Medicinas alternativas, entre la esperanza y la pseudociencia

La homeopatía y las medicinas alternativas son muy populares, pero este hecho no les convierte en verdaderas medicinas. (Foto: especial)

Primero, ¿qué debemos entender por “medicina alternativa? La popular y razonablemente confiable Wikipedia, con una contundente precisión y claridad que es de alabarse, nos informa que “medicina alternativa es toda práctica que afirma tener los efectos sanadores de la medicina, pero que no está apoyada por pruebas obtenidas mediante el método científico y apelan a la pseudociencia, por lo que su efectividad no ha sido probada más allá del ocasional efecto placebo”. Abundando en la definición agrega algo sobradamente demostrado: “Este tipo de tratamientos carece de verosimilitud biológica, no tiene pruebas que los respalden, tiene argumentos imposibles de probar o se ha demostrado que son ineficaces”.  Más claro y definitivo es imposible.

¿Y cuáles son estas medicinas alternativas? Pues aquí entran infinidad de prácticas pseudomédicas nuevas , viejas y muy viejas; va un listado parcial: Homeopatía, naturopatía, quiropraxia, curación energética, ozonoterapia, radiestesia, acupuntura, medicina tradicional china, medicina ayurvédica, curación por la fe, acupuntura, aromaterapia, auriculoterapia,, constelaciones familiares, hipnosis natural, homeopatía,, macrobiótica, magnetoterapia, moxibustión, reflexología, técnicas de liberación emocional, terapia floral de Bach más un largo etcétera.

En esta época, donde toda clase de información se encuentra al alcance de una conexión de Internet uno pensaría que la ignorancia estaría en retroceso o cuando menos definitivamente acotada, pero no, la ignorancia está vigente y más viva y saludable que nunca. Parte del creciente uso de las terapias alternativas se debe a que existen y circulan muchos textos de divulgación general que en un alarde de ignorancia justifican su uso, basándose en información carente totalmente de rigor científico.

Ciertamente las medicinas alternativas han sido objeto de debate y controversia durante décadas, pero la verdad es la verdad, aunque a muchos les resulte incómoda; las terapias alternativas carecen de fundamentos sólidos.

El aspecto más interesante, y único que importa en el caso de las terapias alternativas es el llamado “efecto placebo”. Por definición un placebo es una sustancia inerte o un tratamiento que demostradamente no tiene efectos farmacológicos específicos, pero que puede producir una mejora en los síntomas debido a la creencia del paciente en su eficacia. Es importante destacar que el placebo no tiene una acción terapéutica real, sino que es el poder de la mente y las expectativas del paciente lo que puede generar una mejoría percibida.

Un aspecto interesante es el perfil de los usuarios de las medicinas alternativas. Aquí encontramos personas que recurren a estas terapias buscando un enfoque más holístico o natural de la salud, mientras que otras lo hacen por desconfianza hacia la medicina convencional debido a experiencias personales negativas. Un factor importante es que muchos usuarios se sienten atraídos por el trato personalizado y la atención que reciben de los practicantes de medicinas alternativas.

Si bien algunas terapias pueden proporcionar algún alivio en ciertos casos, es importante tener en cuenta que su eficacia se basa en el poder del placebo La confianza ciega en estas prácticas puede ser peligrosa y retrasar tratamientos médicos adecuados. Al respecto veamos lo siguiente:

Los pacientes que eligieron terapias alternativas para tratar un cáncer curable común en lugar del tratamiento médico recomendado duplican su riesgo de muerte, según un estudio reciente publicado en el Journal of the National Cancer Institute.

Skyler Johnson, oncólogo de la Universidad de Yale (EE UU.), es el autor principal de un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute. Aquí, de manera precisa pone cifras al daño que hacen estas pseudoterapias. Su equipo ha comparado los casos de 281 personas con cáncer que optaron por pseudotratamientos y las historias de 560 pacientes que sí confiaron en la medicina real: quimioterapia, radioterapia, cirugía y terapia hormonal. Los resultados son no alarmantes sino verdaderamente escalofriantes. Las mujeres con cáncer de mama que optaron por la medicina alternativa aumentaron su riesgo de muerte en 470 %. Los pacientes de cáncer colon incrementaron su mortalidad en 360 % y los de cáncer de pulmón en un 150 %.

Es evidente que un diagnóstico de cáncer le cambia la vida a quien sea Por desgracia existe mucha desinformación, amén de que es un terreno fértil para la charlatanería, por lo tanto, es importante que el medico invierta tiempo en hablar con sus pacientes, sobre sus creencias particulares, sus miedos y sus esperanzas. Y lo más importante, los pacientes interesados en las medicinas alternativas deben de ser advertidos del riesgo de muerte asociado a esta decisión.

Es cuánto.