Sin cambio sustantivo no puede haber transformación

Oficinas centrales de la Secretaría de Educación Pública.| Fotografía: Archivo

En la Ley General de Educación se define al Sistema Educativo Nacional (SEN), como  “el conjunto de actores, instituciones y procesos para la prestación del servicio público de la educación que imparte el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o reconocimiento de validez oficial de estudios, desde la educación básica hasta la superior, así como por las relaciones institucionales de dichas estructuras  y su vinculación con la sociedad mexicana, sus organizaciones, comunidades, pueblos, sectores y familias”.

También se dice que  la persona que sea la titular de la Secretaría de Educación Publica presidirá el SEN y será el responsable de su funcionamiento y operación de acuerdo a las disposiciones reglamentarias correspondientes. Teniendo como función principal elaborar las políticas publicas de educación que le permita a la población, adquirir, actualizar, completar y ampliar sus conocimientos y desarrollar sus capacidades, en forma continua, para alcanzar un desarrollo personal,  mejorar sus condiciones de vida y contribuir al desarrollo nacional.  

Para que así suceda, esa responsabilidad deberá recaer en una persona que tenga una sólida preparación  académica, con  una amplia experiencia en la planeación, planificación, organización, ejecución y evaluación de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Además, con habilidad de liderazgo, bien informada, negociadora, que genere confianza entre los sus colaboradores, que sea un ejemplo a seguir, equilibrada, justa, solidaria, visionara y con vocación de servicio al prójimo. Que no se vuelva a repetir la formula que ha prevalecido en el primer sexenio de la Cuarta Transformación: 90% de lealtad o sumisión y 10% de conocimientos.

En pocas palabras, quien sea nombrado secretario (a) de Educación, si realmente tiene interés y voluntad de mejorar la calidad de la enseñanza que se imparte en las escuelas publicas, deberá empezar a poner orden en el Sistema Educativo Nacional, empezando por nombrar a las personas idóneas en los mandos superiores en cada una de las 50 Unidades administrativas; los 9 Órganos administrativos desconcentrados y en las diferentes Unidades subalternas que conforman la estructura administrativa autorizada y de acuerdo a sus funciones establecidas en el Reglamento Interior y en el Manual de Organización General de la Secretaria.

Asimismo, deberá conocer a fondo el diagnostico de la situación que guarda el SEN, mismo que por supuesto quedará incluido en el Programa Nacional de Educación 2024-2030 y formara parte del Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030, que se emita en el marco del Sistema Nacional de Planeación y con base en las políticas que para el logro de los objetivos y prioridades del desarrollo nacional determine la Presidenta de la Republica. A fin de que se establezcan las prioridades nacionales en materia educativa y evitar que recursos presupuestales se utilicen en ocurrencias que nada tienen que ver con el mejoramiento de la calidad de la enseñanza del pueblo.

Sera importante que la SEP en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), actualice el censo general de trabajadores de la educación de 2013, para conocer las características laborales del personal: directivos, investigadores, docentes, maestros o profesores, personal administrativo y de intendencia, así como  su centro de adscripción y tipo de actividad: preescolar, primaria, secundaria, medio superior y superior; por modalidades: escolarizada, no escolarizada y mixta.

Con dicha información actualizada sobre el particular se podrá realizar una programación-presupuestación sectorial anual más apegada a la realidad, priorizando necesidades y evitando pendientes presupuestales que normalmente se reflejan en manifestaciones publicas de docentes, maestros o profesores, solicitando el pago de salarios y prestaciones económicas devengadas, y que personas que no realizan ninguna actividad educativa sigan cobrando quincenalmente.

Asimismo, en necesario que se haga un censo de la infra-estructura educativa existente, para conocer las condiciones físicas en que se encuentran: aulas, laboratorios, talleres, bibliotecas, sanitarios, cafetería, áreas deportivas, recreativas y de convivencia en común y establecer un programa emergente de mejoramiento de los centros educativos y se pongan en condiciones adecuadas para realizar el proceso de enseñanza-aprendizaje durante 185 ó los 200 días de clases efectivas como lo establece la Ley General de Educación y lo ordena la SEP en los calendarios escolares correspondientes y no se sigan suspendiendo clases por lluvias, ventarrones, corrientes tanto frías como cálidas o simplemente por falta de ventilación.

