DEBATAMOS MICHOACÁN: Micromachismo

¿Qué son los micromachismos (MM)?, son comportamientos, que son especialmente invisibles y ocultos para las mujeres que los padecen, principalmente en casa, en familia. (Imagen: especial=

Después de la Segunda Guerra Mundial y de la organización del nuevo orden mundial, la existencia de la ONU y los grandes objetivos de la Paz y el Desarrollo, surgen nuevas discursos relacionados con la Paz, el Desarrollo: los Derechos Humanos, el Feminismo, cuidado del Medio Ambiente, la Diversidad Sexual, así como acciones para evitar la discriminación, la violencia, promover la equidad, la igualdad, la libertad, y hoy la paridad.

En estas últimas siete décadas, es decir, de 1948 para 2021, han avanzado considerablemente los derechos de las mujeres;  se ha dado la progresividad en los derechos humanos de las mujeres y desde luego el empoderamiento de éstas; si bien hoy tenemos marcos normativos de diferentes dimensiones, estructuras operativas para las mujeres y el diseño de política pública en todos los niveles, incluidos el municipal, la pregunta es por qué continua la violencia contra la mujeres, por qué los feminicidios, dónde se debe de trabajar para evitar estos daños que no paran y que exhiben la conducta exacerbada del varón masculino hegemónico a través de su machismo.

Las respuestas deben de venir desde la complejidad, desde el holismo, la posición sistémica, la transdisciplinariedad, que ayude a definir los caminos, y diseñar las líneas de trabajo. Sin lugar a dudas una de esas líneas estratégicas será la subjetividad  de los hombres en su masculinidad hegemónica, entendiendo como hegemónico no solo de poder, sino también de dominación. “La dificultad (de comprensión) radica, principalmente, en que el poder y la dominación operan por medio de mecanismos implícitos, indetectables, que muchas veces parecen del orden natural de las cosas” (Demetriou, 2011).

En estos tiempos posmodernos y bajo este enfoque de la era de los derechos humano, y de este modelo de desarrollo, se puede observar que existen varones que ya no ejercen un machismo puro y duro, ni siquiera son especialmente dominantes con las mujeres; sin embargo en países en vías de desarrollo, existen una permanente subjetividad con un  mandato de masculinidad que permea la violencia en sus diferentes dimensiones en contra de las mujeres y también de otros hombres, a lo que se le ha dado en conocer como la masculinidad hegemónica interna, aquella que domina a otros hombres y la masculinidad hegemónica externa aquella que subordina a las mujeres.

Y es que hay que decirlo, no todos las masculinidades son hegemónicas, porque existen masculinidades subordinadas y otras marginales, y es que no podemos pensar bajo el enfoque de la homogenización, no, al contrario, los hombres no somos un bloque homogéneo y coherente, pese a ello, si tenemos el poder, la autoridad y la jactancia, con la que podemos conducir nuestras vidas, anhelando acceder a una masculinidad hegemónica, pero en lo inmediato someteremos y disciplinaremos el cuerpo de la mujer y dominaremos el cuerpo de otros hombres.

Derivado de ello, podríamos adelantar que si bien pueden convivir los modelos de un machismo radical, también pueden aparecer para otras parejas pequeños y cotidianos actos de imposición y abusos de poder de los varones en las relaciones de pareja, al que diversos teóricos, les han llamado tiranías, terrorismo íntimo, violencia blanda, o violencia suave, o de muy baja intensidad, elementos de dominación, machismos invisibles o sexismo benévolo, y desde hace prácticamente tres décadas  se le denomina el “micromachismos”.

¿Qué son los micromachismos (MM)?, son comportamientos, que son especialmente invisibles y ocultos para las mujeres que los padecen, principalmente en casa, en familia. Los MM son formas y métodos, trabajados de manera sutil, en donde no hay el abuso y la imposición en el día a día de lo cotidiano de una familia. Expresa Luis Bonino, “Son, específicamente  hábiles artes de dominio, comportamientos sutiles o insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente”, ahora que esta deslegitimado las grandes violencias, subordinación y dominación masculina, ahora existe un proceso de migración a otras formas de dominación y subordinación más micro, mas imperceptible en donde son utilizadas las armas, trucos,  tretas y trampas más frecuentes que los varones utilizan para ejercer su autonomía  sobre las mujeres ocupando gran parte del repertorio de comportamientos masculinos normales hacia las mujeres.

Los MM, expresa Bonino, son comportamientos manipulativos que básicamente inducen a la mujer a la que son destinados a comportarse de un modo que perpetua sus roles tradicionales de género con el interés no expresado de conservar la posición superior y de dominio, intentando mantener mayores ventajas, comodidad, y derechos a la libertad, a tener razón, al uso de tiempo y el espacio, a ser cuidado y a desimplicarse de lo doméstico, entre una gran lista, en la cual coloca a la mujer en un lugar desde luego de menos derecho a todo ello.

Para mantener la posición hegemónica, el varón utiliza diferentes métodos que pueden servir para clasificar y visibilizar los comportamientos. Bonino plantea que existen al menos cuatro categorías de MM. 

Las MM Utilitarios, que fuerzan la disponibilidad femenina usufructuando y aprovechándose de diversos aspectos domésticos y de cuidados del comportamiento de las mujeres que es observado como tradicional. Los MM encubiertos, que abusan de la confianza y credibilidad femenina ocultando su objetivo. Los MM de crisis, que fuerzan la permanencia en el statu quo desigualitario cuando este se desequilibra, ya sea por aumento del poder personal de la mujer, o por disminución de la del varón.

Los MM coercitivos que sirven para retener poder a través de utilizar la fuerza psicológica o moral masculina. Todos los MM buscan disminuir la libertad de elegir y decidir de las mujeres.

Los MM permiten al varón  conservar la posición ventajosa, diferencia claramente a los MM de las manipulaciones que algunas mujeres pudieran realizar. Las mujeres habitualmente, y a diferencia de los varones, muchas ocasiones se comportan manipulativamente, pero especialmente para romper una posición de subordinación o, para dentro de ella conseguir más influencia, poder, o ejercer derechos que le son negados o que no creen tener derecho a tener, y no como los varones que, en los MM para conservar su posición.

Lo que observo en mis prácticas de atención a mujeres desde hace ya más de tres décadas de trabajo, inicie en actividades de género, desde 1983, en la Coordinación del Programa Productivo para la Mujer Campesina, implementado por la administración del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y en estos años, sigo viendo como existen estos dos niveles de violencia el machismo, pero también los MM. Los MM es otra forma de dominación, sin violencia, pero igualmente surten sus efectos al dominar, contralar la libertad, su autonomía y su capacidad de elegir.