Derechos de los animales, entre la arrogancia y el discurso político

“El animal sigue siendo una cosa, un bien mueble; aunque sienta, aun con esa gran contradicción”: Fernanda Sánchez

Animales, en medio de una disputa que no soluciona su maltrato ni su abandono.

Morelia, Mich.- En un formato de preguntas y respuestas, esta tarde Johana Fernanda Sánchez Jaramillo presentó su más reciente publicación Los animales como sujetos de derechos. Una categoría jurídica en disputa, que escribió con el ánimo de educar a abogados y jueces en materia de derecho animal.

La autora, además de abogada es periodista y trabajadora social. Desde esta formación transdisciplinaria sostuvo que hay, “una cierta arrogancia del Derecho” y que “solo no puede hacerlo todo”, por lo que requiere entrar en diálogo con otras disciplinas como la sociología, la antropología y la filosofía.

El evento se llevó a cabo de manera virtual desde la página oficial de la Facultad de Filosofía de la Universidad Michoacana. Hicieron preguntas tanto el público como Raúl Navarrete, profesor de esta institución; también el filósofo francés Patrick Llored, quien, además del prólogo de este libro, ha escrito títulos como Una ética animal para el siglo XXI y La violencia de la ética. Derrida para humanistas.

En una de sus intervenciones, Llored comentó que el libro de Sánchez Jaramillo es novedoso e importante, “no es un libro suplementario sobre la cuestión del derecho, sino una reflexión original sobre el derecho en el mundo”.

Fernanda Sánchez dijo que aunque el uso del concepto “familia multiespecie” es ya muy extendido en diferentes disciplinas, agregó que las principales tradiciones del derecho, tanto la romana como la anglosajona, comparten un imaginario en el que no caben más que dos categorías, personas y cosas, “el animal sigue siendo una cosa, un bien mueble; aunque sienta, aun con esa gran contradicción”.

Se manifestó suspicaz respecto de los juicios que recientemente han permitido la liberación de algunos animales en cautiverio bajo la figura jurídica del habeas corpus, como en el caso del oso Chucho, quien fue liberado de un zoológico en Barranquilla por medio de este recurso.

El problema es, según la investigadora, que la argumentación con la que se litiga reproduce la idea de que los animales no tienen dignidad, una cualidad que el derecho sólo se atribuye a los seres humanos por su presuntamente exclusiva capacidad racional.

“Creo que hay que tener un poco de cuidado. Nos emociona mucho ver estas acciones, nos emociona mucho la jurisprudencia, pero hay que leer entre líneas, para saber cuál es la argumentación, y cuando uno ve eso, uno se da cuenta de que no hay ningún avance”.

Fernanda Sánchez argumentó a favor de que una verdadera transformación de los derechos animales no viene solamente de esta disciplina, sino de un cambio en los imaginarios que se tiene sobre ellos, ya que en su visión el derecho es un un reflejo de la sociedad en la que está. “Si el derecho no quiere [cambiar], hay que forzarlo académicamente, políticamente…”, sentenció la autora.

El libro, según se refirió en la mesa, da cuenta de al menos tres genealogías (historias sobre el origen) de los derechos de los animales: cristianismo, capitalismo, y el pensamiento filosófico-jurídico. “¿De dónde le viene a alguien la idea de que la vaca es un ser que puede ser explotada y puede dar leche? ¿es suya o del capitalismo?”, preguntó.

El diálogo tocó una variedad amplia de temas: las diferencias entre las posturas antiespecista y mascotista, entre la lucha contra la explotación animal y la que defiende los sacrificios humanizados. Se habló también de la figura de Francisco de Asís como un representante contrahegemónico del cristianismo, así como del hecho de que los actores políticos usen como “botín” las causas animales (u otras) para acceder al poder.

Fernanda Sánchez contó cómo ha enfrentado la resistencia de quienes piensan que estos temas son menores o absurdos: “Uno las va sobrellevando con la seriedad del trabajo, con la rigurosidad, así va rompiendo uno esas barreras para que la gente se empiece a tomar en serio estos temas, y la lucha”.

El título, que si bien se fundamenta en su experiencia colombiana, “está escrito en clave mundial”, se puede conseguir directamente a través de la editorial Siglo del Hombre Editores, donde lo tienen en formato electrónico o también pueden hacer envíos internacionales.