‘Noticia de un secuestro’, la mirada de García Márquez sobre Pablo Escobar, llega a Prime Video

Todos los actores y actrices son colombianos. (Foto: especial)

Ciudad de México.- Pablo Escobar arrodilló a Colombia con su grito de guerra: “Prefiero una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos”. Para tratar de impedir su extradición —que era inminente—, en 1990 cometió diez secuestros de personalidades importantes, la mayoría de ellas periodistas. Sobre este acontecimiento, Gabriel García Márquez escribió Noticia de un secuestro, cuya adaptación a una serie de televisión acaba de ser lanzada en Prime Video.

De acuerdo con EL PAÍS, Noticia de un secuestro une los dos nombres de colombianos —antagónicos entre sí— que más interés despiertan en el mundo: Gabriel García Márquez, uno de los escritores más sobresalientes de la literatura universal, y Pablo Escobar, quizás el narcotraficante más famoso y despiadado de todos los tiempos. No obstante, la serie no es sobre Escobar, sino sobre las víctimas del múltiple secuestro ordenado por él.

Es de noche. Una cámara en movimiento muestra la persecución de un carro. Otra, los primeros planos de los conductores al volante y de las víctimas. Una música tensa in crescendo se mezcla con el sonido del freno de los motores y los cristales que se rompen. Disparos, gritos y resoplidos de los personajes. La angustiante escena es del primero de los secuestros que relata la serie: el de Maruja Pachón y Beatriz Villamizar.

Todos los actores y actrices son colombianos. A Pachón la interpreta la reconocida actriz Cristina Umaña (Yo amo a Paquita Gallego, La dama de Troya, entre otros). En su primer papel biográfico, Cristina trabajó de la mano con Maruja para preparar su personaje. “Me dio una tristeza inevitable, lloraba de repente de pensar en las escenas. La del rescate para mí fue muy difícil de filmar, porque fueron muchas horas. Las condiciones eran extremas: había lluvia, mucho frío y neblina; era en un páramo. Había un desgaste emocional importante y había que sostener esa emoción en el tiempo, en todos los planos”, cuenta Umaña.

Pachón, hoy de 84 años, atendió por teléfono a EL PAÍS y rememoró su secuestro: “Fueron siete meses en un cuarto oscuro, chiquitico, siempre en peligro de muerte. Éramos cinco personas: tres secuestradas y dos guardias. No puede existir nada más terrible ni más dramático que lo que me pasó, no solo a mí, sino a todos los colombianos”. En un principio, García Márquez solo iba a contar la historia de Maruja y las gestiones de Villamizar por lograr su liberación, pero se dio cuenta de que era imposible. “No eran diez secuestros distintos —como nos pareció a primera vista— sino un solo secuestro colectivo de diez personas (…) y ejecutado por una misma empresa con una misma y única finalidad”, escribió en el prólogo del libro.

La serie de seis episodios narra la zozobra que viven los secuestrados y los intentos de las familias por rescatarlos. Acaba de estrenarse en Prime Video y puede verse en 240 países y territorios. La dirige el chileno Andrés Wood (director de Machuca y Violeta se fue a los cielos y ganador, entre otros premios, del Goya por La buena vida, en 2009). El cineasta Rodrigo García Barcha, hijo del Nobel, es guionista y coproductor, y fue quien invitó a Wood hace unos años a formar parte del proyecto. “Ya conocía la obra y me pareció siempre muy atractiva de llevar a la pantalla”, dice Wood, también coguionista de la serie. Wood solo había trabajado en proyectos chilenos y adaptar una obra de García Márquez le parecía un reto monumental. “Rodrigo iba diciendo qué se podía y qué no se podía hacer; el único límite era no frivolizar, ni caer en la narcopornografía como concepto y, sobre todo, respetar a las víctimas y a sus familiares”.

En 2021 Wood pasó cinco meses en Colombia. Las escenas fueron filmadas en Bogotá y sus alrededores con estrictos controles de seguridad por la pandemia. Aunque Noticia de un secuestro es una obra sobre un acontecimiento colombiano, fue realizada con especial cuidado para cautivar a otros públicos. Como es una adaptación, algunas partes son ficticias, pero en su esencia es fiel a lo que pasó. “Trabajar con una obra de García Márquez era como una especie de oráculo, porque muchas veces teníamos preguntas sobre los personajes y las situaciones y simplemente volviendo al libro me daba cuenta de que muchas de las respuestas estaban ahí”, explica Wood.