DEBATAMOS MICHOACÁN: Sexualidad humana

Revisar la sexualidad humana, no es algo simple, se han generado protocolos de investigación desde lo biológico, antropológico, social, y otras áreas del conocimiento, incluidos los saberes de las poblaciones. (Imagen: especial)

Revisar la sexualidad humana, no es algo simple, se han generado protocolos de investigación desde lo biológico, antropológico, social, y otras áreas del conocimiento, incluidos los saberes de las poblaciones.

Desde esta  perspectiva, para la comprensión de la sexualidad humana se requiere de una matriz epistémica que nos ayude a su entendimiento en una dimensión: ontológica, epistemológica, praxeológica,  y metodológica,  que permita atender y comprender la sexualidad humana; para algunos, situación en la que yo concuerdo, está hacer una revisión desde la complejidad, es decir,  avanzar en sus significados desde la transdisciplinariedad, en la suma de las disciplinas, entre las disciplinas, y después del análisis de las disciplinas y los saberes de la población, que nos permita potenciar un análisis holístico, sistémico e interdependiente para su comprensión (Morin Edgar, Sotolongo Pedro).

Para otros, teóricos debidamente conocidos y experimentados con un gran conocimiento y aportes a la ciencia, como es el caso de Eusebio Rubio-Aurioles, quien, a partir de la Teoría de los Sistemas, abraza una propuesta de cuatro subsistemas o halones de la sexualidad.

La importancia entre ambas posiciones teóricas: la complejidad y el sistema, aportan elementos sobre las formas de ver la realidad, pero ambas teorías coinciden en una visión integral, es decir, holística, y sistémica, porque todos los elementos o partes o bien subsistemas se vinculan unos con otros, siendo interdependientes, o bien como holones.

La Teoría de Sistemas, es que todos los sistemas están formados por elementos que interaccionan, y que a su vez conforman otros sistemas. Para Arthur Koestler, menciona Eusebio Rubio-Aurioles, destacó en sus reflexiones que, se denominaran holones para subrayar que son partes integrantes de un sistema, de ahí el uso del sufijo “ON” (la terminación electrón o bien protón) toda vez que tienen en si mismo un alto grado de complejidad e integración (“holos” que significa en griego Todo). Así esta teoría de los holones nos lleva a trabajar un modelo de la sexualidad en un todo, en una complejidad asumida desde lo holístico.

Los holones sexuales a los que se refiere Eusebio Rubio-Aurioles, o sea esos subsistemas o las partes como se refiere el pensamiento de la complejidad, son las estructuras o subsistemas o partes de la sexualidad. Rubio-Aurioles insiste en que los subsistemas o las partes deben estar colocadas de manera de conceptos que conserven su aplicabilidad vertical, es decir, que puedan ser aplicables a las diversas metodologías de estudio de las ciencias duras (biología, medicina, psiquiatría) y las ciencias blandas (psicología, antropología, sociología, etc.)

La Teoría de los Halones, plantea cuatro subsistemas, o halones: el halón de la reproductividad, el halón del género, el halón del erotismo y finalmente el halón de la vinculación afectiva interpersonal; que igualmente desde la complejidad podrían llamarse sexo, género, sexualidad y las emociones y afectos de la sexualidad humana.

Hablar de la sexualidad de manera holística o integral, comprende entonces el significado de la reproducción, de la experiencia de pertenecer a uno de los dos sexos, pero, yo diría que no solo eso, sino tomando en consideración la intersexualidad, así como la posición queer, del significado del placer del encuentro erótico no solo entre sexos desiguales y complementarios, hablemos también de los sexos iguales no complementarios para la procreación pero si para el uso, goce y disfrute del cuerpo, pero además comentemos sobre el significado de los vínculos afectivos interpersonales.

De tomar en consideraciones estos holones, como elementos sistémicos de la integralidad, o la complejidad holística, ayuda a un mejor abordaje educativo o bien terapéutico para la atención de problemas sexuales, de no hacerlo, aumenta la posibilidad de ineficacia en el abordaje, reitero, educativo o bien terapéutico.

