Morelia, Mich.- Alrededor de 50 estudiantes de arte del Instituto Mácuil Xóchitl de Puebla salen cada semana del estado para conseguir recursos que les permitan sostener su formación. Entre los destinos recurrentes está la ciudad de Morelia, donde durante tres días cada tanto se les ve haciendo danza folclórica en distintos semáforos de la ciudad.
Las y los estudiantes, no todos los cuales estudian la Licenciatura en Danza Folklórica, sino también actuación, canto y pintura en la Licenciatura en Expresión Artística, salen cada fin de semana para dirigirse a distintos destinos donde puedan llevar a cabo su recaudación de fondos: además de Morelia, Toluca, Chilpancingo, San Luis Potosí, entre otras. Aquí en Michoacán también suelen ir a Pátzcuaro. Cada fin de semana van a una ciudad diferente.
Se trata de una estrategia de autosostenimiento ante la escasez de recursos que viven allá. De hecho, en Puebla viven en casas de estudiantes, y cuando vienen a Morelia una casa amiga los recibe, la independiente Espartaco. Han buscado subsidios de transporte y hospedaje, pero no los han conseguido.
Sus visitas duran tres días, comienzan en viernes y terminan en domingo, generalmente en jornadas que comienzan a las 8:30 de la mañana y terminan a las 6:00 de la tarde.
“Hay días buenos y días malos”, dice Abril, una de las jóvenes estudiantes. En promedio recuperan entre 400 y 500 pesos en un semáforo al día, de donde tienen que sacar para los viáticos.
En Morelia se les ve vestidos con trajes regionales en diferentes cruceros, por ejemplo, el que se encuentra frente al hospital Star Médica en avenida Camelinas, en el cruce de Ventura Puente y Acueducto, en Nocupétaro ya casi llegando al monumento a Lázaro Cárdenas, entre otros. “Cada quien se mueve a donde quiere”, dice Abril.
También, cuando hay oportunidad, se van a la Plaza Benito Juárez, junto a la Catedral, para hacer un espectáculo con una producción un poco más refinada que la que suelen utilizar en los segundos que les permite un semáforo en algún crucero de la ciudad.
Las y los estudiantes solicitan la solidaridad de las personas para poder sostener sus aspiraciones profesionales de poder vivir del arte.
