Morelia, Mich.- Ubicada a tan solo a media cuadra de la plaza principal se encuentra el lugar en donde fue asesinada la alcaldesa de Cotija, Yolanda Sánchez Figueroa, el sitio no ha sido resguardado por las autoridades de justicia, solamente a su lado yacen unas veladoras, así como la cal que fue tirada para tapar las manchas de sangre, donde fue atacada la presidenta municipal de esta región.
Con perforaciones que se atribuyen a armas de fuego de alto calibre, la fachada del gimnasio donde acudía todos los días aún tiene las marcas de este asesinato ocurrido en la noche de este lunes en Cotija.
Las calles del pueblo, así como su plaza permanecen solitarias, mientras que la presidencia municipal ubicada a tres cuadras de dónde ocurrieron los hechos, permanece cerrada y está totalmente resguardada por el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional y Civil.
La población tiene miedo a hablar incluso se niega a dar testimonio de su sentir sobre el fallecimiento de la alcaldesa, pues refieren: “Cualquier cosa que digamos la pueden tomar a mal”.
En una localidad que es totalmente migrante, se percibe el temor, el silencio, algunos de los que pasan junto al lugar en donde fue acribillada la presidenta municipal, se persignan, otros llegan a soltar unas lágrimas, sin embargo, hay total hermetismo sobre las circunstancias en que se dieron los hechos.
A la población también acudió la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, así como el Ejército Mexicano.
Se espera que el cuerpo de la alcaldesa arribe cerca de las 4 de la tarde a la funeraria Chávez, misma que está ubicada en este municipio.
