Competencias escolares

Para que se desarrollen las competencias escolares, no se requiere hacer ninguna reforma ni inventar algún modelo educativo. (Foto: especial)

Para poder vivir en el tiempo y espacio, los seres humanos tenemos que satisfacer en principio las necesidades fisiológicas,  de seguridad y enseguida las de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, educación entre otras, así como los servicios que sean necesarios para hacer más cómoda la existencia. Para lo cual se debe actuar sobre la naturaleza  y obtener los recursos naturales u objetos de trabajo, que se encuentran en los  subsuelos, suelos, bosques, cuerpos de agua, plantas, vegetales, animales y atmosfera, para transformarlos y producir los bienes materiales y servicios que requiera la sociedad en un momento determinado. Mediante la organización de un sistema económico de producción, que regule las relaciones sociales de producción, circulación y consumo de esos bienes materiales y servicios que se vayan produciendo.

Para proceder a la transformación de los recursos naturales u  objetos del trabajo, sobre los cuales recae el trabajo del hombre, se requieren los medios de producción, tales como  herramientas, maquinarias, equipos, transportes, energía eléctrica, combustibles y todo tipo de instalaciones destinadas a la producción, además del uso de la tecnología a nuestro alcance. Siendo precisamente el avance tecnológico el que  hace la diferencia en el grado de desarrollo entre las sociedades humanas.

Los recursos naturales u objetos de trabajo, junto con los  medios de producción, por si solos no crean bienes materiales ni servicios, por más sofisticada que sea la maquinaria o equipos, no se pueden mover por sí mismos, es indispensable la intervención de la fuerza de trabajo para activar el proceso de producción. Por eso podemos afirmar que  el trabajo del hombre es el único de los factores de la producción que produce riqueza. Precisamente los hombres gracias a sus experiencias de producción perfeccionan, inventan y mejoran los medios de producción y amplían sus propios conocimientos científicos. De esta manera se asegura el desarrollo permanente de la capacidad  productiva de cualquier comunidad humana y se amplía la producción de bienes materiales y de servicios en forma creciente.

Como los medios de producción son propiedad privada, y por ello no pertenecen a toda la comunidad, sino a determinadas personas, grupos o clases sociales, existe una gran parte de la población que sólo posee su fuerza de trabajo, la cual vende a cambio de un salario, el que supuestamente deberá “ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”, como se dice en  el  Artículo 123, Constitucional. Con esta compra-venta de la fuerza de trabajo se establecen las relaciones sociales de producción, distribución y circulación de los bienes materiales y servicios. Dichas relaciones van cambiando en función del desarrollo de la capacidad de producción de las comunidades humanas. Con la   globalización de la economía, las relaciones sociales de producción se han ido ajustado a la nueva realidad.

Desde hace algunos años, los dueños del capital, han estado manifestando su preocupación por los costos en la capacitación de la mano de obra, que los hace menos competitivos en los mercados internacionales.  Insistiendo en que  se mejore el aprovechamiento escolar, mediante la implementación de un programa educativo basado en competencias y que se establezca una vinculación permanente entre la educación y el sector productivo, tal y como lo recomendó  la UNESCO, desde 1998. Argumentando la necesidad de adecuar la educación a los nuevos cambios tecnológicos para que los individuos sean competitivos en el mercado laboral y mejoren su calidad de vida. Fomentando el trabajo en equipo y el desarrollo de las habilidades para construir competencias y desempeñarse profesionalmente con eficacia y eficiencia, bajo los postulados de aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir.

A partir de esas recomendaciones, la Secretaria de Educación  Pública, ha gastado miles de pesos en  investigaciones, para diseñar un Programa Educativo Basado en Competencias, así como en capacitación de docentes, lo cual ha sido un rotundo fracaso, porque solamente se ha establecido el marco teórico del programa y las acciones a seguir, sin que se tenga ningún cambio sustancial en las condiciones en que se realiza el proceso  de enseñanza-aprendizaje. Por otra parte resulta increíble que de la noche a la mañana las autoridades educativas se hayan dado cuenta de que por décadas no se han  desarrollando las competencias escolares en las aulas de los centros educativos.

Si tomamos en cuenta la definición que hizo la UNESCO en 1999, de lo que debemos entender como competencia escolar: “conjunto de comportamientos socio-afectivos y habilidades cognoscitivas psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un desempeño, una función, una actividad o una tarea”.

Entonces podemos afirmar que para que se desarrollen las competencias escolares, no se requiere hacer ninguna reforma ni inventar algún modelo educativo, lo que se requiere es que se reduzcan las desigualdades y se combata en serio la corrupción y se acabe con la impunidad. Por lo pronto, para asegurar que las nuevas generaciones desarrollen las competencias escolares al igual que los estudiantes de los países más desarrollados, se deberán considerar los aspectos que a continuación se mencionan. Lo demás sólo serán buenas intenciones de la administración pública en turno.

-Generación de empleos dignos y bien remunerados, para que los padres de familia puedan proporcionarle a sus hijos la alimentación adecuada, principalmente durante los primeros cinco años de su vida, tiempo en que se logra consolidar el cerebro humano.

-Construir las instalaciones escolares adecuadas para que el proceso de enseñanza-aprendizaje, se pueda realizar  en las mejores condiciones pedagógicas y de seguridad escolar.

-Eliminación de cualquier tipo de cuota escolar y dotación gratuita de uniformes escolares.

-Selección  de los nuevos docentes, que no solamente tengan los conocimientos de su disciplina académica, sino que tengan habilidad para comunicar y transmitir los conocimientos. Además, de proporcionarles seguridad laboral y condiciones salariales favorables.

-Vigilar que se cumpla el calendario escolar de 180 a 200 días semestrales, para que se puedan desarrollar los programas académicos, y se alcancen a transmitir  los conocimientos  básicos de Lenguaje, Comprensión Matemática, Medio Ambiente Físico (Geografía), Medio Ambiente Social (Historia y Civismo),  Bilogía, Química, Física, Algebra Funciones,  Cálculo Diferencial e Integral, entre otros, además de los correspondientes a la especialidad de su interés. Con esa información, el reforzamiento de los valores, y la observación de lo mencionado anteriormente, con eso, es más que suficiente para hacer competitivos a los alumnos  en  la actividad que desempeñen en cualquier parte del mundo que la realicen.

El problema de la Educación en México no es la falta de programas o diseños de modelos educativos. Los gabinetes de las oficinas de la Secretaria de Educación Pública, están llenos de investigaciones y soluciones viables para  cada uno de los problemas que obstaculizan el aprendizaje escolar. Lo único que se requiere es voluntad de las autoridades educativas para que se ponga orden en el Sistema Educativo Nacional y se trabaje conforme a las normas establecidas, de lo contrario no será posible  cubrir los rezagos educativos existentes, mucho menos formar seres humanos con las competencias escolares que los nuevos tiempos requieren. La mejor forma de competir es preparase en tiempo y forma. Quienes triunfan en la vida es porque  hacen las cosas diferentes a los demás. Es un absurdo esperar resultados diferentes cuando se siguen haciendo las cosas igual que siempre.