Parteras ofrecen alternativa a violencia obstétrica, pero el Estado no las reconoce

Mujeres Aliadas ofrece servicios en Morelia todos los viernes y ofrece los servicios de salud principalmente en la región lacustre de Pátzcuaro

Existen opciones para evitar el daño obstétrico en embarazos, pero no se reconocen oficialmente.

Morelia, Mich.- En el marco del Día Mundial de la Partera, Lisel Lifshitz, directora ejecutiva de la organización Mujeres Aliadas, reivindica la profesionalidad de esta labor y señala las trabas con que se han encontrado en su camino burocrático hacia la certificación de las egresadas de la carrera de partería.

En Mujeres Aliadas, dice su directora ejecutiva, una de las labores que llevan a cabo es el acompañamiento a mujeres desde un enfoque de salud integral en las distintas etapas de su vida sexual y reproductiva, desde su primera menstruación y hasta la menopausia.

Lifshitz explica que, a diferencia del modelo medicalista que se encuentra en cualquier hospital o consultorio, en el modelo de partería que defienden en la organización no patologizan los procesos naturales en la vida de las mujeres.

“En el modelo medicalista, por ejemplo, la menstruación es un padecimiento, se trata a las mujeres embarazadas como si estuvieran enfermas, los procesos naturales se ven como algo que hay que curar o arreglar”, explica, distanciándose de esas posturas.

Otra diferencia que apunta entre estas dos visiones opuestas es el lugar que ocupan las mujeres en sus propios procesos de salud: “Acá las mujeres están en el centro, y siempre son ellas las que deciden qué hacer; en la otra visión es la decisión del médico, él es el que está al centro”.

Cabe destacar que, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021, en Michoacán el 32 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años señalan haber vivido alguna forma de maltrato obstétrico en su parto o cesárea.

Aunque hay alternativas a este modelo hegemónico la población no suele buscarlas. De hecho, dice Lifshitz, la partería es una labor muy estigmatizada: “Hay mucha desconfianza por parte de la población. Se piensa que llevamos a cabo prácticas descuidadas. Es una profesión no reconocida.”

Defiende la calidad de los servicios de salud que ofrecen al grado que llama a echar abajo el discurso mayormente difundido de que la partería tradicional se limita a ser una opción para las mujeres de comunidades marginadas.

“Deberíamos dejar la atención en hospitales para el segundo y tercer nivel de atención, cuando hay complicaciones específicas que requieren equipo especializado. Nosotras damos atención en el primer nivel sin ningún problema”, detalla.

Los servicios de salud que ofrece esta organización a las mujeres se dan principalmente en la región lacustre de Pátzcuaro, donde dan atención a esta ciudad y 40 comunidades alrededor.

En Morelia también ofrecen consultas todos los viernes, “solo hay que agendar con anticipación llamando el número 434-138-8220.”

Certificación federal sin éxito

La propia organización de las Mujeres Aliadas ha fundado una escuela de partería con una formación equivalente a una carrera de nivel superior, dice Lifshitz.

Cuentan con una certificación de validez oficial por parte del estado de Michoacán, pero a raíz de la última reforma en la materia, ésta ya no es válida y han tenido que tramitar una certificación a nivel federal.

“Ha sido una tarea titánica con todo en contra. Ha sido un proceso burocrático lento y con muchos obstáculos”, señala.

Actualmente las parteras se forman, pero no reciben certificados válidos por la autoridad educativa federal, lo cual les representa problemas para ingresar a la Plataforma Nacional de Pasantes en el área de la salud, de modo que tienen dificultades para llevar a cabo sus prácticas profesionales de manera adecuada.