DEBATAMOS MICHOACÁN: Influencia social y la diversidad sexual

El movimiento social que se genera a lo largo y ancho de la geografía mexicana nos indica que la diversidad sexual (concepto paraguas que permite la inclusión de las diversas identidades sexuales) ha ido avanzando en su lucha social. (Foto: cortesía Gerardo Herrera Pérez)

Durante muchos años he venido realizando acciones para la sensibilización de la sociedad en torno a la opresión que viven grupos en condición de vulnerabilidad; a través de diversos mecanismos y formatos avanzó en la construcción de los espacios (Morelia, Pátzcuaro, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Apatzingán, entre otros) para el debate de las ideas, para la autonomía, la libertad, la emancipación y la toma de decisiones con un sentido ético; seguramente otras organizaciones realizan acciones también para influir en los cambios conductuales desde las minorías a las mayorías.

Y es que los seres humanos en colectividad, o viviendo en sociedad, estamos en constante contacto con otras personas las cuales tienen sus pensamientos, comportamientos, intenciones, su lenguaje socioemocional, actitudes, motivaciones, incluso creencias, que son transmitidos a través de diferentes procesos, hoy mismo las plataformas informáticas y otros elementos digitales y tecnológicos, que provocan diferentes cambios en el comportamiento e incluso percepción de los demás, las pantallas se han convertido en un instrumento para generar individualismo.

Es interesante conocer desde la psicología social los procesos que encara la teoría de la influencia social, la cual explora el porqué de dichos cambios o transformaciones, ya sea desde el grupo a un sujeto, o bien de una minoría o individuo a un grupo o colectividad.

Pero qué es la teoría de la influencia social; la teoría de la influencia social permite conocer los cambios de conducta o pensamientos que se producen en un sujeto derivado a una serie de procesos mentales vinculados con la comunicación con otros sujetos o medios.

La influencia puede ser dirigida a un fin o simplemente orientada a la presión de un grupo, derivándose de lo que el propio sujeto considere que se le pide o de lo que directamente le sea comunicado. Además, hay que tener en cuenta que independientemente del resultado todo proceso de influencia es bidireccional. Ejemplo, una persona puede cambiar la forma de actuar de otra, pero que la segunda cambie o no, provocará asimismo una influencia en la primera. Igualmente se puede aplicar a nivel de grupo e incluso a nivel de la sociedad.

No obstante, existen algunos factores que afectan al nivel de influencia, estos son la cohesión grupal, que puede generar presión a la conformidad, el tipo de normas sociales, el tamaño de los grupos o las posiciones y roles de los diversos elementos que se van a influir entre sí, las expectativas sobre la conducta propia y ajena o bien el valor otorgado a la propia opinión y a la de los demás.

Ahora bien, existe una tipología de las influencias, conocerlas es importante porque nos permite acceder a distintas formas de cómo se llega a la influencia de un grupo a un individuo, o bien de un individuo a un grupo o cómo influye la autoridad en el cambio de actitudes de los individuos. En este sentido, la influencia puede ser de dos tipos, formativa, o bien la normativa.

La influencia formativa, se da cuando el cambio en las formas de pensar o las conductas del individuo influido se debe a la confianza y el convencimiento en que la postura ajena es más correcta que la sostenida inicialmente. Es decir, se produce en ella un proceso de conversión, habiendo una conformidad internalizada por lo presentado por los otros.

En tanto que la influencia normativa, se presenta en el caso en que el individuo no ha sido realmente convencido y sigue pensando que su postura, acción u opinión es mejor que la proveniente de procesos externos, pero desafortunadamente y debido a otras circunstancias tales como el deseo de aceptación o reconocimiento, o bien, el rol ejercido dentro de un grupo, el individuo acaba cediendo y actuando en contra de sus propias creencias. En todo caso, se dice que el sujeto se somete a la voluntad del o de los otros, manteniendo una conformidad con ésta sólo públicamente.

En la influencia social, se presentan distintos fenómenos que en diferentes personas puede modificar las características; dichos cambios de conducta aparecen derivado de la persuasión, conformidad o bien la obediencia, siendo diferente el cambio producido en función de si se modifica solo una conducta concreta o también las creencias y actitudes que se encuentran tras ella.

