Administración ineficiente del servicio educativo nacional

No se contó con un diagnóstico previo de la situación de los procesos de enseñanza-aprendizaje, ni sobre el consumo y adición a las drogas dentro de las instalaciones educativas

El evento se efectuará el 17 de febrero en esta ciudad capital. | Foto: Gobierno de México

Resulta raro que hasta después de haber pasado 1565 días, el Gobierno de la “Cuarta Transformación de la Vida Nacional”, se dio cuenta de la necesidad de intensificar las actividades institucionales en el combate al consumo y adicción de las drogas, entre las cuales comprenden los opiáceos; estimulantes; antidepresivos; la dietilamida de ácido lisérgico (LSD); la marihuana; bebidas alcohólicas; pero sobre todo el fentanilo, fabricado ilícitamente y que resulta más barato que otras, pero con un mayor potencial destructivo.

Problema de salud pública que desde hace décadas han venido atendiendo los gobiernos en turno, a través de la Secretaria de Salud y que en un principio fue en coordinación con el Consejo Nacional contra la Farmacodependencia y a partir de 1986, con la Comisión Nacional contra las Adiciones, órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Salud y el cual sustituyó al Consejo en todas sus funciones.

Por lo que resulta extraño, que, de la noche a la mañana, el pasado lunes 17 de abril, unilateralmente la Secretaría de Educación Pública, haya iniciado la campaña llamada “Si te drogas te dañas”, que tiene por objeto, orientar a los alumnos de secundaria y de nivel medio superior inscritos en escuelas públicas y privadas, sobre las consecuencias que causan las drogas y adiciones al desarrollo integral de las personas y de las familias.

Decisión aparentemente tomada a la ligera, pues no se contó con un diagnóstico previo de la situación que guardaban los procesos de enseñanza-aprendizaje a nivel nacional y regional, ni sobre el consumo y adición a las drogas dentro de las instalaciones educativas, a efecto de contar con la información necesaria para la toma de decisiones que resultarán más pertinentes, y  que contribuyeran a logro de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 y del Programa Sectorial de Educación 2020-2024.

Posiblemente fue una indicación que le dio el Sr. Presidente a la Secretaria de Educación Pública y esta, congruente con la fórmula que utiliza la “Cuarta Transformación”, donde la lealtad se antepone a la capacidad, obedeció las indicaciones, sin atreverse a informarle al Sr. Presidente, que las prioridades del Sistema Educativo Nacional son otras, las cuales por el momento no están relacionadas con el combate a las drogas y adiciones.

Campaña que distraerá el desarrollo académico de aproximadamente 11 millones de alumnos matriculados en unas 62 mil escuelas, tanto de secundarias, como de nivel medio superior, ya que se contará con menos tiempo del programado para desarrollar los contenidos de los programas de estudios correspondientes. Quienes hemos trabajado como docentes sabemos bien, que, solamente laborando 180 días efectivos durante un ciclo escolar, es posible agotar la totalidad de los temas de un programa de estudio, de lo contrario, se dejarán temas pendientes y sin espacio alguno para su recuperación.

Actividad extracurricular, que ocasionará que, los docentes de esos planteles, acumulen más trabajo en casa. pués ahora, además de preparar la clase diaria; elaborar el material didáctico necesario para hacer más amenas las clases; revisar los trabajos de investigación y tareas; calificar los exámenes parciales y finales; actualizarse con la adquisición de nuevos y mejores conocimientos; tendrán que estudiar la guía o instructivo de la mencionada campaña, para poder interactuar con los alumnos, sobre el tema.

Campañas similares se han realizado en administraciones de gobiernos anteriores. La última que recuerdo fue en 2017, la cual incluyó alumnos de primarias y secundarias y fue coordinada por la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Nacional contra las Adiciones, teniéndose que capacitar a los docentes que laboraban en esos niveles académicos, a través de la currícula, es decir, no se afectó el desarrollo de los programas de estudios, porque fue planeada en tiempo y forma.

Campañas que considero deben de efectuarse periódicamente, siempre y cuando no se dupliquen acciones institucionales, no se pierda tiempo en experimentos ni se gaste irracionalmente los recursos presupuestales y se cumplan los objetivos programados.

Cualquier esfuerzo que se haga para preservar y mejorar la salud de las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y a la población en general, es válido y digno de reconocerse, sólo que debe planearse para tener claridad de los objetivos a lograr y las acciones a realizar; así como el costo y el origen de los recursos presupuestales, más cuando está de por medio el proceso educativo de muchas generaciones. A menos que se quiera, que las instituciones de educación superior, sigan siendo fábricas de profesionistas desempleados.

Desgraciadamente con este tipo de improvisaciones u ocurrencias, no se atienden las prioridades del Sistema Educativo Nacional como: proporcionar una educación gratuita, equitativa y de excelencia, centrada en el aprendizaje de los alumnos; actualizar y vincular los planes y programas de estudios a las necesidades del sector productivo; la construcción, equipamiento, mantenimiento o reconstrucción de los espacios educativos; el combate a la violencia escolar y mejorar el salario de los trabajadores de la educación, ajustarlos a niveles similares a los de los mandos medios del ejército, la marina, la guardia nacional, migración entre otros, para que puedan tener una vida digna.

Por todo lo que ha sucedido y sigue sucediendo en la administración de la prestación del servicio educativo nacional, tal parece que seguirá pendiente: ( 1) el atraso equivalente a dos ciclos escolares del proceso educativo de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes nacidos entre 1998-2018; (2) la deserción escolar en todos los niveles académicos y (3) el rezago educativo, como nunca antes había sucedido. Al tal grado que, he llegado a pensar que quienes han dirigido la Secretaria de Educación Pública en el actual sexenio, posiblemente en su desarrollo educativo y profesional, no tuvieron una actuación sobresaliente ni como estudiantes ni como docentes.