REPERCUSIONES: En los últimos días del poder, ¡el que la hace la paga!

Silvano Aureoles Conejo. (Foto: especial)

Pocos días faltan para que Silvano Aureoles Cornejo, des gobernador de Michoacán, deje el cargo del que tomó posesión, cito: “con humildad, agradecimiento y compromiso” el día 7 de junio de 2015, fecha misma en que rindió protesta ante el Honorable Congreso del Estado de Michoacán.

En los primeros días de su gobierno, en la anual feria de Morelia, llegó montado  en un hermoso ejemplar e inesperadamente subió al caballo a una hermosa edecán, demostrando así su capacidad montera, sorprendiendo a los visitantes de la misma feria por su ágil  adiestramiento charro.

¡Son pocos días los que le quedan como gobernador y sentirá indudablemente la ausencia del poder político y, tal vez por eso, prevalecen sus equivocaciones gubernamentales!

Recientemente estuvo en la ciudad de México, buscando una audiencia con el primer mandatario del país y duró varias horas sentado en una silla (ya no de montar) esperando contactar con el Primer Magistrado del País.

La actitud de Silvano Aureoles no ha sido satisfactoria  para la mayoría de los michoacanos, pues cercano ya a dejar el poder político, se siente abandonado y sin saber qué hacer. 

Dos o tres meses antes, en una de sus últimas giras por el Estado, unos campesinos buscaron hablar con él,  y como respuesta a esa audiencia solicitada bajo los rayos del Sol terracalenteño, empujó  groseramente  a dos de los campesinos, mismos  que insistían en una conversación con el gobernador.

Tal vez su comportamiento grosero se debió a las altas teperaturas terracalenteñas y  a que los pocos días que  le quedan como primer magisrado gubernamental, pudiera ser cobijado por el manto presidencial, antes de que se transforme en un ciudadano común y corriente, mismo que ya pronto sentirá ¡ya siente¡ enormemente el alejamento del poder político tanto nacional como local del Estado, que desafortunadamente  desgobernó durante seis años largos. 

En sus últimos días como jefe del Estado Michoacano se apersonó en la principal puerta del Palacio Nacional, esperando que le abrieran la puerta y lo recibiera el titular del Poder Ejecutivo, sin que tuviera la mala suerte de no ser admitido al interior del patio principal, por donde sale y entra Andrés Manuel López Obrador.

Seguramente que se sintió nadando en una alberca llena de bloques de hielo, o como si estuviera en la Antártida, tal como lo sintieron los campesinos cuando en una de sus últimas giras, empujó groseramente uno de ellos, que insistía en que fueran escuchados. 

Ridículo acto realizado por el Gobernador de Michoacán, que si no le da pena, seguramente mucho de nuestros paisanos (me incluyo) si nos avergüenza tener un gobernador como el actual.

En fin, son cosas de la antipolítica sufrida en los últimos seis años en nuestro Estado, por lo que espero (y estoy  seguro) que el joven gobernador, que en pocos días más tomará las riendas del Estado, buscará minuciosamente a quienes sean sus funcionarios que conozcan y entiendan con profundidad, que gobernar no es sencillo y por el contrario es un arte que requiere la entrega total.