Hacia la Primera Convención Nacional Democrática de las y los trabajadores

"...tiene como objetivos mantener la defensa de la democracia, libertad y autonomía sindicales para luchar frontalmente en contra del charrismo..."

Trabajadores durante el desfile del pasado Primero de Mayo. | Agencia Comunicación Gráfica

Próximamente se emitirá la convocatoria a la Primera Convención Nacional Democrática de las y los Trabajadores, a realizarse los días 29 y 30 de septiembre próximos en la Ciudad de México, a la que se está convocando a las confederaciones, federaciones, sindicatos, frentes, coordinadoras, secciones y movimientos sindicales democráticos e independientes de México; a las organizaciones de la economía social y el cooperativismo y a las y los trabajadores mexicanos en lucha en coordinación con el movimiento magisterial democrático de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la Nueva Central de Trabajadores (NCT) y del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Esta primera convención tiene como objetivos mantener la defensa de la democracia, libertad y autonomía sindicales para luchar frontalmente en contra del charrismo desde una perspectiva de clase, y acordar una estructura de coordinación nacional desde la cual se puedan desarrollar campañas, movilizaciones unitarias y ejes de lucha laborales nacionales e internacionales.

Así como abordar la problemática común de las y los trabajadores, formular una agenda política, con una plataforma de demandas y un plan de acción, que conlleve a la reorganización democrática, la unidad y la solidaridad. Es decir, generando un marco de encuentro y acción para el sindicalismo democrático e independiente con las y los trabajadores del campo y la ciudad en lucha, y las y los cooperativistas.

En la conformación de este evento participan organizaciones como el Movimiento Sindical y Social “Ricardo Flores Magón” de Sonora, la Red de Cooperativas Culturales para el tema de Economía Social y Cooperativismo, Colectiva Añil, Innovación y Organización Cooperativa, la Red de Cooperativas Culturales de la CDMX, el Frente Democrático de la Sección 11 del SNTE, el Colectivo de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Chiapas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México, Colectivo de Cooperativas de la NCT, Sindicato Único de Trabajadores del Instituto Tecnológico Superior de Macuspana (SIUTITSM) de Tabasco, la Unión General de Trabajadores de México, corriente Democrática de la Cooperativa TRADOC , la Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana, AC (CONJUPAM), el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (STEUABJO), el Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), el Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores Académicos de la UNAM (SITTAUNAM), el Sindicato Independiente de Trabajadores de Educación Media Superior a Distancia (SITEMSAD), la Liga Sindical Obrera Mexicana, la Cooperativa Pascual, el Sindicato Independiente de los Trabajadores en Investigación de Ciencias de la Salud (SITIC Salud), el Sindicato Mexicano de Electricistas, el Sindicato Nacional de Cultura (SINAC), el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora(STAUS), el Movimiento No Vivimos del Aplauso (NVDA), el Sindicato Nacional de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (SINTCB), el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (SUNTUAP), la Alianza Cooperativista Nacional (ALCONA), el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Tecnológica de Puebla (SUTP), el Sindicato Unitario de Trabajadores del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (SUTINAOE), el Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México (SNTGTM), y otras.

Estos organizadores de la Primera Convención Nacional Democrática de las y los Trabajadores han coincidido en señalar las condiciones actuales que afectan a la clase trabajadora, mismas que se enuncian en el prefacio de la convocatoria:  

Ferrocarrileros, maestros, electricistas, mineros-metalúrgicos, jornaleros agrícolas, trabajadores de la industria, el comercio y los servicios públicos, la clase trabajadora, desde el siglo pasado y lo que va del presente siguen librando innumerables luchas y han desplegado sus mejores esfuerzos para alcanzar la libertad y democracia sindical, la contratación colectiva y la plena defensa de los derechos humanos y laborales, sin que hasta a la fecha se haya alcanzado esta meta como clase trabajadora.

Sigue predominado el sindicalismo charro-corporativo y de protección patronal, descaradamente antidemocrático y contrario a los principios e intereses de la clase trabajadora. A lo largo del período neoliberal se ha enfrentado la constante precarización del trabajo, no obstante, algunos cambios o avances que trajo el cambio de gobierno, como el incremento de los salarios mínimos, los salarios profesionales y contractuales han seguido estancados y en general se está lejos de que la clase trabajadora recupere su poder adquisitivo y salga de la precariedad.

Esta situación se percibe con mayor crudeza en el campo mexicano, donde prevalece una política de abandono con la constante violación de los derechos de los trabajadores agrícolas y los pequeños propietarios sumidos en la pobreza. En este entorno, las trabajadoras siguen siendo las más vulnerables, con los trabajos peor pagados, sin estabilidad laboral, ni seguridad social, ya que ocupan un porcentaje importante en la informalidad, lo que les impide sindicalizarse, actualmente la brecha salarial se eleva a un 14% a nivel nacional. El neoliberalismo sigue presente en muchas esferas del mundo del trabajo y de la economía.

La reforma laboral que entró en vigor el 1º de mayo de 2019, acompañada por el Capítulo Laboral del T-MEC, abrió como se dice una “ventana de oportunidad” para el ejercicio de la libertad sindical y la contratación colectiva auténtica, que sin embargo amenaza en quedarse en ventanilla dada la simulación que está permitiendo el reciclamiento de las mafias sindicales, el bajísimo porcentaje de legitimaciones de contrato y en general en la aplicación de dicha reforma con la que terminará esta administración y las políticas de las empresas para capitalizar la reforma deshaciéndose de sindicatos y contratos colectivos.

Peor aún, se mantiene en la interlocución privilegiada con el gobierno a las viejas cúpulas charras al mismo tiempo que no se establece diálogo alguno con el sindicalismo independiente e incluso se le ataca. Ciertamente, aprovechando las posibilidades que abrió la reforma, una nueva ola de luchas obreras ha dado paso a nuevos sindicatos independientes en la industria. Sin embargo, se trata de un fenómeno todavía marginal pues la gran mayoría de las y los trabajadores aún no conocen esas nuevas posibilidades y no vencen el temor a las represalias y tantos años de inmovilidad impuestos por el neoliberalismo.

En buena medida, esta situación deriva también de la incapacidad que está teniendo el sindicalismo independiente, los trabajadores agrícolas y el movimiento cooperativista para capitalizar la nueva situación, esto se debe que la clase trabajadora mexicana esta atomizada, dispersa, desarticulada, inmersa en problemáticas particulares, que impide que las y los trabajadores se piensen a sí mismos como una alternativa más general y propositiva. La unidad del sindicalismo independiente, los trabajadores agrícolas y el cooperativismo debería ser la conclusión lógica para fortalecerse en esta coyuntura, pero no se termina de dar ese paso.

Por lo que como en otros tiempos, la unión y organización de la fuerza de la clase trabajadora será la forma de impulsar una transformación real y el cambio de las condiciones de vida de las y los trabajadores y el pueblo.