SINDICALISMO CRÍTICO NICOLAITA: Crónica de la sucesión anunciada

La rectora alude a "muchas quejas" por corrupción en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. | Agencia Comunicación Gráfica

El sábado pasado a temprana hora se confirmaba la designación de Yarabí Ávila González como rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para el periodo 2023-2027. Previo a ello durante la noche del viernes circuló en diversos chats de WhatsApp la noticia de que en la terna para la sucesión de la Rectoría se encontraba el tesorero saliente, se cuestionó si esto era verdad y se hicieron circular ampliamente fotos de una denuncia ante la fiscalía anticorrupción en donde se señalaba su responsabilidad por incumplimiento de un servicio que debía prestar.

Ya por la mañana, después de conocer que la doctora Ávila había sido designada como rectora comenzó a circular un mensaje en donde alarmantemente se denunciaba que la autonomía universitaria había sido vulnerada con la designación y que los integrantes de la Comisión de Rectoría habían sido amedrentados y se encontraban molestos. Posteriormente trascendió que tres de los integrantes de la Comisión de Rectoría se pusieron intransigentes, pues querían imponer a Rodrigo Gómez Monge como rector y Silvia Hernández Capi para ocupar algún espacio en la nueva administración, ni más ni menos que dos personajes que representarían la continuidad de la administración saliente tan repudiada por los trabajadores.

Si esto último fuera cierto, pueden derivarse dos conclusiones, primero que la Comisión de Rectoría sigue trabajando por sus intereses particulares, sin tomar en cuenta el bienestar de la institución y de su comunidad, pues como se advirtió, los integrantes de la administración saliente que aspiraban a ocupar la Rectoría, no renunciaron para contender y mucho menos mencionaron sus intenciones de recomponer la situación universitaria, poniendo en desventaja a aquellos aspirantes que no tenían -algo que ofrendar a los notables-, como plazas para sus descendencia, familiares o amigos, como ya se comentó que sucedió con uno de los integrantes de tal Comisión.

Por otro lado, al igual que en otras sucesiones el Gobernador hizo valer su autoridad y “por usos y costumbres” designó a alguien que no era apoyada por la comunidad, teniendo otros perfiles  como el Dr. Guillermo Salas Razo, que no le generaba conflicto con otros liderazgos como los Cárdenas, el maestro Morón, con los grupos antagónicos al Virrey Castillo y aliado de él. Se decantó por elegir a una persona que en los últimos cinco años se ha dedicado al servicio público, más que a la docencia y a la investigación y que además no tiene un apoyo de un gran grupo al interior de la UMSNH, aunque como es bien conocido ese apoyo incondicional se consigue repartiendo posiciones.

Se tiene la impresión de que la persona que contaba con el apoyo del conjunto más vasto de grupos universitarios de investigadores, sindicalistas y otros fue la doctora Ireri Suazo Ortuño, quien en una actitud muy digna y se supone, en bien de la Universidad, comunicó que se encontraba serena, que le deseaba éxito a la nueva Rectora y agradeció a quienes la apoyaron, situación que en mucho contribuyó a amainar los ánimos de quienes se lamentaban en las redes sociales y en los chats de WhatsApp, alentada por los integrantes de la Comisión de Rectoría, quienes seguramente estarán presionando para generar perturbación, pero ahí sí se esperaría que al igual que ha hecho con los trabajadores, el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla (y su Secretaría de Gobierno) les dé largas, o “los mantenga a raya”, pues la fuerza de esos caciques universitarios al interior de la institución se vio muy disminuida por el conflicto universitario, que algunos, ni siquiera mencionan y mucho menos reconocen.

Entre los retos que le corresponden sortear a la Rectora entrante están el reconocimiento, programación y pago de adeudos pendientes; la reinstalación de los aproximadamente 25 académicos despedidos injustificadamente y sin el debido proceso y la renovación de la dirigencia sindical de los académicos, sino es que se da su continuidad impuesta por “su flexibilidad”. Por su parte, Raúl Cárdenas Navarro, a horas de dejar la Rectoría emitió en un diario de circulación estatal otra de sus engañosas declaraciones, el logro ficticio de su administración de abatir el déficit universitario ¡de casi 1,000 millones de pesos a 100 millones de pesos!, por lo que seguramente lo invitarán a administrar el patrimonio de algún integrante del Congreso del Estado o a la Secretaría de Finanzas por tal eficiencia.

A los trabajadores universitarios sólo les queda continuar defendiendo su dignidad, los Derechos Humanos y las conquistas sindicales, trabajar lo mejor que se pueda con las condiciones dadas, provocadas y consentidas por los grupúsculos de individuos sin valor que han dividido e inmovilizado a los agremiados, esos que se dicen guardianes de la legalidad sindical, los guardianes del dinero, los incongruentes luchadores adiestrados para desestabilizar y obtener ganancias al amparo de las luchas de quienes sí sacrificaron su vida y la de su familia, por lo que su actuación resulta más deleznable, grupos que han operado quirúrgicamente para que el sindicato de profesores se encuentre en el estado actual y por último a los trabajadores les resta desearle éxito a la nueva Rectora de la UMSNH en su encomienda.