Morelia, Mich.- El embajador de Colombia en México, Álvaro Moisés Ninco Daza, afirmó que no hay opción, y países como México que hoy enfrentan la presencia del crimen organizado en todas sus estructuras, políticas, económicas y sociales, deberán atender el diálogo como posibilidad para desarticular las estructuras de los carteles que operan en México y Colombia.
Entrevistado al asistir a la firma de hermanamiento entre Morelia e Ibagué, Colombia, el diplomático colombiano detalló la experiencia de su país para avanzar en el proceso de paz y desarticular las estructuras políticas, sociales y económicas del crimen organizado, y han logrado por primera vez en la historia de este país, sentarse con 10 organizaciones criminales a dialogar.
Al ser cuestionado sobre si este es el camino para avanzar en México, aceptó que “no hay opción” y dijo que en estos momentos países productores y consumidores enfrentan graves problemas que ponen el riesgo la existencia de la humanidad, como la crisis climática, la guerra el narcotráfico y la criminalidad, “necesitamos ocuparnos precisamente de esas agendas”.
“Nosotros estamos encargándonos de nuestros grupos, el gobierno mexicano esta haciendo lo propio también y lo que vamos hacer es articular esos esfuerzos, no hay otra opción, tenemos problemas que ponen en riesgo a la humanidad”, refirió.
Al representante de Colombia en México, se le preguntó si esta es una forma de tirar la toalla y ceder ante los grupos criminales, afirmó que Colombia viene de tirar la toalla y someterse a los grupos y gobiernos que coadyuvaron a los “narcoestados”, y en México también ha ocurrido lo mismo. “No lo digo yo, lo dice un Tribunal de Nueva York, nosotros estamos cambiando eso”, señaló.
Afirmó que su gobierno ha planteado criterios diferentes en la lucha contra las drogas, como un tema integral al igual que México con la estrategia de “abrazos y no balazos”, mientras el Gobierno Estadounidense ha sostenido su agenda de lucha contra el terrorismo que en su momento Colombia ha coadyuvado también con vehemencia.
“Nuestro objetivo es diferente, de manera que buscamos por primera vez y en toda la historia de Colombia que las organizaciones criminales aceptaron la posibilidad de sentarse a dialogar con el gobierno colombiano, eso no implica que las fuerzas militares o la policía dejen de hacer su labor de interdicción y combate contra el crimen, por el contrario estamos buscando desmontar las estructuras económicas y sociales, políticas de la criminalidad y para eso se necesita gente honesta, gente comprometida con la transformación y eso es lo que estamos haciendo”, comentó.
Informó que realizaran una conferencia latinoamericana donde participen varios países, misma que busca encontrar consensos y acuerdos para atacar un problema tan grave como es la presencia de las organizaciones criminales y buscar desde las raíces estructurales del problema desmontar la estructura financiera de las organizaciones criminales.
“Las economías ilegales solo surgen y es posible su florecimiento en los vacíos que deja la economía legal”, mencionó.
Finalmente señaló que con Felipe Calderón, ex presidente de México, y el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, la estrategia asumida fue algo que para nosotros es fallido; la guerra contra las drogas que duró tres gobiernos en Colombia, se enfocó en la criminalización y estigmatización, al llegar un gobierno del cambio se da una atención más integral de la política de drogas.
