En la batalla por la gubernatura del estado las cosas se están poniendo color de hormiga, están subidas de tono porque en cuanto unos se encuentran “seguros”, los de Morena, otros andan desesperados, tan desesperados que es muy probable que hagan un frente común para ver si juntando sus canicas les puede alcanzar para dar un tropiezo significativo a la 4ª. Transformación en la entidad y desde luego en el país, ello considerando que lo que pasa en Michoacán normalmente es de impacto nacional.
No sólo significa una pugna electoral o política, están en juego actitudes, desplantes y retos que el gobernador Silvano Aureoles Conejo ha tenido contra el propio presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, en su afán de convertirse en un líder, según con tendencias de izquierda pero de amplios coqueteos hacia la derecha, se ha aliado con otros gobernadores para sacudir los proyectos presidenciales.
Aureoles Conejo le ha movido el tapete a varias decisiones del Peje en varios aspectos, tan sólo uno de ellos, por lo que estamos viviendo, tiene que ver con las estrategias de cómo hacerle frente al Covid-19, también en cuanto a los presupuestos asignados a Michoacán y a la crítica de los programas sociales, entre un racimo de impugnaciones o desacuerdos.
De cualquier forma el gobernador local está en una encrucijada porque si logra disminuir el poder de AMLO aún así este último seguirá gobernando otros años más y aunque la política de “besos y abrazos” es “institucional” nada indica que las afrentas o desencuentros pasen desapercibidas, sobre todo cuando las acciones y decisiones del político michoacano han sido cuestionadas por varios sectores sociales.
Lo que es una realidad es que las elecciones del 21 para gobernador en Michoacán estarán salpicadas de morbo, de intriga, de coaliciones en lo político y desde luego de esperanza y de ilusión para la sociedad en general, porque es claro que este sexenio gubernamental, con todo y algunos aciertos importantes, más que de luz por el Sol Azteca, se convirtió en días nublados y en repetidas ocasiones hasta de oscuridad.
Interesante sería conocer quién encabezaría la fórmula mágica de los zarandeados PRI, PAN y PRD que hoy juran por todos los medios que serán buenos, que aprendieron la elección y que ahora si pensarán en la población, casi, casi como: “Soy Paquito y no haré travesuras”, aunque habremos de recordar que durante décadas hicieron las mismas promesas, la pregunta obligada sería ¿ahora por qué, de nuevo, debemos creerles? Sólo que sea por aquello de que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”, aunque otros pudieran decir “chango viejo no aprende maroma nueva”. Es cuestión de enfoques.
Bueno, pero estábamos, en quién podía abanderar la mega coalición, que a la hora de la verdad pudiera ser colisión: Antonio García Conejo, hermano del gobernador, con claros tintes amarillos, aunque sería un riesgo por estela que tiene su consanguíneo y esa vinculación que en otro contexto pudiera ser un hándicap, hoy pudiera ser gran limitante. Víctor Silva Tejeda, con estela tricolor, aun siendo ampliamente conocido creemos que ni sus compañeros lo recomiendan porque poco o nada ha hecho como jerarca del PRI en el Estado.
Se habla de Alfonso Martínez con pasado blanquiazul y con bandera independiente quien fuera presidente municipal de Morelia pero, según señalamientos del actual alcalde Raúl Morón, entregó cuentas mochas. Ya en la desesperada se dice que el bloque en conformación hasta le ofreció la candidatura a Marco Antonio Solís “El Buki”.
Vivilladas propone que si no la acepta, que es lo más seguro, de plano pongan a Martín Guijosa “El doble de Juan Gabriel”.
La competencia por el Solio de Ocampo estará reñida porque los integrantes de Morena no deben estar nada tranquilos, con todo y que las preferencias electorales los coloquen como favoritos, no es una seguridad que su candidato o candidata tendrá camino fácil hacia el triunfo porque es evidente que existen varias crisis al interior del partido, como dijera en una reunión aquí en Morelia, Flavio Sosa, reconocido activista oaxaqueño: crisis de dirección, organizacional y crisis de identidad. Si sumamos a ello la presión que están haciendo los performance de FRENAAA (los dueños de las casas de campaña voladoras del zócalo capitalino) contra el Peje, que de alguna manera impacta en algunos grupos sociales, el escenario no es nada sencillo, de modo tal que deben ponerse la pilas en varios rubros si es que no desean llevarse una amarga experiencia.
Así que la cruzada en pos de la gubernatura michoacana se contempla bastante atractiva, y ni la desesperación de los partidos mencionados que buscan unificarse, ni la posición en ventaja del partido de Morena dan certeza de un resultado positivo ni para unos, ni para otros. Aunque es claro que quienes llevan la mano son los simpatizantes, seguidores o arribistas, de López Obrador.
Sir Winston Churchill, advirtió: “El político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué no ha ocurrido”, y Francisco Romero Robledo, político español sustentó: “En la aritmética política, dos y dos no son jamás cuatro”, un aviso claro para la ansiada y desesperada coalición.