Bien sabemos que durante la pandemia del  COVID-19, las autoridades educativas dejaron abandonadas miles de instalaciones educativas, las cuales fueros saqueadas y vandalizadas por las delincuencias locales, y que muchas de estas aún siguen con serias  afectaciones. Cuando se regreso a las aulas, fueron los padres de familia quienes en la medida de su posibilidades, medio acondicionaron miles de espacios educativos para que sus hijos pudieran reanudar las clases presenciales y no se incrementara más su rezago educativo, el cual se ha estimado en dos ciclos escolares, que a estas alturas resulta difícil de revertir, para poder competir en igualdad de condiciones en el mercado laboral con profesionistas  similares que tuvieron mejores oportunidades en su aprendizaje.

Por eso me llamó la atención que parte del contenido de la conferencia de prensa del Presidente de México, del día miércoles 26 de junio de 2024, fue una información que la Secretaria de Educación Pública y dos de sus colaboradores, presentaron con relación a un llamado “Plan de Estudio 2022”, que según su versión transformó la educación nacional, al lograr incrementar los salarios de los trabajadores de la educación en un porcentaje superior a la inflación, con una inversión de 191MMDP, adicionales al presupuesto; la basificación de 960,000 maestras y maestros, la dotación de 160 millones de Libros de Textos gratuito para el ciclo escolar 2024.2025; para preescolar, primaria, secundaria y telesecundaria, cantidad superior en 7 millones de libros con relación a 2023-2024.

Haciendo mención que los nuevos Libros de Texto Gratuitos, fueron elaborados por docentes, innovadores, especialistas, normalistas y creadores visuales de todas partes del país. Que mediante el Programa denominado La Escuela es Nuestra, que inicio su operación el  03 de octubre de 2019, se realizaron diversas acciones de mejoramiento durante 2019-2024, beneficiando a 173,651 escuelas publicas de educación básica, lo que significa el 99% de las 174,628 existentes, con una inversión “social histórica” de 84 MMDP. Asimismo, se informó que durante ese mismo periodo en el Programa “Becas para el Bienestar Benito Juárez”, se otorgaron un total 23.37 becas escolares, con una inversión de 404 MMDP, beneficiando a alumnos inscritos en educación básica, media superior, superior y pos-grado, de ser cierta esta información, sólo se atendió una parte de SEN, sin que se haya habido algún cambio sustantivo en la enseñanza-aprendizaje.

Si esa información fuera cierta, quedaría pendiente lo mas importante del proceso de enseñanza-aprendizaje como la actualización de los planes y programas de estudio de acuerdo a las nuevas necesidades  del sector productivo de bienes y servicios; el mejoramiento de las condiciones laborales de los docentes, maestros o profesores, con salarios suficientes para solventar sus necesidades básicas de una familia; modificar el procedimiento administrativo para reclutar, seleccionar y contratar profesionistas que quieran hacer de la educación una forma de vida; hacer realidad la educación gratuita y de calidad; realizar una selección de personal directivo en función de sus méritos académicos y laborales y sobre todo no inventar modelos educativos, que en nada mejoran la calidad de los aprendizajes y solo justifican tiempo laboral y utilización de recursos presupuestales.

Es resumen, las nuevas autoridades educativas, deberán de realizar una auditoria técnica administrativa para conocer cómo y en qué se utilizaron los recursos presupuestales asignados al sector educativo durante el primer sexenio de la Cuarta Transformación y sancionar a los responsables del retroceso educativo y de que se siga impartiendo enseñanza de mala calidad en las escuelas públicas del Sistema Educativo Nacional.

Sin cambio sustantivo no hay transformación, solo se alimenta la demagogia.