El holón de la  reproductividad humana, es la consecuencia directa del hecho de ser seres vivos y desde lo esencialista biologicista; hoy esta reproducción humana en donde sexos distintos y complementarios es tan solo una posibilidad, porque existe la posibilidad del alquiler del vientre, la adopción, de la inseminación por compra de óvulos o esperma, es decir, la sexualidad humana se ha desarrollado con diversas manifestaciones complejas de organización biológica y social, como resultado de la especie humana de reproducirse en un modelo económico neoliberal, donde se promueve la globalidad, el mercado y el patriarcado, donde el hedonismo, el narcisismo, la búsqueda del lujo y los valores líquidos son una constante.

Por reproductividad se expresa, la posibilidad humana de producir individuos que en gran medida sean similares (pero desde luego que no idénticos) a los que los produjeron, como las construcciones mentales que se producen acerca de esta posibilidad.

La reproductividad no es solo biológica, tiene implicaciones psicológicas y sociales, pero también desde el ejercicio del poder (un nuevo ser blanco, heterosexual, que nace en privilegios, será distinto el poder que ejercerá cuando no se nace un hombre o mujer occidental viviendo en interseccionalidad), es decir, no se limita a las cuestiones de la concepción, embarazo y parto; desde luego que no lo es, el tema educativo y su explicación de la reproductividad forma parte de un elemento adicional a considerar en el holón sexual de la reproductividad que es el conocimiento y su explicación en cuestiones como el Ácido Desoxirribonucléico ADN,  genes, cromosomas, los aparatos reproductores, que por cierto hoy ya constituyen objeto de estudio en los libros de texto de la educación básica y el marco normativo legal.

Pero también en el plano psicológico y sociológico, desde luego la sabiduría inclusia de las personas, es decir, desde los afectos por el nuevo ser, hasta la presión demográfica y las políticas públicas por este holón de la reproducción se encuentran presentes. Yo incluyo aquí, justamente la interseccionalidad porque una persona que nace en precariedad, en pobreza, con una situación diferente a lo hegemónico, como la orientación sexual, su color de piel, su etnicidad, el género, su salud, la situación económica, también tiene implicaciones en como determinará su poder, si es un cuerpo blanco, moreno, amarillo o bien negro, si es hombre o es mujer, o es intersexual, o transita o transgrede el género.

Por otro lado, desde el holón del género, se nos presenta que, desde un mismo tipo de organismo, es decir, una misma especie, surgieron dos formas corporales, cuerpos con genitales diferentes (pero hoy lo que tenemos son machos, hembras e intersexuales), que rebasa la posición de disformismo, porque ya expresamos que ni en la reproducción, tampoco en el género existe el dimorfismo, porque hoy hablamos del perfil social transgénero, transexual, o bien travesti y ello, nos permite la comprensión no de un binarismo o disformismo, sino de una diversidad social, cultural, lingüística, de credo religioso, política y desde luego sexual.

El holón del género plantea la construcción mental de reconocimiento de ser hombre o de ser mujer, bajo el contexto de un cuerpo que sexuado de un pene, o una vagina; no obstante, los cuerpos intersexuales se asumen como masculino o femenino, incluso como no binario.

Existen cuando menos tres cuestiones a considerar en este holón: las cuestiones biológicas: diferenciación sexual genérica, la anatomía, el sistema nervioso central, es decir, sería otro elemento más a considerar.

También está el considerar el nivel psicológico en el género al conformar la identidad individual. La identidad se relaciona con el género, es decir la llamada identidad sexo genérica; que plantea el yo soy hombre, o, yo soy mujer. La identidad de género es importante en el desarrollo humano, el concepto fue creado por John Money y Anne Erhardt, como la mismidad, unidad y persistencia de la individualidad personal, ya como hombre, ya como mujer, o bien ambivalente, en grado mayor o menor grado, especialmente dirigido en planos de autoconciencia y la conducta.

Los roles sexuales o genéricos, llamados también los papeles sexuales, son estudiados en los grupos humanos, para identificación de los guiones que dictan socialmente y lo que es esperado por el grupo en función de su género. Así, el género, se institucionaliza, se normaliza, en papeles, estereotipos y guiones que deben seguir los sujetos ya masculinos o femeninos, y desde luego serán los filtros más efectivos para someter, controlar y disciplinar los cuerpos a través de la regulación del poder, o del biopoder.

El holón del erotismo, es un elemento más de la sexualidad, o del ejercicio del erotismo, es decir el cómo experimentamos los cambios corporales a través de la experiencia de excitación; en otras palabras, nuestra conducta sexual, el  deseo carnal.

