Débil, el movimiento laboral y sindical en el país: analista

Raúl López Téllez

“Mucha debilidad” se observa en el movimiento laboral y sindical del país, advierte el analista y académico de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana, Eduardo Nava Hernández.

Para el también colaborador de Cambio de Michoacán, esta debilidad se visualiza más cuando existe un ambiente de caída salarial, intentos de reorganización “sin cuajar” y pocos ejemplos independientes por recuperar los sindicatos.

Del gobierno federal, aunque admite avances como en la nueva Ley Federal del Trabajo respecto a la libre sindicalización de los trabajadores y el nombramiento de sus dirigencias sin coacciones, destaca que haya preferido pactar con “organizaciones charras” temas como el outsourcing o las reformas a las pensiones.

Destaca la “tentación corporativista” de las autoridades al interior de los gremios de trabajadores al servicio del Estado, al igual que coincide en que en los tiempos que se viven se defiende más la estabilidad laboral que las acciones de reivindicación salarial.

“Como en los años anteriores, estamos en una situación de mucha debilidad del movimiento laboral y particularmente sindical; desde luego durante varias décadas nos han debilitado a los sindicatos, se han mantenido bajos los salarios con excepción del salario mínimo que ha subido, no ha habido una recuperación”, señala.

Si bien ha habido intentos de reorganización, “todavía no alcanzan a cuajar, la Organización Popular de los Trabajadores, la Unión Nacional de Trabajadores, por ejemplo, intentan recuperar el sindicalismo independiente en el periodo actual pero siguen siendo minoritarios, en tanto que como vimos recientemente, el gobierno está dispuesto a pactar con la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sindicalismo charro tradicional, como fue en el tema del outsourcing, sí, seguimos en un momento de gran debilidad, el movimiento obrero no es protagonista de la vida política o social del país, aunque hay ciertas perspectivas positivas”.

Entre estas, alude a las impulsadas por el actual gobierno federal, “como el combate a los sindicatos blancos, a los contratos de protección y se va a dar un mayor papel a los trabajadores en la firma de sus contratos colectivos”.

Sindicalista, afiliado al Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), Nava agrega que este panorama es positivo, “pero no es algo que ya esté rindiendo frutos, vamos a ver en los próximos años cuál es el resultado de todas estas políticas”.

-¿Percibes una real intención del gobierno federal por respetar la autonomía de los sindicatos?

“Pues es una gran incógnita, siempre estará la tentación para cualquier gobierno de corporativizar a los sindicatos, de atraerlos como base de apoyo, a pesar de que hasta el momento (Andrés Manuel) López Obrador no ha mostrado una cercanía con el movimiento sindical, ha sido muy distante pero no descarto que sí busque acercamientos, sobre todo con vistas a las elecciones de 2024, que van a ser más decisivas en cuanto a la presidencia y el Congreso (de la Unión), pero por el momento pues ha habido una actitud de ignorar a los sindicatos, de mucha lejanía respecto al movimiento laboral”.

-¿Y el gobierno federal como patrón?

“Igual que los gobiernos anteriores, no veo la diferencia, sindicatos de la burocracia estatal siguen corporativizados y no hay un proceso de democratización tampoco ahí, aunque si también se puede facilitar con las reformas que se aplicaron desde el 2020, de que se revitalice el movimiento sindical, como cero que ha comenzado a ocurrir en el sindicato del Seguro Social, donde ya el grupo tradicional del SNTSS ya está debilitada y han surgido otros sindicatos nuevos que están dispuestos a disputar la titularidad del contrato, pero no se ha generalizado”.

Este ejemplo, señala, “son atisbos de que hay trabajadores dispuestos a romper el sindicalismo corporativo tradicional y a generar nuevas estructuras de representación”.

Reconoce a pregunta expresa que hoy la estabilidad laboral es uno de los riesgos mayores para los trabajadores antes que la pelea por el salario. “Tenemos primero un elemento, en el 2019 con crecimiento cero, que implica un retroceso en la producción. En el 2020, con la pandemia, una perdida de varios millones de empleos, unos se han recuperado pero otros no, desde luego que hoy generar mecanismos de recuperar niveles de empleo es fundamental, pero es difícil compatibilizar crear empleos con la elevación del salario.”

Formalmente, dice, hay condiciones para que los trabajadores recuperen sus organizaciones “y debilitar a las estructuras charras”, a partir de las reformas a la Ley Federal del Trabajo centradas en la libre sindicalización. “Esto abriría una nueva oportunidad para nuevos sindicatos o para democratizar los existentes, pero todavía está por verse en qué momento comienza a rendir frutos”.