Muerte de buscador remite a la falta de acceso a la salud para víctimas indirectas de desaparición

Los padecimientos físicos más comunes son el cáncer y la artritis, mientras que los psicoemocionales son la ansiedad y la depresión

Familias de desaparecidos, en una marcha realizada en mayo del 2023 en Morelia. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Ante la noticia del fallecimiento del histórico “buscador” Mario Vergara, Dora Jaimes, integrante del Comité de Familiares Detenidos-Desaparecidos en el estado de Michoacán (Cofaddem), reflexiona sobre los impactos a la salud integral de quienes buscan a algún familiar desaparecido, principalmente padecimientos fisiológicos crónico-degenerativos como el cáncer o la artritis, y psicoemocionales, como la ansiedad y la depresión. Asegura que no tienen acceso a servicios de salud públicos.

Mario Vergara murió el día de ayer en un accidente laboral, según la información que circula en medios nacionales, sin haber encontrado a su hermano Tomás, desaparecido el 5 de julio de 2012. En aquel momento Mario emprendió el proceso de búsqueda de su familiar, y en el trayecto fue encontrándose y organizándose con muchos familiares más para las labores en campo con sus propios medios. Fundó la organización Los Otros Desaparecidos.

Si bien ninguna de las personas que ha buscado el acompañamiento de Cofaddem (principalmente mujeres), ha muerto sin encontrar a sus familiares, el trauma por el que atraviesan y los impactos del proceso de búsqueda afectan de manera significativa su calidad de vida, dice Dora Jaimes, integrante de la organización.

“La experiencia de la desaparición o la pérdida ambigua nos puede llevar a una sensación de morir poco a poco. Esta situación se caracteriza por la incertidumbre y la falta de cierre emocional que implica no tener información definitiva sobre el paradero o el destino de un ser querido desaparecido. Esta angustia es prolongada, es un impacto que se describe metafóricamente como una muerte lenta y dolorosa”.

Con respecto a la reciente noticia, se refiere en términos muy respetuosos: “Es el caso del compañero Mario Vergara, para quien en su búsqueda no le dieron oportunidad de volver a ver a su hermano Tomás”.

“Sí hay compañeras adultas”, dice, “con enfermedades crónico-degenerativas muy complicadas”. Entre los padecimientos fisiológicos más frecuentes están el cáncer y la artritis, así como las afectaciones dermatológicas. En cuanto a lo psicoemocional, el insomnio, la ansiedad y la depresión. Aunque vive con la consciencia de que morir es parte de la vida, lamenta que en cualquier momento pueda complicarse la salud de alguna compañera por este tipo de padecimientos.

Los cuadros de depresión, refiere, aumentaron de una manera significativa durante la pandemia, ya que se pararon aún más los procesos de búsqueda y las investigaciones y, por ende, aumentó la incertidumbre: “¿Qué va a pasar con nuestros familiares si sigue pasando el tiempo y no estamos ahí para insistir?”. Además, comenta que hay compañeras que presentan secuelas de Covid.

Reivindica la necesidad del acompañamiento psicosocial para las mujeres y personas que han sido víctimas indirectas de la desaparición forzada, “pero también del acompañamiento psicocorporal, donde puedan trabajar esa parte de afectaciones físicas derivadas de la somatización”.

En un contexto en el que los principales desaparecidos son hombres cuya actividad económica es sostén de la vida familiar, así como el hecho de que los impactos para las y los familiares es tal que les representa dificultades significativas, por ejemplo, para mantener sus actividades laborales, Dora Jaimes argumenta en favor de que el Estado les asegure a familiares sus derechos económicos, sociales y culturales de las víctimas indirectas, habla específicamente de los servicios de salud en instituciones públicas.

“El Estado tiene la responsabilidad de dotar las herramientas necesarias para las familias. A las compañeras les preocupa enfermarse, porque les representa mucho gasto. Se supone que las comisiones Estatal y Nacional de Víctimas generan estos espacios para que podamos acceder a estos servicios, pero no se da con todos los familiares, no con todos los colectivos, sino sólo a los que puedan estar sujetos a su agenda.”.

Cofaddem ha optado por la autogestión, ya que tiene un posicionamiento político en contra de recibir apoyos directamente económicos por parte de las instituciones: “En el país se ha dado la cooptación o desarticulación de colectivos por parte del Estado a través de una cuestión económica. Es muy perverso, pero así se ha dado”.