Contrainforme | Inseguridad: lo que no se dijo en el discurso

Incendios de bares, homicidios de civiles y jefes de tenencia, extorsión y el siniestro en el estacionamiento del mercado Independencia

Incendio de bares en marzo de este año, omisión en el informe al igual que el asesinato del joven jefe de la Tenencia Morelos. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Hubo eventos trascendentes en materia de inseguridad que el alcalde no mencionó en su segundo informe de gobierno, a pesar de que su discurso mañanero duró más de 30 minutos y el vespertino, más del doble.

Durante la entrega de su informe de labores, correspondientes al año 2022-2023, Alfonso Jesús Martínez Alcázar reconoció que “es difícil mantener una ciudad controlada”, argumentando que Morelia se encuentra en un Michoacán “convulsionado” y un México con delitos en ascenso; sin embargo, autoproclamó, “lo estamos logrando”, toda vez que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la capital tiene una percepción de seguridad entre la población del 48.5 por ciento, es decir, cuatro puntos porcentuales por arriba de la media nacional.

Presumió también la construcción de la Casa del Policía, así como haber subido los salarios en 21 por ciento; de la misma manera, contar con 300 cámaras corporales portadas por los uniformados y, finalmente, mil 800 más en 600 distintos puntos de la ciudad, sumadas a las 3 mil 800 vecinales conectadas a la policía: “Morelia es de las ciudades más videovigiladas de México”.

Terrorismo y extorsión en bares incendiados

Con todo, uno de los eventos que puso a Morelia en la prensa nacional, y que no apareció en lo que destacó ayer el alcalde, fue el incendio provocado en tres bares al sur de la ciudad (Vertical, Mint y Luv), la madrugada del sábado 11 de marzo del presente año.

Mientras que la Fiscalía General del Estado (FGE) señaló en su momento que estos atentados tenían “elementos” de terrorismo, en una investigación iniciada de oficio, salta a la vista que los dueños de los antros nunca presentaron denuncias formales.

La línea de investigación sobre el móvil del siniestro, presumiblemente materializado por cinco sujetos que se dieron a la fuga en un coche rojo, es el tema de extorsión, según lo que expresó en su momento el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.

Hace algunas semanas el presidente Alfonso Martínez declaraba que las extorsiones “han crecido” en todo el país, pero agregaba que el tema en Morelia “no es para alarmarse”; sin embargo, la presidenta de la Cámara Nacional del Comercio, Servicios y Turismo de Morelia (Canaco Servytur), Alondra Villaseñor Fernández, ha señalado que sus agremiados en esta ciudad reciben entre 13 y 15 llamadas relacionadas con este delito al mes, otro dato que no estuvo tampoco en el informe presentado dos veces el día de ayer.Homicidios relacionados con quemas de bares

Según trascendidos, la quema de los bares en la zona de Altozano estaría relacionada con el atentado con armas de fuego que dejó a tres personas sin vida en las inmediaciones de Plaza Las Américas, al suroriente de Morelia, otro evento que no fue rescatado en los discursos de ayer de Alfonso Martínez, a pesar de que puso a la ciudad en la mira nacional hace no más de un mes.Los hechos ocurrieron la tarde del viernes 14 de julio, cuando sujetos armados dispararon en el estacionamiento de la plaza comercial, plagada de cámaras de seguridad, privando de la vida a un abogado y su escolta; el primero estaría relacionado con el grupo criminal que –se sospecha– podría estar detrás de la quema de los bares en marzo.

Minutos y metros más adelante -todavía en la zona “elite” de Morelia, como dijo el comisionado municipal de Seguridad Ciudadana, Alejandro Gónzález Cussi- se registró un nuevo ataque, esta vez dentro de una unidad del transporte público tipo combi, dejando a otra persona más sin vida, quien –se presume– podría haber sido el atacante en Las Américas.

Fue en las inmediaciones del Ramal Camelinas, a unos metros de Plaza Las Américas, donde el martes 6 de junio, un mes antes, fue asesinado a bordo de su automóvil el gerente de otro bar, en este caso, el Club Babylon, lugar que ya había registrado un connato de incendio a inicios de este año.

