partido Verde y el PT las dudas aumentan aún más. Ambos partidos han sido beneficiados en el sexenio de López Obrador, y han servido como bote salvavidas para mantener en el juego político a personajes que seguramente tendrían muchos más obstáculos si hubieran decidido afiliarse a MORENA. Sin embargo, la preferencia electoral no favorece mucho a ninguno de estos dos institutos políticos.

Tanto PT como Partido Verde apenas logran pasar el umbral del 3% en la mayoría de las encuestas, por lo tanto, hay un riesgo real de que pierdan el registro si no logran tener una votación amplia. En caso de que logren mantener su registro es probable que opten por mantener la actual alianza que tienen con MORENA. En el caso del Partido Verde es más por pragmatismo político, mientras que el PT por razones más ideológicas.

Ahora, sobre la principal coalición opositora, Fuerza y Corazón por México, que está conformada por el PRI, PAN y PRD, la historia por lo visto será bastante distinta. Por un lado, el PRD tiene una intención de voto que apenas roza el 3%, incluso hay posibilidad real que el Partido Verde o el PT lo rebasen, o pierda el registro. De todos modos, el sol azteca es apenas una carcaza de lo que alguna vez fue, ya casi no tiene ni militancia ni simpatizantes, sosteniéndose apenas en algunos estados, y ello gracias al respaldo de los otros dos partidos, por lo que el futuro de este instituto fundado por Cuauhtémoc Cárdenas no se ve muy prometedor, al menos por lo analizado en la mayoría de las encuestas.

De forma más moderada lo mismo puede decirse para el PRI. Si ya de por sí en las elecciones presidenciales pasadas el candidato del partido tricolor, José Antonio Meade, quedó en un bajo tercer lugar que no logró siquiera llegar al 20% de la votación nacional, el panorama actual luce mucho menos positivo para el que alguna vez fue el partido hegemónico durante 70 años. Ahora, ya ni siquiera tiene una candidata propia, Gálvez hizo prácticamente toda su carrera política en el PAN, y el PRI únicamente llegó para abanderarla por acuerdo político entre las élites de estos dos partidos.

Lo anterior ha dejado algo insatisfecha a la militancia de base, al punto que varios de sus cuadros más fuertes tales como Osorio Chong o Claudia Ruiz Massieu han renunciado al señalado partido. Aun así, no está en riesgo real de perder su registro como instituto político, pero si tiene una gran probabilidad de sacar una votación hasta incluso más baja que en el 2018, lo cual lo vislumbraría como un partido que está perdiendo mucha fuerza política.

A pesar de todo, es probable que el nuevo gobierno deba considerar tratar con sus legisladores, ya que, aun estando debilitado, será un instituto político que por lo menos tendrá un piso mínimo de 15% de congresistas.

El PAN es el partido de oposición que estará mejor posicionado tras las próximas elecciones. Su candidata fue la que terminó colocándose como la rival de Sheinbaum, lo cual aumenta la popularidad del partido blanquiazul. Incluso así, la campaña de Gálvez no termina de hacerla crecer como para que alcance a Sheinbaum en la carrera por la presidencia. Sin embargo, por el mero hecho de ser el partido opositor con mayor intención de voto dentro de la coalición, ya eso le asegura que será el instituto político de la oposición con más congresistas.

Esto último se traduce en que seguramente el PAN será el partido que más esté tratando de oponerse a las políticas de la 4T en caso de que Sheinbaum resulte electa. Aunque no debe subestimarse la enorme tensión que existe entre la dirigencia panista, encabezada por Marko Cortés, y las bases del partido, quienes no han visto con buenos ojos las políticas de Cortés respecto a la actual alianza que se tiene con el PRI y el PRD.

Finalmente, Movimiento Ciudadano es el partido que más crecimiento político tendrá de manera proporcional. Máynez entiende que es prácticamente improbable hacerse con la presidencia nacional en esta elección, sin embargo, su estrategia es posicionar a su partido para fortalecerlo en el sexenio venidero y tener una chance mucho más amplia para el 2030.

Por lo pronto el partido naranja parece apostarle a alcanzar el umbral del 10% en la preferencia, lo cual, al tratarse de un partido pequeño y sin alianzas, sería toda una proeza. Parte de este objetivo explica por qué Máynez se enfoca tanto en darse a conocer como figura pública al tiempo en que trata de mostrarle a los diversos sectores poblacionales proyectos y propuestas con mayor detalle y profundidad que sus dos adversarias.

Un régimen pluripartidista no es sencillo de estabilizar, México no es la excepción, por lo pronto será hasta que se cuente el último voto para saber cómo quedará conformado el próximo reacomodo de fuerzas políticas a nivel nacional. Pero más importante aún, hay una enorme incertidumbre sobre el futuro que tienen los partidos políticos mexicanos, por lo mismo la ciudadanía debe vigilar y prestar suma atención a lo que ocurra los siguientes meses dentro de los partidos nacionales, especialmente tras la salida de López Obrador de la presidencia.

Salir de la versión móvil