Morelia, Mich.- Una megamovilización conformada por cientos de autibuses, combis y taxis públicos generó desde temprano un caos en la capital del estado de Michoacán, sin que los operadores de estos vehículos supieran o pudieran decir la razón.
Había casi 200 vehículos, de todas las rutas y colores, sólo del jardín de Villalongín a la Catedral de Morelia. Eran todavía más los que se encontraban del lado poniente, del templo principal hasta el monumento a Lázaro Cárdenas. En las calles perpendiculares estaban también decenas de camionetas y coches irrumpiendo la circulación normal de las vialidades.
Distribuidos en grupos a lo largo de toda el área intervenida, reunidos según los colores de su ruta, los operadores del transporte público tomaban un refresco, incluso alguna cerveza, comían tortas, pizzas, reían y platicaban, pero ninguno sabía o podía decir por qué se estaban movilizando:
– Yo la neta no sé, soy nuevo.
– A nosotros nomás nos mandaron de la base. Eso sólo lo saben los líderes.
– Es por lo del Uber, yo creo.
– No podemos dar explicaciones.
– Tengo prohibido hablar sobre eso.
Quienes se encontraban más cerca del Congreso se dispersaron, luego de que elementos de la policía arrojaran gases lacrimógenos a integrantes del Consejo Supremo Indígena, quienes también estaban reunidos afuera del recinto legislativo para manifestarse ante el hecho de que la Comisión de Asuntos Electorales no hubiera dictaminado la iniciativa propuesta en materia de autogobierno y presupuesto directo.
En la calle Melchor Ocampo había un grupo de transportistas refugiándose del calor, cuando pasó un motociclista con una mochila naranja de Didi: “Eh, eh, eh. ¡Uber! ¡Quémenlo!”. Los gritos no tenían como propósito pasar a la acción; las risas aparecieron cuando el joven logró huir.
Para el mediodía las y los diputados locales ya habían abandonado el recinto legislativo: se trasladaron a una sede alterna en Altozano para poder continuar con la sesión, a realizarse a puerta cerrada.
Lenin Morales, de la Alianza de Agrupaciones de Taxis y Combis de Michoacán, declaró que la movilización tiene como propósito manifestarse en contra de una iniciativa de ley que no habría pasado por el previo conocimiento de los transportistas.
En su discurso es explícita la incertidumbre por una ley que podría no beneficiarlos o que implicaría para ellos un “despojo”, se refiere a temas como las plataformas digitales (Uber, Didi, por ejemplo) o un metrobús.
Con esto último se refiere a una idea promovida por el propio gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, según la cual en 2024 se inauguraría un sistema de transporte masivo que, en su primera fase, conectaría Villas del Pedregal con el centro de la ciudad.
