Maternidad tiene una brecha salarial y de acceso de hasta 40%

Carencia de políticas públicas para atender un sector invizibilizado.

Morelia, Michoacán.- Desafortunadamente la maternidad tiene un castigo que, en el mercado laboral mexicano, es de hasta 40 por ciento menos empleabilidad. En un sistema patriarcal, ser madre o no serlo tiene un alto costo para las mujeres.

Los movimientos feministas han señalado la brecha laboral y salarial entre las madres y padres que trabajan, y la academia ha retomado esos señalamientos. 

La investigadora Carolina Rivas-Herrera y sus colegas Raymundo Campos-Vázquez, Eduardo Alcaraz y Luis Martínez, de El Colegio de México (Colmex), estudiaron esa desigualdad. En su proyecto abordaron también la disparidad con los datos de mujeres que no son madres.

Uno de los hallazgos más importantes de su estudio, es que la penalización comienza desde el embarazo, señala la economista Carolina Rivas-Herrera. Otro es que la sanción no es igual entre las mamás: las casadas, las más pobres y las jóvenes son las más afectadas, recapitula en entrevista.

En el reporte El efecto de la maternidad en el empleo y los salarios en México señalan que la penalización laboral para las madres con pareja “es del 40 por ciento en relación con los padres y del 36 por ciento en relación con las no madres”.  Y la sanción salarial es del 36 por ciento también en ambos casos.

¿Y las mamás pobres? “Las sanciones laborales son aproximadamente de 30 por ciento en comparación con los padres y de 18 por ciento con las mujeres que no son madres”. Su salario es 40 por ciento menor que el de los hombres con hijos y 25 por ciento más bajo que el de mujeres que no son madres. Y si además la mamá está casada, “la pena es mucho peor”.

Ahora, si son madres antes de los 25 años “el efecto negativo, en comparación con los padres, es de 28 por ciento en el empleo y de 21 por ciento en los salarios”. En cambio, si lo hacen después de los 40 el 6 por ciento dejará de trabajar o ganarán 4 por ciento menos.

En cambio, las madres solteras son las más siguen trabajando, la brecha laboral respecto a los hombres con hijas e hijos es de apenas 8 por ciento. Eso sólo “significa que no tienen la opción de renunciar; continúan en su empleo en las condiciones que sean” y recurren a las abuelas o abuelos para que cuiden de sus criaturas, explica la investigadora.