Jefe de tenencia asesinado; la Policía no acude a emergencias

Otro acontecimiento que no mereció un lugar en el informe de labores de Alfonso Martínez fue el asesinato del joven jefe de la Tenencia Morelos, también al sur de la ciudad, Caleb Nahum Rodríguez Pérez, que también trascendió en la prensa nacional.

El finado había dado a conocer, semanas antes, que hacían falta patrullas que ayudaran a resguardar la Tenencia; por su parte, habría comentado a su homóloga Rosalva Gutiérrez Ríos, la jefa de la Tenencia de Tiripetío, que en la Morelos se registraban de uno a dos homicidios a la semana.

Contrario a lo anterior, el comisionado González Cussi ha asegurado (en intervenciones no relacionadas con este suceso) que la Policía Morelia acude a los llamados de auxilio en un promedio de 8 minutos, aunque también ha solicitado a la población que marque directamente al número de la instancia local y no al 911, argumentando que habría ocasiones en que no les pasan la información al momento.

La falta de auxilio policiaco también ha sido denunciada sistemáticamente por vecinos de la colonia Villas del Pedregal, al poniente de Morelia, quienes, como ha sido publicado en este medio, aseguran que ha habido ocasiones en que los delincuentes son retenidos en flagrancia del delito por los propios colonos, sin que nunca acudan las autoridades a darles apoyo.

En la presentación de su segundo informe de gobierno la noche de este lunes, durante la cual se manifestaron los propios colonos del megafraccionamiento Villas del Pedregal, el alcalde Martínez Alcázar anunció en próximos días la ciudad tendrá un total de 860 agentes policiacos; la meta, dijo, es llegar a mil durante su administración.

En sondeos elaborados por Cambio de Michoacán la opinión de la ciudadanía es mayoritaria en el sentido de que la Policía Morelia concentra sus actuaciones en el Centro Histórico de la ciudad, olvidándose mayoritariamente de las colonias aledañas, sin mencionar a las periferias de la ciudad.

Cabe agregar que Martínez Alcázar sí señaló durante sus discursos que los homicidios en Morelia han disminuido en un 24 por ciento durante su gestión; sin embargo, cada vez que se le cuestiona por estos temas señala que los retrocesos están vinculados a un contexto estatal y federal que está más allá de las competencias municipales, bajo un discurso ya famoso de que no se puede construir una “buena casa en un mal vecindario”.

Actuaciones prontas, resultados cuestionados

Una de las tragedias más importantes de este año 2022-2023 es el incendio –accidental, pero “prevenible”, según la Fiscalía General del Estado– del estacionamiento aledaño al mercado Independencia, la noche del pasado sábado 20 de mayo del presente.

El siniestro afectó a un total de 144 locales, que tuvieron pérdidas parciales o totales, así como a una treintena de vehículos que quedaron atrapados en el estacionamiento a punto del colapso; ninguno de los cuales obtuvo mención alguna por parte del alcalde, aunque una representación de estos últimos se manifestó justo cuando el ejecutivo municipal iba llegando al recinto donde daría su discurso.

A la semana de ocurrida la tragedia, el alcalde convocó a un evento en donde ya presumía que había “promesa cumplida”, toda vez que anunciaba la entrega de toldos para los comerciantes que no pudieron continuar su actividad dentro del mercado y que tuvieron que ser reubicados, así como apoyos a fondo perdido y créditos para los damnificados.

Hace casi tres meses de lo ocurrido, llegó ya la temporada de lluvias y muchos de los locatarios siguen sin tener un espacio para vender sus productos más que en la calle, a algunos de los cuales –entre ellos, los alfareros, giro particularmente afectado– ni siquiera les han instalado energía eléctrica ni les han provisto de seguridad para cuidar sus artesanías, razón por la cual estuvieron pernoctando en la calle Andrés del Río durante alrededor de veinte días.

Los damnificados han señalado que el apoyo a fondo perdido sólo les alcanzó para una semana, ni hablar de la restitución de las pérdidas de sus productos; por otro lado, acusaron que no habría dinero para pagar créditos, ya que no tenían manera de laborar, sin contar que al final, contrario a lo prometido, sí les condicionaron la apertura de las líneas de préstamos, ya que les hicieron, según señalaron, estudios socioeconómicos y revisión de su historial crediticio.