Exhiben documental a modo para mostrar el presunto lado positivo de la Policía Morelia

El director Omar Deneb Juárez reconoció que dejó de lado toda posible crítica a la cuestionada corporación policiaca

Inseguridad en la capital estatal enfrenta robos de vehículos, principalmente. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Sin el más mínimo ápice de crítica, esta mañana se presentó en Cinépolis Centro la producción propagandística cinematográfica (supuestamente documental) de la Policía Morelia titulada “Alguien tiene que hacerlo”.

Se trata de un retrato a modo que intenta dar cuenta de cómo la capital de Morelia recuperó los niveles de turismo que tenía antes de los granadazos de septiembre de 2008, un atentado calificado de terrorista donde ocho civiles perdieron la vida y más de 130 resultaron heridos, gracias al modelo de justicia cívica promovido por el actual presidente municipal, Alfonso Martínez Alcázar, desde su primera administración.

La presentación se da en el marco de una desafortunada coincidencia marcada por las detonaciones de arma registradas la tarde del pasado viernes en el estacionamiento de Plaza Las Américas y, metros más adelante, en una unidad del transporte público, donde tres personas perdieron la vida y otras tantas resultaron lesionadas, volviendo a dirigir la mirada pública en la falta de efectividad del convenio de colaboración de seguridad firmado entre el gobierno municipal y el estatal en mayo de este año.

La película, comentó su director, Omar Deneb Juárez, más conocido por sus producciones en la categoría de ficción –según él mismo señaló– es un esfuerzo por retratar “el lado humano” de las corporaciones policiacas, donde habría personas de carne y hueso que corren riesgos mortales en el cumplimiento de su labor.

En un pasaje que pretende justificar el título de la película, la compilación de videos tomados con las cámaras corporales de los elementos policiacos da al espectador la sensación de estar frente a esa narrativa audiovisual de breaking news en televisión estadounidense: persecuciones, detonaciones, agentes heridos, groserías… captura de delincuentes… bajas. Los policías se juegan la vida, pero “alguien tiene que hacerlo”.

El cortometraje pretende mover a la conmoción y la empatía de la audiencia, como cuando se aborda el fallecimiento de un policía durante un operativo, o cuando un oficial relata que llegó al alcoholismo por los impactos psicoemocionales inherentes a su labor.

Las mujeres policías son discriminadas, hay inercias machistas en las corporaciones, pero los techos se rompen y las oficiales llegan incluso a ser comandantas. Ese es el mensaje que se quiere emitir durante el arco que protagoniza Fabela (o Favela –su placa decía de una forma, el video lo refirió de otra–), quien cuenta que le ha tocado vivir esta violencia de género, incluso ahora, ya que a los subordinados les suele costar trabajo recibir órdenes suyas.

Además de con un discursos carente de mayores datos, la propaganda es sellada con la voz de Bruce Abrams, director en México de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), quien se ve dando un espaldarazo al modelo de justicia cívica de Alfonso Martínez.

En el segundo plano de una Policía retratada como sensible, mediadora, dialógica, está no sólo un delincuente que detona armas de fuego en su contra, sino también una ciudadanía en conflicto que aparece como reacia al orden, a la civilidad: un grupo en protesta que grita y no deja hablar, sin mencionar el contexto de su lucha, u otro de “normalistas armados” (en realidad indígenas del Consejo Supremo de Michoacán) que tiran la escultura “Los Constructores”, sin reparar en que la obra era cuestionada por varios sectores ciudadanos por simbolizar el racismo inherente a la colonia española.

Abordado al final de la presentación, Omar Deneb reconoció que ha hecho otros productos más balanceados, pero en este caso quiso dejar “un poquito a un lado toda la crítica que tengo” para enfocarse en mostrar lo bueno que tiene la Policía Morelia.

En rueda de prensa también se dijo independiente de cualquier afiliación política, y señaló que incluso había perdido la confianza, como mucha gente, en las instituciones, pero agregó que la ha ido recuperando conforme ha conocido a Alejandro y Alfonso (sic).

Por su parte, González Cussi apuntó que este documental sería un homenaje para los policías. “Le pedimos a Omar”, confesó, “retratar la parte de la policía.

A pregunta expresa por parte de la prensa, Alfonso Martínez dijo desconocer cuánto costó esta producción, pero aseguró que resultó más barata de lo que cualquiera de su tipo podría costar.

Si bien reconoció que la Policía Morelia está “en proceso”, no hay en el cortometraje un solo señalamiento a los abusos de autoridad que han trascendido de parte de esta dependencia, en sendas administraciones de Alfonso Martínez, contra la población sexodiversa, ciudadanos en protesta, jóvenes patinadores, vendedores ambulantes, automovilistas o el propio gremio periodístico.

Al terminar la presentación, los policías asistentes en la sala se pararon a aplaudir. Hubo reporteros a quienes se les escuchó cuestionar las omisiones del supuesto documental, así como hubo quienes dijeron, conmovidos, que “la neta sí está bien bonito”.