LOGOS: Vigencia y vivencia; Constitución de México

Para honrar a nuestra constitución, y honrarnos a nosotros mismos, respetemos en principio la esencia de nuestra Carta Magna. (Foto: especial)

¿Por qué no se labora el día 7 de febrero de 2022?

        La respuesta es sencilla: Ese día 7 es descanso obligatorio, por lo que se conmemora el día 5 de febrero.

        Y si algo importante se conmemora el 5 de febrero, ¿por qué no descansamos el 5 de febrero, y no el 7 de ese mismo mes?

        Pues porque el 5 de febrero es sábado, día no laborable; y, además, así lo dispone nuestro sistema jurídico.

        Pero… ¿que se conmemora el 5 de febrero?

        A esa pregunta, a boca jarro, la mayoría de los mexicanos, actualmente, no saben con exactitud que se evoca en esa fecha.

        Pocos (de los 126 millones de compatriotas) dirán: es el día en que se promulgó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

        Desde luego, los pocos que rememoran esa data con nuestra Carta Magna, no todos distinguen qué es iniciar, discutir, aprobar, sancionar, promulgar y publicar, una constitución, ni cuántas constituciones hemos tenido durante la vida independiente de nuestro país.

        Total, mayoritariamente reducimos el 5 de febrero a un simple día de descanso.

        Lo grave del caso es que con ello se transluce la ignorancia sobre nuestros deberes y nuestros derechos y, como una de sus consecuencias, se revela la dejadez de la población, convirtiéndonos en presas fáciles para que los poderosos nos manipulen y nos exploten.

        El derecho mexicano (constituido por nuestra constitución federal con todas sus leyes reglamentarias, juntamente con las constituciones estatales y sus leyes reglamentarias) no es algo que sólo competa a los juristas, licenciado en derecho, o abogados, sino que es un asunto del interés de todos.

        De ahí que nuestro derecho debe ser breve, claro, accesible y de aplicación imparcial para todos.

        Porque actualmente (y éste es uno de los gravísimos problemas) nuestro derecho es excesivo, oscuro, enredado, creado por el pudiente en turno para cubrir sus intereses, pero siempre diciendo la gran mentira, que todo se hace a favor del pueblo.

        A principios del siglo VI antes de nuestra Era, los espartanos le pidieron a Licurgo que hiciera la Constitución de Esparta; él puso como condición que todos los niños de 5 a 10 años se le entregaran seis días de la semana para prepararlos en orden, patriotismo, guerra, lealtad, trabajo, disciplina, resistencia, audacia y productividad.

        Las familias espartanas aceptaron la condición y, pasados tres años, salió de esos cursos la primer generación. Fue entonces cuando le preguntaron al sabio: ¿Y dónde está la constitución?; contestando éste: “Está gravada en el cerebro y en el alma de sus hijos”.

        Décadas después, los atenienses le encargaron a Solón la tarea de hacer la constitución de Atenas; y éste la hizo escrita para que todos la leyeran y la cumplieran.

        El actual derecho no escrito de la Europa del norte tiene como vieja raíz a Licurgo.

        El actual derecho escrito de la Europa del sur tiene como vieja raíz a Solón.

        España impuso su derecho escrito en sus colonias. La Nueva España es actualmente Estados Unidos Mexicanos (México), con un derecho escrito en papel, pero no está escrito en el cerebro y el alma de cada mexicano.

        Para honrar a nuestra constitución, y honrarnos a nosotros mismos, respetemos en principio la esencia de nuestra Carta Magna, pero hagámosla breve, clara, accesible y de aplicación imparcial para todos; igual que a las leyes que de ella emanen.

        Así, acabaríamos con el actual autoritarismo, sin permitir ningún otro.