Observemos estos fenómenos. Conformidad con la mayoría, es una relación de influencia entre el sujeto y la mayoría, variando la propia conducta debido a lo que proponga el colectivo al creer que el grupo va a tener más razón que el individuo.

La conformidad suele tenerse con respecto a decisiones grupales o respecto a actitudes compartidas, si bien no tiene porqué deberse a un intento de influir activamente en el comportamiento del sujeto.

La conformidad va a depender en gran medida de la confianza y competencia que tenga el sujeto, el grado de confianza en la capacidad de los demás y el del nivel de autonomía e independencia mostrada por el individuo en cuestión.

La persuasión, establece una relación entre dos o más individuos con el objetivo de que uno o varios de ellos cambien de opinión respecto a un tema específico, o hagan o dejen de hacer una conducta; se trata de procesos activos en el que emisor o emisores pretenden dicho cambio de una o más personas.

Por otro lado, como una forma de influencia, tenemos la obediencia a la autoridad. La obediencia a la autoridad la comprendemos como el seguimiento de las instrucciones de un individuo que es considerado por encima o tiene poder o mayor estatus social, independientemente de la propia actitud, juicio o creencia.

Este tipo de influencia puede ser observable durante el Holocausto, donde algunas personas realizaron acciones que generalmente podrían ser consideradas negativas; pero a ello, el control al que se somete el sujeto, la identidad y el grado de experiencia o autoridad asociada a la persona que dirige la conducta y factores internos como la personalidad del individuo y su reactancia son aspecto que influyen en gran medida a la actuación de cada uno.

Otro aspecto importante a considerar en la influencia social, es la toma de decisiones grupales, en donde cada uno de los componentes del grupo, las relaciones de poder existente entre ellos y el éxito obtenido con anterioridad para resolver problemas, determina la influencia entre el individuo y el resto del grupo.

Esta posición se debe en parte a la influencia de puntos de vista coincidentes, así como el deseo de seguir perteneciendo al grupo, o bien visto los éxitos del grupo se valora su permanencia del sujeto. Pero también puede ser que los miembros del grupo todos piensan igual y que su perspectiva es la correcta, situación que podría provocar persecución de la disidencia.

Pertenecer a un grupo hace además que la responsabilidad del resultado final se vea repartida entre todo el grupo, por lo que, de manera individual, un miembro en lo individual pudiera no hacer, sí lo realizara de manera grupal.

Por otro lado, existe la influencia por el cambio de actitud, que esta puede ser por una acción razonada, o bien, por la experiencia previa y la autopercepción y valoración de esta, la cual está influida por la opinión del entorno, en cuyo caso se valorará el considerar quien no intenta influir, cómo lo percibimos y la capacidad persuasiva de la que goce también variará en grado en que somos influenciados.

La influencia de las minorías respecto de las mayorías; en ocasiones una sola persona puede hacer cambiar la perspectiva de un grupo o que las minorías llegan a cambiar la opinión de la sociedad. Ejemplos para el caso de Michoacán son contundentes, lo digo por el trabajo de más de dos décadas de influencia social respecto de temas de la diversidad sexual, pero igualmente lo que han hecho diferentes colectivos respecto de los derechos de las mujeres, todos estos temas estaban censurados y criticados y con el paso del tiempo existe una mayor tolerancia y respecto a los derechos de las comunidades disidentes sexuales.

Impulsar estos procesos de cambio de minorías a mayorías, se requiere de contar con una postura consistente continuada en el tiempo y exponer de forma clara y firme el cambio, información, las actitudes o bien las conductas que se pretenden trasmitir.

Pero igualmente se va a requerir que además de consistente la postura defendida sea flexible y comprensible, siendo importante asimismo la imagen que la posición minoritaria provoque a la mayoría. Esta forma de influir de la minoría a la mayoría, se verá fortalecida cuando las personas pertenecientes a las mayorías se acercan y cambian su perspectiva en favor de la minoría, con lo que provocaran procesos importantes de cambio que se observaran en cascada, promoviendo que otros sigan el ejemplo.