Morelia, Mich.- Somos el discurso más vendible, pero la acción menos rentable, sentenció Deni Ávalos, abogada y feminista de la corriente autodenominada radical, en torno a los avances en las agendas de derechos de las mujeres y, por ende, en las postuladas por las distintas candidaturas a cargos ejecutivos y legislativos, tanto a nivel local como federal.
Uno de los aspectos que destacó, en el transcurso de las campañas, la defensora de derechos e integrante de la colectiva Vestales es el hecho de que todas las personas que quieren el voto a su favor utilizan un lenguaje incluyente (“las y los”), pero “en las propuestas políticas no encontramos absolutamente nada”.
Es decir, no habría consideraciones puntuales y serias sobre el acceso a la justicia, sobre las tres jornadas de trabajo remunerado que tienen las mujeres y la otra, la de los cuidados no remunerados, sobre movilidad en el espacio público con perspectiva de género, sobre los obstáculos para la escolaridad y acceder a una educación sin estereotipos, entre otros.
“Porque saben los costos. Por ejemplo, se les cuestiona cuando votan por el derecho a la salud, a la sexualidad libre y autónoma, saben que van a perder puntos, pero sí es un tema que les importa el 8M o el 25N”, añadió, esto último, en relación con los días Internacional de la Mujer Trabajadora y el Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, cuando los partidos y personajes políticos hacen pública su presunta solidaridad, alianza y compromiso con la agenda de los derechos de las mujeres.
El Estado Mexicano, recordó, en sus tres poderes y sus tres niveles de gobierno, tiene la obligación de cumplir con dos ordenamientos internacionales que firmó, y hacia los que cada tanto tiene que rendir cuentas, como la Convención para eliminar Todas las formas Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) y la Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
No obstante, la constante es la falta de cumplimiento, pormenorizó: falta de armonización de las leyes, falta de capacitación en los servidores públicos (jueces, legisladores, ministerios públicos), falta de sensibilidad, falta de interés genuino, falta de criterios, y de respeto al marco normativo, ausentes, según ella, tanto de los gobiernos actuales como de los discursos de las candidatura.ss.
“Lo que hablan los candidatos tiene que ver, siempre, con tres temas: la seguridad, que seguimos padeciendo; la otra, la economía, que sabemos que no nos llega a nosotras, porque siguen poniendo trabas para el desarrollo de las mujeres, y la tercera, que siempre vamos a escuchar, a mí me encanta, ¡cómo les gusta llenarse la boca de eso!, es la de que ‘sí estamos a favor de las mujeres porque, pobrecitas, yo también tengo una madre, yo también tengo una hermana’. Escuché en una ocasión a un candidato decir ‘yo tengo muchas mujeres a mi alrededor, es más, hasta mi perra es mujer’… así pretende comprender la dimensión de todo lo que nosotras vivimos día con día”.
Es “terrible” calificó, la manera en que las candidaturas firman agendas, se toman fotos, sin compromisos reales, no sólo con la agenda de las ciudadanas organizadas, sino también con aquello a lo que les obliga la ley.
A pesar de que los índices de violencia contra las mujeres “siguen siendo altísimos” y, a pesar de que lo que se ha hecho no habría reducido la percepción de inseguridad en las mujeres, las propuestas al respecto en Morelia, ejemplificó, por ejemplo, “no tienen mayor peso”, como tampoco lo tendrían en los otros trece municipios con declaratorias de Alerta por Violencia de Género (AVG).
A ello agregó que los partidos no han cumplido ni siquiera las cuotas de género establecidas por la legislación electoral, y resaltó que en la contienda por la presidencia municipal de la capital del estado no haya más que una candidata mujer.
Las declaraciones se hacen a pesar de que en el ámbito federal dos de las tres candidaturas a la presidencia de la República corresponden a mujeres.
