Morelia, Mich.- Esta tarde el reconocido escritor, guionista y director Guillermo Arriaga, autor de películas como Amores Perros y libros como El salvaje, premio nacional Alfaguara 2017, presentó su más reciente obra literaria, Extrañas, en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México en Morelia.
De pie y con un lenguaje coloquial (“naquísimo”, presume con orgullo), Guillermo cuenta que cuando se dispone a escribir una novela como ésta, no sabe cómo va a terminar, quiénes van a ser los personajes, cuál será el lenguaje que va a predominar en la narrativa. “Yo no tengo idea de quién escribe la novela, de dónde sale. Yo siento que alguien me dicta”.
Sin embargo, no se trata de la clásica idea de la inspiración como el dictado de las musas. En cambio, cuenta que para él “si llovió afuera de mi casa, llovió en el libro; si a mi hijo le dio dermatitis, a un personaje le dio dermatitis; si a alguien le picó un perico…”.
Escribir o dirigir una película es para Guillermo como entrar a la selva y querer ahuyentar a un tigre con una varita: “Si no te come es sólo porque no tiene hambre”.
Alrededor de 120 personas, le escuchan con manifiesta admiración. Lo presentan Mara Rahab, directora de El Traspatio, librería de editoriales independientes, y la actriz méxico-española Rita Gironés, quien lo aborda con preguntas puntuales para iniciar el diálogo con el invitado.
La historia tiene lugar en la Inglaterra de 1781, comenta el autor, una de las circunstancias que marcó el libro: “Dejé de usar ‘torso’, ‘compulsivo’, ‘apasionante’, ‘esquelético’… 600 palabras que no existían en aquel entonces. Pero no usé sinónimos, porque los que ahora se utilizan tampoco existían. Si no podía utilizar ‘alegre’, tampoco ‘positivo’. Tuve que darle la vuelta”.
También relata que incorporó tres o cuatro palabras antiguas “para que se divierta la gente”, incluso algunos insultos “muy elegantes”.
El protagonista de Extrañas es William Burton, un muchacho de 15 años en la Inglaterra de finales del siglo XVIII. Primogénito de un linaje muy noble y poderoso, va a heredar las propiedades de la familia y se convertirá en el patriarca. Ese es el destino preasignado del que abdicará cuando despierte en él la curiosidad por la medicina y se aventure al conocimiento científico de la época.
La novela es una historia de ciencia, de libertad, de empatía, de amistad, de amor, según lo refieren en la mesa, pero es sobre todo, subraya el autor, una historia sobre “lo diferente”, particularmente porque entre los personajes de la historia hay “gente rara, gente loca, gente con discapacidad”.
Este discurso sobre la diferencia vino acompañado de frases como “por naturaleza rechazamos lo distinto”.
Cuando Rita Gironés le pregunta si cuando escribió Extrañas tenía la voluntad de zarandear al lector, tal como le sucedió a ella, Arriaga responde que no hay voluntad en la escritura: “Uno no puede escribir una obra maestra a propósito”.
Mara Rahab, por su parte, cuenta a quienes no la han leído que Extrañas es una historia que despierta una amplia e intensa variedad de emociones, entre ellas, curiosidad, morbo y hasta vergüenza por querer regresar a ciertas escenas. “Guillermo es muy bueno con las palabras, pero sobre todo es un gran constructor de imágenes”, dice del también autor de 21 gramos.
Guillermo Arriaga propone una apuesta a los lectores: si no les gusta su libro, les pide que se lo hagan saber en Twitter e Instagram y se los cambia por uno que sí les guste de cualquier autor o autora; y si sí les gusta, que regalen Extrañas en navidad, año nuevo y demás fiestas.
