LA PSICOLOGÍA EN EL DERECHO: Paridad de género en el proceso electoral

El Consejo General del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), aprobó el viernes 4 de septiembre, el calendario del proceso electoral (2020-2021), en él se encuentran las actividades y plazos de todo el proceso electoral, el día de ayer (6 de septiembre) dio inicio oficialmente el proceso electoral.

En este proceso se deberá observar la paridad de género para garantizar la participación política de las mujeres atendiendo las tres siguientes condiciones:

  • La obligación que tienen los partidos políticos de postular en el mismo porcentaje a la persona que encabeza la fórmula de diputadas/os o plantilla del ayuntamiento.
  • La obligación que tienen los partidos políticos de asegurar la igualdad de circunstancias y posibilidades de postulación para ambos géneros.
  • La obligación que tienen los partidos políticos de postular, en igual proporción de géneros a candidatas/os de un mismo ayuntamiento, de los distritos electorales y las candidaturas a diputadas/os, así como las candidaturas independientes. 

Sin embargo, aunque la paridad género esté presente, el reto es mayúsculo, alguna vez te has cuestionado ¿por qué un gran porcentaje de mujeres aun teniendo habilidades de liderazgo y reconociéndose lideresas no aspiran a puestos políticos?

Flavia Freidenberg, al respecto opina: “Las mujeres aún enfrentan dificultades al momento de querer acceder a un cargo de representación política. Tres son los procesos que deben sortear una mujer para dedicarse a la política: elegirse a sí misma (y superar los techos de cemento); ser   seleccionada   por   el   partido (y   superar   los   techos   de   cristal existente dentro de la organización partidista) y ser elegida por el electorado (y superar los estereotipos de género).”

Al primero punto al que hace referencia la investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, está relacionado con el hecho de despojarnos de la idea de tener que atender la vida privada al 100% como si fuésemos las únicas responsables, porque para nosotras la sociedad nos sigue cuestionando el rol de madres y/o esposas y nosotras seguimos cargando la culpa de no lograr atender todos estos roles estereotipados, que en algunos momentos nos llevan a cuestionarnos si seguimos avanzando o nos dedicamos a ser buenas madres y/o esposas o ambos en muchos casos.

El segundo, es decir, ser seleccionada por el partido político, pues ahora tenemos mayor posibilidad por lo menos, al estar obligados los institutos políticos a cumplir con la paridad, pero no olvidemos que los partidos políticos han sido históricamente un espacio de hombres, esto se ha reforzado mediante la educación patriarcal aludiendo a que las mujeres no somos capaces de tomar decisiones racionales, objetivas y determinantes, como si en el  ejercicio político la mujeres cumpliéramos en rol de madres en la política y no como personas. Y por otro lado si ya eres seleccionada por el partido político, te tienes que enfrentar al hecho de la sombra de algún líder que considere que debes de ser acompañada no de forma colaborativa y de equipo, sino más bien por esta idea de que tienen que fortalecerte para no perder los objetivos que se tienen dentro de los partidos políticos.

Y ya con esta carga que se va haciendo cada vez más pesada, y llegar al tercer punto; que se refiere a ser elegida por la ciudadanía, porque ahora nos tenemos que enfrentar al hecho de que en la votación de las y los candidatos hay un componente importante que es la percepción, es por ello que para las y los políticos es importante la imagen, y lamentablemente las y los ciudadanos también hemos sido reforzados en la educación machista demostrando mayor confianza en los liderazgos de hombre que en el de las mujeres, sigue instalado el pensamiento en el inconsciente colectivo sobre que la política está diseñada exclusivamente para los hombres. Y del trabajo que tenemos que seguir realizando como mujeres para logra sentirnos representadas por otra mujer.

Durante todo este camino llamado proceso electoral se irán manifestando las distintas formas de violencia, que contiene nuestra legislación como la violencia política, que estoy segura que empezaremos a visibilizar en los próximos meses; pero este tema y otros estimadas/os lectores los estaremos denunciando desde esta columna, poniendo a consideración de Usted desde un punto de vista psicológico -el que no siempre se advierte- y es necesario ponerlo de manifiesto y la implicación jurídica que esto tiene en perjuicio de la sociedad y que llegado el momento valdría la pena que lo sopesaran en el Tribunal Electoral de Michoacán al resolver los asuntos que sin duda les serán planteados, en donde por cierto y es digno de señalar las mujeres son mayoría son tres de cinco.