21 de mayo

Lázaro Cárdenas del Río a caballo. (Foto: Cortesía Xuchitl Vázquez)

El 21 de mayo de 1895, hace 128 años, nació Lázaro Cárdenas del Río, quien es recordado por muchos, no solo mexicanos, sino de muchas partes del orbe, como el mejor presidente que ha tenido nuestro país.

Lo recuerdo con gran cariño, respeto y admiración. No solo porque mi padre, Natalio Vázquez Pallares y él eran grandes amigos y compañeros de ideales, sino porque constaté su congruencia, y sobre todo su sensibilidad y bondad,

Pensé al iniciar a escribir este, en solo poner sus datos biográficos y hechos relevantes. Pero no puedo.

Quizás si no le hubiese conocido y convivido, podría hacer una mera síntesis biográfica.  Muchos de ustedes lo conocieron, sobre todo los michoacanos, y seguramente tendrán historias, recuerdos, que seguramente guardan en su corazón y heredan a sus hijos como lo he hecho yo con los míos.

 Y así se va formando una historia paralela a la oficial, mas allá de datos oficialistas, o intereses del poder en turno.

Mis recuerdos del General me llevan irremediablemente a mis padres, para mi visión de niña, éramos familia. Los cariños, se aprenden, se heredan, se confirman, refuerzan y acrecientan en el día a día, y así fue en mi corazón, el cariño por el General Cárdenas.

De cerca constate el amor que tenían el General y mi padre por la humanidad, por nuestro país. Su indignación por las injusticias, la pobreza, la desigualdad. Por la explotación del hombre por el hombre, por la violencia.

Constaté su congruencia, la fortaleza en sus ideales, y su entrega a la lucha por un mundo diferente.

Hizo todo lo posible, para hacer realidad los ideales de la Revolución Mexicana. Los cuales fueron en la practica el proyecto de nación, por el cual se trabajó y luchó.

Prueba de esto, fue el acto heroico de la expropiación y nacionalización del petróleo, el reparto agrario, su internacionalismo, su lucha por la paz.

 Para hacer realidad los anhelos de la Revolución, se retomó el modo de modo de producción comunal, para no solo crear ejidos, sino como fortalecimiento de las comunidades.  Cárdenas consideró que el motor de la producción agraria debía ser el ejido.  Dar tierra al campesino por la vía ejidal significaba organizarlo, se trataba de hacer irreversible el cambio de estructura en el agro mexicano. Cárdenas no solo es el presidente que repartió más tierra, sino que les respetó, les entendió, y les defendió contra intereses económicos y políticos.

La defensa de los energéticos, de los recursos naturales, fue de suma importancia.  Fueron sembrados millones de árboles.  Fueron cuidadas las riquezas del subsuelo como nunca se ha vuelto a hacer.

La lucha por la recuperación de las tierras fue ardua. Al respecto debo comentar que, debido a la lucha por la recuperación de los bosques de Michoacán, Natalio Vázquez Pallares, quien luchó incansablemente por la recuperación de los bosques en todo el país, en especial del área de Coalcomán y la Sierra Oriente de nuestro amado estado, fue combatido por el poder económico (caciques), el poder político y el poder religioso. Al grado de impedir a toda costa que fuese gobernador, no obstante, así lo quería la mayoría los michoacanos.

Los intereses económicos en torno a la propiedad de la tierra y de los bosques, era muy fuerte, al grado de que en varias ocasiones quisieron matar a mi padre. Dicha amenaza y acciones fueron incitadas por los intereses económicos, políticos, e incluso por parte del clero.

A mi me tocó vivirlo una vez, en que mi padre había asistido a una asamblea de ejidatarios en la sierra cercana a Ciudad Hidalgo, Íbamos mi madre y yo acompañándolo, y en un estrecho puente que había en la carretera hacia Zitácuaro, cruzaron un carro para evitar el paso y así matarlo, en ese momento los ejidatarios salieron todos, y se pusieron frente a nuestro carro, evitando así el que fuese asesinado mi padre y nosotras dos.

Su vida corría peligro por defender los bosques, la propiedad comunal y las comunidades indígenas. El poder político económico y político hicieron todo para acabar co él.

El 21 de mayo de 1965, gracias a la intervención del General Cárdenas, con la finalidad de salvar la vida de Natalio Vázquez pallares, fue nombrado embajador en Yugoeslavia, valiente nación que en ese momento libraba una lucha por su soberanía y manera de guiar su destino. Por eso, y por la semejanza con nuestro país, en lo multiétnico y en lo pluricultural es que Natalio escogió ir ahí.

No puedo dejar de mencionar, que un 21 de mayo, pero de 1971, falleció mi madre, María Concepción Zamacona, mujer bella, de ideales, guerrera por la vida, por la igualdad, y claro por los anhelos de la Revolución Mexicana. Ella siempre estará viva en los ideales y en el corazón de mis hijos y mío.

Los ideales de la Revolución Mexicanal, sobre todo en lo que respecta a la defensa y preservación de los recursos naturales, las riquezas del subsuelo y propiedad de la tierra han sido siempre combatidos por intereses económicos, políticos e incluso religiosos. Ahí tenemos el ejemplo fehaciente del asesinato a mansalva del gran Emiliano Zapata.

Y como él muchos más, asesinados o desaparecidos por defender los recursos naturales, la vida de las comunidades, por la justicia, por la igualdad, contra el despojo, contra la miseria, contra la violencia. Lucha que se sigue dando a lo largo y ancho del país:  en Aquila, en Guerrero, en Oaxaca, Durango, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Morelos, etc.

Los ideales de la Revolución están aún vigentes. Como está vivo el General Lázaro Cárdenas y miles más, que lucharon por un mundo diferente, donde imperara la paz, la igualdad, el respeto.

Desde mi corazón doy gracias al universo por todo lo que realizó Lázaro Cárdenas del Río, por México y la humanidad. Es de celebrarse su existencia.