Regidora califica de “cerrazón” a vecinos que se oponen a la apertura de un bar

Convoca a la disposición para encontrar un acuerdo que favorezca tanto a la economía local como a los ciudadanos

Sin consenso con ciudadanos, apertura de giros rojos. Imagen del 21 de octubre del 2021, queja vecinal en una manta ubicada en la Colonia Chapultepec. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- En el marco de una “paulatina transformación” del Centro Histórico de Morelia como una zona comercial que daría “vida” a áreas que “se han ido despoblando”, la regidora Minerva Bautista Gómez comentó que percibe una “cerrazón” por parte de algunos vecinos que se oponen bajo cualquier circunstancia a la apertura de un restaurante-bar.

La funcionaria convocó a los colonos inconformes a que funcione el restaurante-bar Casablanca a tener una actitud realista frente a este cambio que –subrayó– no es exclusivo de esta ciudad, así como a tener la disposición de encontrar una “armonía” entre el desarrollo local y las zonas habitacionales.

El establecimiento, dos veces clausurado por la Dirección de Inspección y Vigilancia, debido a las diligencias de los vecinos que han denunciado su funcionamiento sin licencia desde marzo del presente año, ha sido, según Bautista Gómez, objeto de una politización y una controversia que ha dificultado las negociaciones que resulten favorables para ambas partes.

La regidora refirió controversias pasadas en que “se ha llegado a buenos términos, cuando ambas partes tienen la disposición”, como en El Rinconcito, en donde se habría acordado un límite de decibeles y se habría colocado una barda, así como en Punta Cometa, donde se habría cambiado un domo y se estaría vigilando el ruido y los horarios ante las quejas de los vecinos.

Declaró que le llamó la atención ver, en la última visita del grupo de inconformes al ayuntamiento, al dueño de un hotel vecino al restaurante-bar, quien en un primer momento –aseguró la funcionaria– había dado su anuencia. Si cambiaron de opinión, pero su firma fue dada, “nosotros no podemos cambiar la anuencia ni a favor ni en contra”, argumentó.

Ante el hecho de que han sido más de 38 los colonos inconformes con la apertura de este restaurante-bar, la funcionara remató diciendo que aun si el resto de la ciudad firmara en contra, o a favor, las firmas que se tomarían en cuenta son las de quienes tienen un local o viven en los cincuenta metros a la redonda que establece el reglamento.

Reiteró que la comisión del Ayuntamiento en la que participa determinó, conforme al expediente que le fue entregado, que el Casablanca cuenta con el 80 por ciento de la anuencia vecinal que exige la normativa vigente, por lo que espera que la solicitud de licencia del género C (para preparación y venta de bebidas alcohólicas) sea turnada esta semana para su dictaminación final en la sala de Cabildo.

“El dictamen no va a traer nada que no tenga que ver con la realidad”, concluyó.