El erotismo también puede ser el amor, así lo expresa Reiss, son cuestiones relacionadas con la experiencia amatoria. Pese a ello, podría ser que la experiencia erótica, sea tenida no solo una cuestión amatoria, sino también como un ejercicio placentero, hedonista de las experiencias corporales (masturbación, manoseo corporal, contactos íntimos con la otredad, utilización de juguetes sexuales, juegos dinámicos de los órganos externos en bina, entre otros) en donde el cuerpo y los genitales dan respuesta inmediata a ese erotismo, utilizando desde el inicio el sistema nervioso central, cuantas ocasiones podemos observar esas respuestas en parejas de personas jóvenes (hombres jóvenes) que deben cubrir su excitación que se hace evidente en su ejercicio erótico.

Entonces qué es el erotismo, bueno, es el proceso personal, humano, de pareja, en trio, en un ejercicio de sexualidad más amplio, en torno al apetito por la excitación sexual, el orgasmo, la eyaculación, y los juegos que sobre los propios fluidos sexuales son utilizados para complementar ese erotismo: como el tragar los fluidos sexuales, y otros juegos menos ortodoxos.  

El holón del erotismo es sistémico con diversos elementos, como la biología, la mente, y sus representaciones y simbolismo, la significación social y su regulación, lo que hacen del erotismo, una característica específicamente humana, ningún otro ser vivo (animal o planta), mantiene o genera una expresión como la que ocupa hoy el ser humano para la erotización.

Así, el holón erótico, visto desde el holismo nos plantea trabajar con tres procesos fisiológicos interdependientes y sistémicos, es decir desde la complejidad: el deseo o apetito sexual, la excitación y el orgasmo, como lo expresa Kaplan.

Como ya lo comentamos, el holón erótico, como el de género y reproducción, es sistémico a temas de sociología y antropología y del poder, que han estudiado otras culturas que advierte una diversidad cultural, social, lingüística, de credo religioso, dogma y sexual que se reexpresa en los códigos de conducta del género y del erotismo.

En el ejercicio del placer, del erotismo, habrá quien ejerza una posición androcéntrica, para el control, manejo y disfrute del cuerpo, de su cuerpo, y no necesariamente del otro cuerpo en el que hace asimetría del poder, al someterlo o subordinarlo a sus placeres.

Holón de la vinculación afectiva interpersonal, constituye los planos de la vinculación por afecto al otro, es decir, donde los afectos, las emociones y los apegos construyen sobre un cuerpo que ha dejado de ser cuidado por los padres, pero que ahora requerirá de nuevos apegos, nuevos afectos que le permitan la erotización, pero también el garantizar el cuidado y el desarrollo de la persona.

Por vinculación afectiva interpersonal reconocemos aquella capacidad de sentir afectos intensos por otro, por otros, ante la disponibilidad o no de esos otros u otras, y sus construcciones mentales alrededor de los mismo.

La forma más conocida de vinculación afectiva es el amor, pero también al dolor cuando se va dicho amor; entre las frases icónicas “yo sin ti no puedo vivir” y desde luego “me muero por ti”, se le llama amor tanto al gozo de ver al ser querido feliz, como al dolor que experimentamos cuando nos abandona. Así el amor es una forma ideal de vinculación afectiva.

Uno de los teóricos más fuertes para la comprensión del amor es Erich Fromm, el expresa que “el amor tiene un carácter activo, el amor da y además tiene cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento por la otra persona con la que experimentamos afectos intensos”

El estudio de las vinculaciones efectivas entre los seres humanos tiene contenidos en todos los niveles en los que los otros holones sexuales se manifiestan. Las bases biológicas de estos fenómenos empiezan a identificarse, cuando menos en lo que se refiere a algunas formas de vinculación afectiva como el amor romántico, el enamoramiento y posiblemente la matriz del vínculo materno-infantil.

La experiencia subjetiva del amor y los patrones de vinculación (llamado por algunos autores patrones de apego), constituyen temas centrales en la psicología. El establecimiento de la pareja humana, su formación, ciclo y disolución, así como la institucionalización de los vínculos efectivos a través del matrimonio, su disolución a través del divorcio y otras formas de terminación de vínculo, así como la regulación institucional y legal de estos procesos, se estudian por métodos de la psicología de la interacción, la psicología social, la sociología y la antropología. Finalmente, muchos de los fenómenos demográficos como las migraciones y los patrones de formación de uniones, están relacionados en alguna medida con los fenómenos de la vinculación humana.