Pemex sigue sin controlar el robo de combustible

La administración federal inició desde las primeras semanas del sexenio una estrategia para terminar con el robo de combustible. | Fotografía: Sedena

Ciudad de México.- Los datos de Petroleos Mexicanos (Pemex) muestran que el combate al huachicol ha resurgido en los últimos años y con efectos aún mayores.

De acuerdo con información de Diana Nava, reportera de Expansión, todas las cifras de la petrolera hablan de un repunte en el robo de combustible desde sus instalaciones, principalmente desde los ductos donde transporta las gasolinas. 

El indicador principal que da cuenta del aumento es el número de tomas clandestinas encontradas: en 2022 encontró 13 mil 946, el número más alto desde 2018, cuando esta cifra llegó a su pico más alto con casi 15 mil tomas.

Pemex reconoce en su último estado financiero enviado a la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos, donde da cuenta de sus resultados de 2022, que los esfuerzos que ha tomado en conjunto con el gobierno “no han producido una mejora sostenida”. 

La compañía suele dar cuenta sobre el robo de combustible en cada uno de sus reportes enviados al organismo estadounidense. Pero es la primera vez que agrega esa oración a su explicación sobre el tema.

Los números de Pemex dan cuenta que durante los primeros años de la administración del presidente López Obrador la cantidad de tomas clandestinas disminuyó, pero nunca a niveles para asegurar que el problema estaba casi extinto, como se dice desde el discurso político: el nivel más bajo durante el sexenio se registró en 2020 con 11 mil 37 tomas clandestinas.

Esto, en parte, debido a que la demanda de gasolina disminuyó por la baja movilidad generada por la pandemia de coronavirus y los bajos precios que le quitaron el atractivo a la actividad.