ECOS LATINOAMERICANOS: Y al final Lasso se rindió

El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso. (Foto: especial)

Incertidumbre es la palabra con la que mejor se puede describir la situación que actualmente afronta la República de Ecuador, ya no solo debido a la situación de “muerte cruzada”, el mecanismo de disolución del parlamento que el presidente de dicho país, Guillermo Lasso, aplicó con el propósito de evadir un juicio político que estaba siendo abierto en su contra al tiempo en que procuraba adquirir mayor control del legislativo, ya que el congreso nacional de dicho país le estaba siendo hostil en los últimos meses. A tan difícil situación afrontada por el presidente, ahora se suma la circunstancia de que el propio Lasso no participará en las elecciones que deben convocarse tras aplicar la señalada medida.

Por supuesto, se esperaba que Lasso tratara de participar en las elecciones presidenciales de agosto como una forma de refrendarse en el cargo, pero hace poco más de una semana el señalado mandatario confirmó que no planea lanzarse para continuar los meses restantes que aun le quedarían, por lo tanto, el periodo de gobierno del Presidente Lasso quedará recortado para finales de este año.

Difícilmente alguien podría creer que Lasso tuviera planeado desde el inicio de su mandato concluir su periodo presidencial de manera anticipada, por lo que lo más probable es que el actual mandatario sí barajó la posibilidad de continuar en el ejercicio de su mandato tras el uso de la llamada muerte cruzada, sin embargo, al desistirse de dicha participación se supone que muy probablemente las encuestas no le fueron favorables.

Justamente, en la actualidad el movimiento político con mayor respaldo por parte de la ciudadanía ecuatoriana es el de la Revolución Ciudadana, fundado por el exmandatario Rafael Correa y que fue divido tras la llegada al poder del también exmandatario Lenin Moreno, a quién se le acusó de haber traicionado los principios de dicho movimiento y que además es hoy en día uno de los acérrimos rivales del correísmo.

Por lo tanto, es probable que esta estrategia de Lasso de no postularse para la continuación de su mandato sea un intento de evitar que el correísmo pueda utilizarlo como herramienta publicitaría para incrementar aun más su ventaja. No es sorpresa para nadie que el correísmo es de los principales críticos de Lasso y que en la actualidad continúa recriminando la labor del mandatario no solo por la represión contra los sectores sociales que se han manifestado contra las políticas del actual presidente, sino también por los malos manejos realizados tanto en materia de salud como de seguridad, ya que la violencia criminal cada día va más en aumento.

Sin embargo, difícilmente esta táctica de Lasso, de no presentarse para competir, podrá producir un cambio en la intención de voto actual, o por lo menos no lo conseguirá por sí solo, en todo caso si hay un elemento que quizás pueda influir en la preferencia electoral será el nombramiento de los candidatos definitivos tanto para la presidencia como la renovación del legislativo, pero aun está por verse quienes serán y cuáles serán sus propuestas políticas.

Por lo pronto, lo único que está claro es que Lasso optó por la retirada, y más llá de lo que haya o no realizado en su paso por la Preidencia de Ecuador,  será recordado como un político que decidió culminar de manera anticipada su mandato por falta de apoyo, en pocas palabras esto es básicamente una renuncia en términos más tácitos. Al final la falta de apoyo, los pocos canales de dialogo con los sectores opositores, las crisis de salud y violencia que azotaron Ecuador, y frente a las cuales el gobierno no supo responder adecuadamente, han sido las principales causas que han forzado a Guillermo Lasso a retirarse por la puerta chica.